Capítulo 8: Bienvenida a Merryvillage

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Era una magnífica vista de la plaza de un pueblo con campos verdes, habían construidas casas de formas circulares, como un mini-domo con chimenea, pero cada una era diferente: había casas construidas con ladrillos, otras de simplemente madera, otras con techos decorados de hojas y otras con decoraciones o materiales que Amy nunca habían visto; varias de ellas estaban anexadas a lo que Amy supuso que eran las habitaciones de las mismas casas.

También había otras con diseño de cabañas, muy parecidas al de la casa de pacientes. Además, estaba todo construido sobre una zona de pequeños ríos y una pequeña cascada; por ese motivo, también había puentes de madera.

No solo había casas, sino también lo que parecían tiendas. Había una tienda decorada con colores verdes y líneas amarillas: se nota que era una tienda porque se podía ver varios objetos en exhibición: listones, bufandas, collares, esferas de colores, manzanas, bayas de diversas formas y colores, ramas, etc. Lo curioso, y lo que asustó a Amy, fue que parecía estar a cargo de dos criaturas parecidas a unos camaleones: uno de color verde, y otro de color púrpura.

"Esa es la tienda Keckleon" señaló Gallia, al notar que Amy estaba mirando con curiosidad la tienda, "los hermanos Keckleon son muy alegres, y tienen buenas cosas para vender. Usualmente, yo compro bayas o medicamentos allí"

Siguieron caminando. A medida que continuaban, Amy seguía observando, había criaturas muy curiosas e interesantes: un gran conejo de color rosado y ojos grandes de color celeste; un gran gato de color crema, con una medalla de oro en la frente; algo parecido a un sapo con garras, con un nenúfar en su cabeza; y varias criaturas más.

"¡Gallia!" dijo alguien de repente, "¡Amiga mía!"

Se giraron para ver quién les había hablado: era parecido a un dinosaurio color marrón, tenía dos cuernos cortos a los lados de su cabeza, estaba parado sobre sus dos pies, lo más raro era que también tenía una especie de bolso en su estómago, como si fuera una especie de canguro. Por su voz, era claro de que era hembra.

Ambas se acercaron al local de donde los llamó. Curiosamente, el local tenía un letrero con la cara de su dueña en la parte superior.

"Buenos días, Kandia" saludó Gallia.

"Buenos días, Gallia y señorita ..." comenzó, al mirar a la acompañante de Gallia.

"Amy" dijo la Espeon, un poco nerviosa "Me llamo Amy"

"Que lindo nombre señorita" dijo Kandia, "De casualidad, ¿eres la Espeon que los señores Fury y Sirden rescataron?"

"Sí, la misma" dijo Gallia, "ya se siente mejor, por eso la traje a pasear un rato"

Kandia notó el huevo de Amy que Gallia llevaba en la canasta. Primero miró el huevo y luego miró a la Espeon. Seguramente ella adivinó rápidamente que el huevo era de Amy.

"¡Oh! ¡Qué maravilla! También vas a ser mamá" dijo Kandia alegremente, luego bajó la vista a su 'bolsa', "Kate cariño, seguro tendrás un nuevo amigo"

Una criaturita sacó la cabeza por la bolsa: era muy parecida a su mamá, con la diferencia de que era pequeña y de color gris. Sus ojos, iguales a los de su madre, se fijaron en Amy y el huevo.

"¿En serio, mamá? ¡Qué bien, un nuevo amigo!" dijo la criaturita "¿Podremos jugar juntos, señorita Espeon?"

Amy observó los lindos ojos y se imaginó si su hijo jugara con Kate: le parecía un poco gracioso, pero igualmente ella siempre quiso que su hijo tuviera buenos amigos, y los Pokemon allí parecían tan amables y buenos, así que....

Pokemon, Un hogar como ningunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora