♠️Eternamente Ellis♠️

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Año 2010, escuela secundaria José María Arguedas.

-¿Crees que me quiera?

-Quizás sí.

-Mientes.-acusó el muchacho infantilmente.

-Bueno, entonces, no te quiere.

-¿Por qué eres tan cruel, Al? Rompes mis sentimientos.

-¿Qué es exactamente lo que esperas que responda?-preguntó irritada Alexia por la tonta insistencia de su compañero de pupitre.

-Una respuesta honesta.-contestó él con una fastidiosa sonrisa en los labios.

La chica soltó un suspiro, aguantando una maldición que amenazaba peligrosamente salirse de su boca.

Ellis era el chico más fastidioso y engreído del salón. La joven de ojos claros lo tenía claro y presente todo el tiempo. Por desgracia.

Ambos se miraron fijamente. Él estaba sentado al lado de la pelinegra, mientras fingían escuchar la aburrida clase de Geografía. Alexia no sabía como decirle (sin humillarse por supuesto) que no tenía experiencia respecto a temas amorosos, además no tenía idea de lo que pasaba por la cabeza de su loca ex enamorada.

-No te quiere.-dijo ella finalmente buscando, al menos, molestarlo un poco.

-¡Lo sabía! ¡Me diste esperanzas sabiendo que no me quería!-exclamó él en respuesta junto a una sonrisa triunfante, acción que desesperó aún más a la joven estudiante.

"¿Qué tipo de idiota sin cerebro se alegra cuando otra persona acepta darle falsas esperanzas? ¿No debería molestarlo o deprimirlo como a una persona normal?" Pensó la muchacha desesperada.

-Dios mío... ¡¿Podrías dejar de hablarme de tu ex solo por un maldito segundo?!-gritó ella visiblemente roja por la creciente furia que la dominaba.

-Señorita Alexia...-regañó el profesor molesto con la típica mirada "Vete de mi clase".

Alexia se levantó del asiento con su orgullo casi destruido, mientras era observada por sus compañeros. Rainy, con sus grandes ojos oscuros, siguió el recorrido de su amiga hasta que desapareció del aula.

En medio de su frustración, la pelinegra recostó su espalda a la pared blanca, suspiró tratando de tranquilizarse y no entrar en pánico.

No era la chica que era regañada en frente de otros. No era la loca de las reglas como April, pero en definitiva no es Ellis el chico con cinco en conducta.

Sus ojos claros picaban por un par de lágrimas de furia y frustración. Ni siquiera quería que ese problemático le prestara atención, justo ahora solo lo quería lejos de ella.

-¿Estás bien, Al?

April se acercó a ella como si fuera un objeto de estudio interesante. Alexia deseaba decirle que no era su libro de Historia para que lo haga, sin embargo April no tenía responsabilidad de las tonterías de Ellis así que decidió tragarse sus ataques. Por esta vez.

La castaña se acomodó a su lado y cerró los ojos. Estaba cansada y tenía grandes ojeras. Seguramente se desveló leyendo o algo parecido.

-Genial.-respondió la pelinegra secándose las dos únicas lágrimas de su mejilla.

-¿Es tu amigo, verdad?

-¡Él no es mi amigo, solo es mi compañero!-contradijo la joven de inmediato.

-Entiendo, Alexia, comprendo.-aceptó la castaña con una extraña risa sarcástica-¿Qué hizo ahora?

-La pregunta es... ¿Qué es lo que todavía no ha hecho?-replicó furiosa Alexia-April, no lo soporto, si tan solo no nos hubiera prestado esas cartas...

Alguien llamado amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora