Resistencia

45 3 0
                                    

- ¿C-COMO QUE A MI CASA?
- Ya me oíste.
Robó mi mochila y salió corriendo por la puerta.
- ¡OYE!
Busqué rapidamente en mi bolsillo el dinero para pagar la comida (Que por cierto no comí) y salí a perseguir a Ciro. Maldita sea, es el truco mas viejo del libro. Robarme las cosas para que lo siga, que infantil. ¡MALDICIÓN! Corrí por el pueblo buscandolo.

- ¡Eh Lady! ¿ A donde vas? Jajaja.
Me dí la vuelta para encontrarme a estos dos riendose. Ciro sostenía mi mochila con un dedo haciendola balancear en el aire. Este chico intenta provocarme.

- ¡Cuidado! ¡El Tour de Francia detras de ustedes!
- ¿Tour de que?
Se dieron la vuelta por reflejo, aproveché para arrebatarles la mochila.
Ilusos, no saben que el Tour de Francia es solo en Francia.

Se miraron entre ellos para poder comenzar a reir. Ciro rodeo mi cuello con su brazo, como si fuese una especie de abrazo... Un abrazo algo asesino diría yo.

- Anda, iremos a tu casa y te ayudaremos a limpiar.
Me dijo sonriendo como siempre. Comencé a alterarme.
- ¡NO! Ademas, apenas te conozco.
- Pero te salvamos la vida.
- Si así quieres llamarlo...

Hubo un silencio que fue roto por los gritos de Romeo que venía corriendo hacia nosotros con su delantal de color crema con los bordes rojos.
- ¡Hey Lady! ¿Ya yendote tan pronto? Nisiquiera has comido.

Quise explicarle la situación, pero mis palabras no alcanzaron a salir por mI boca.

-¿Puedes creer que esta niñaja no quiere admitir que le salvamos la vida?

*- Eh... ¿Como que niñaja?-*

Romeo abrió los ojos grandes como platos expresando a su vez un gesto de confusión.

- ¿Qué? ¿Que ha pasado?
Levi se le acercó y le contó el loco día de ayer, sin mencionar la parte en la que entraron y observaron la casa.

Romeo tomó de mis hombros con fuerza y comenzo a agitarme exagerando la situación

-¿Por qué no nos dijiste nada de esto?
Una vez más mis palabras no pudieron ser oídas.
- Ay Dios mío...
Dijo cubriendo su mejilla delicadamente con su mano seguido de un gesto de negación con la cabeza.
- Ermm... Romeo...
- Podrías déjar de guardarnos tantos secretos ¿Sabes?
- Esto...
- Y nosotros que tratamos de cuidarte, y tu escapando de nosotros. Niña, que necesitamos un poco de tu parte también.
Comenzo a regañarme.
*-Me rindo ante esta ridiculez-*
No intente volver a hablar, puse un gesto de agobiamiento y suspiré como última palabra ante la discusión.
Sentí algo sobre mi cabeza, la mano de alguien. Levanté un poco la vista, encontrandome con la mano de Levi. No le importó que lo notara. Se sentía bastante... Tierno... Calido... Hizo que me sientiese menos tensa.

- Y si tanto sientes que la pierdes de vista... ¿Por que no la contratas para que trabaje en el café con ustedes?
Dijo Levi. Me sorprendí, me voltee para ver el serio rostro de Levi, como de costumbre.
La conversación continuo dentro de la cafetería, esta vez Melo nos acompañó. Decidieron contratarme, lo gracioso es que en ningun momento se preguntaron por lo que yo quería. Aunque... Lo unico que quería era volver a encerrarme en casa... Melo solo quiere cuidarme... Debería obedecerlo, almenos por ahora.

- Hey... Hey Lady.
Levi trataba de llamar mi atención.
- Si que vives en tu mundo...
- Oh... Emm... Solo estoy un poco casada.

La gente en la cafetería comenzó a escasear, una por una fueron desapareciendo. Ya casi era "La hora de la siesta". Esta es la vida de un pueblo.
Melo se quitó su delantal, Romeo puso el cartel de "Cerrado" En la puerta. Levi bebía café mientras leía un libro que no conocía. Ciro charlaba con Melo y yo sentada en uno de las butacas frente a la barra.

