ADONIS.
Me levanté de la mesa ofendido, Samael no era consciente de la estupidez que hizo.
—No, gracias.
Sus agradables amigos demostraron sorpresa pero él como siempre, no. Se veía como si esto fuera parte de su rutina, dispuesto a seguir de igual forma después de haberme delatado ¿Cómo pudo ser tan descarado?
Fui lo más rápido que pude hasta la salida, antes de cruzar la acera recordé que no había llegado solo, no tengo mi auto aquí. Me pasé la mano por la nuca, empecé a buscar el auto de mi mejor amigo.
La puerta del acompañante quedó sin seguro lo que me permitió entrar con comodidad a revisar en donde creí que pudiera estar mi teléfono. Lo primero que hice fue ir directo a llamadas buscando el número de Mónica, ya la dejé sola por demasiado tiempo.
—¿Hola? ¿Dodo?
Tono normal, no como si estuviera en ambiente escolar y menos teniendo en cuenta lo ruidosos que son los jóvenes. Mónica volvió a faltar.
—No me llames así. —respondí cortante.
—Ya era hora de que llamaras, ¿Qué pasó?
—No hay tiempo para explicaciones, necesito que lleves mi auto de vuelta a casa.
—¿De vuelta?
—Está en el bar, no preguntes.
Escuché una ligera risa a través de la línea, corté antes de que pudiera responderme.
Mis pulgares viajaron a la aplicación que utilizo para poner mis alarmas, pero me detuve a apreciar mi fondo de pantalla antes de entrar. Es una fotografía en blanco y negro de uno de los eventos de música de la ciudad a los que fui con Samael. Deslicé mi dedo sobre la fotografía, él está encima de mí tomando una cerveza y yo tengo puestos lentes de estrellas enormes que casi cubren toda mi cara.
Reprimí una sonrisa.
Fueron buenos momentos.
La fotografía adquirió toda mi atención y eso me permitió ver que había gente detrás de nosotros. Sentí un escalofrío al reconocer las caras.
Zigor y Bruno.
¿Por qué están con nosotros si no los conocía de antes? ¿Cómo se contactó con ellos? No hay correlación con los hechos, me mintió.
Esos bastardos me mintieron.
Me recosté sin despegar la mirada del restaurante, solo pasaron unos minutos para que Samael regresara al auto, el horario de almuerzo acabaría pronto. Me mudé al asiento del conductor antes que llegara, él no le tomó mucha importancia.
Estaba harto de que no me diera una reacción, quería tomarlo de los hombres y preguntar: ¿Qué demonios hay en tu cabeza?
—Lo siento por mentirte —rompió el silencio—, no podía decir la verdad frente a ellos.
—No me importa. —murmuré.
Se giró hacia mí luciendo fastidiado como si tuviera derecho a estarlo.
—Adonis, basta. —su voz se oyó como una súplica.
—¿De qué?
—De actuar así, estoy intentando hacer todo lo posible para librarnos de esto y no ayudas.
—No necesito ayuda.
—No querer y no necesitar son cosas diferentes.
—No sabes lo que quiero o necesito, Vlur —encendí el motor—. Nos vamos.
![](https://img.wattpad.com/cover/209145712-288-k176430.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Rito de herejes | RESUBIENDO
Mystery / Thriller¿Te imaginas descubrir que tu mejor amigo es un asesino serial? *🩸* Acaban de descubrir el verdadero rostro de santa fe, un asesino buscado desde hace años en Murden. Ante el ojo de cualquier criminal experimentado solo hay una opción: matarlo. Ent...