- ¿Van a ir a algún lado chicos?
Nos preguntó Romeo mientras secaba sus manos con una toalla.
Nos miramos entre nosotros en busca de opciones de cosas para hacer, pero acabamos negando todos con la cabeza.
- Podríamos ir a pescar, el clima esta mejor que ayer.
Dijo Melo casi gritando desde el otro lado de la habitación mientras limpiaba unas mesas.
- ¡OH! ¡CLARO QUE SI! ¡HACE TANTÍSIMO QUE NO VOY A PESCAR! Y Podré ir a ver a mi lindo, lindo, lindo bebé.
Romeo se puso en modo ansioso y no paraba de hablar sobre un lindo "Bebé". No sabía que tuviese hijos... Nisiquiera sabía que tenía novia u esposa.

Una hora mas tarde, partimos hacia el lago. Las unicas voces que se escuchaban eran las de Romeo y Ciro. A veces Melo comentaba alguna tontería de la que todos reíamos. Suele ser bastante callado, pero es muy bueno comentando cosas interesante y/o graciosas.

Caminabamos por el desierto camino de tierra inundado de hojas de otoño. Hacíamos mucho ruido al caminar todos juntos, pisando las hojas y el pasto seco.
Ya podíamos ver a la distancia la cabaña de pesca y el extenso lago en donde conocí a estos dos.
El lago estaba mas alto de lo normal por la lluvia de ayer. Una vez dentro Melo se acercó al mostrador y tocó una campanilla para llamar a alguien que lo atendiera.
Me quedé observando las paredes de madera donde colgaban peces de todos los tamaños. Imagenes de hombres sosteniendo peces recien pescados, también algunas fotos de niños dentro de botes en el lago. La mesa del mostrador tenía dibujos de anzuelos y peces.
Unos fuertes pasos se escuchaban bajar una escalera por la puerta detrás del mostrador.

- ¡Oh! ¡Bienvenidos!
Un gordo y maduro hombre al rededor de cincuenta años nos recibió.
- Hacía tiempo que no te veía por aquí Melo.
- ¿Que tal Aron? Si, hace bastante que no vengo, pero el negocio va bastante bien y quise tomarme un descanso hoy.
- Jajaja Me alegro mucho por tí.
Dijo con una profunda y grave risa dandole palmadas en la espalda.
- Oh Romeo, Alexander esta arriba. ¡Alexander! ¡Romeo esta aquí!
Gritó asomandose por la puerta que daba a la escalera.
Romeo parecía ansioso, me pregunto como será su hijo. Un Joven de cabello blanco y ojos grises salió por la puerta. Pero... Era un joven ADULTO. No podía ser el hijo de Romeo.
- ¡Aleeex!
Romeo se le lanzó encima y lo abrazo con fuerza y alegría. El joven, que parecía ser albino sonreía ante el acto de Romeo. Una vez que se apartaron un poco, Alexander acarició el rostro del otro y le dió un tierno beso en la mejilla. Me sorprendí. ¿Que estaba pasando aquí? Tomé las tiras de mi mochila para disimular mi inquietud al no entender la situación.

- Oh es cierto Lady, nunca te presenté a mi pareja.
Me dijo con una enorme sonrisa.
- Oh, ya veo... ¿Q-Que tal?
No tenía idea de que Romeo era gay, aunque, verlo tan feliz con ese chico era genial...
Melo tosió queriendo llamar mi atención. Tuvimos contacto visual, acomodó sus gafas y volvió a dirigirse al hombre del mostrador.

- Oh, lo siento mucho Melo, pero hoy no hay suficientes botes, es la temporada de carpas (Pez de agua dulce)
Melo dirigió la mirada hacia mi con angustia.
- Oh, no te preocupes, de todas formas tampoco tenía muchas ganas de pescar.
Todos fueron preparandose para subir al bota, llevando el equipo de pesca y poniendose los salvavidas. Todos, menos Levi.

- Me quedaré a cuidarla hasta que vuelvan.

Cierto, el había dicho eso...

Eres tú o NadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora