No toques, se extingue su presencia.

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Suspiré. Creo que la curiosidad lo estaba matando. Pensé en evadir nuevamente la pregunta, pero ya estaba cansada de mantener esta relación a base de ocultamiento.
Me senté junto a él, esta vez estabamos mucho mas cerca que la vez que nos sentamos en el muelle. No podía mirarlo a los ojos, aunque seguramente si lo tratase el tampoco lo haría. Abracé mis rodillas y vi como removía el polvo del suelo. Respiré hondo antes de hablar y finalmente, con una voz temblorosa le contesté.

- Hace un poco mas de un año, una persona que era muy importante para mi falleció. Esta casa era de ambos. Desde que murió no salí de casa... Porque tenía la idea de que tal vez, algún día, por aquella puerta entraría nuevamente y diría "Ya llegue mi amor" con esa hermosa voz que tenía, llena de alegría y amor, entonces yo podría besarlo una vez más. He soñado una y otra vez con ese momento que mi casa soñada se terminó convirtiendo en una pesadilla... Todas sus cosas permanecieron en el mismo lugar de hace un año atras, excepto por su bufanda favorita...

- La bufanda roja.
Me interrumpió. Asentí con la cabeza.

- Ese día que salí... El día que te conocí, era el aniversario de la muerte de Chris. Y tenía tanto miedo de salir... Por eso tomé la bufanda de Chris, su aroma fue lo unico que me dio fuerzas para salir. De hecho, es lo unico que... Bueno... Ya no tiene su aroma, pues calló al lago y perdió el perfume... Perdió su presencia. Cada cosa suya... Siento como si parte de él estuviese ahí y... No quiero tocar nada... No quiero que su presencia se termine por extinguir...

Comencé a ponerme nerviosa, no pude continuar hablando pues mi voz era cada vez mas temblorosa y no quería llorar, por más que no pudiese evitarlo. Posé mi rostro sobre mis rodillas ocultando mi cara, pero la irregularidad de mi respiración delató mi llanto.
Comencé a apretarme con fuerza, obligandome a reponerme. Hasta que Levi se acercó a mí y me acarició la cabeza. Me sorprendí al sentir su mano allí arriba. Continuo acariciando, solo lo acepté... Me sirvió de mucho, me sentía mucho mas relajada. Pasaron como 15 minutos que estuvimos en silencio, una vez me calmé del todo volví a hablar haciendo que Levi se detuviera.

- En resumen... Eso.
Me voltee ligeramente para mirarlo, cruzamos miradas. Su rostro parecía como siempre, pero... Algo había diferente, pero no puedo notar que cosa, si me detenía a mirarlo cuidadosamente vería que su expresión era la de siempre... Pero... Algo había cambiado. Se levantó del suelo, lo miré desde abajo. Se estiró un poco y volteo nuevamente a verme.

- Vamos a limpiar esta casa.
Dijo.
- ¿¡Qué?! ¿Pero que acaso no escuchast...
Me interrumpió.
- Chris se ha ido ¿No? Pues hazlo que se vaya del todo. Al final, lo unico que esto te hace es lastimarte.

Sentí como si hubiese descubierto el misterio mas dificil. ¿Como no pude darme cuenta de esto antes? Tengo que seguir adelante... De una vez por todas... Chris ya no está... No importa lo que haga, no volverá. Pero yo aún estoy aquí... Y Debo continuar, en base a las cosas que Chris me enseñó.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Mis mejillas estaban rojizas, al igual que  mi nariz y mis ojos. Mi rostro estaba empapado  en agua salada. Estaba tan avergonzada que me aseguré de que Levi no me estuviese viendo mientras sonreía.
Escuché como Levi descolgaba del perchero su abrigo.
- Vendré mañana temprano, así que estate atenta.
Dijo antes de salir por la puerta.

- Eh... ¡ADIOS!
Grité justo antes de que cerrara la puerta. Me mantuve en silencio para poder escuchar los pasos de Levi bajar los escalones de madera. Me levanté sigilosamente del suelo y me asome por el ventanal del salón escondiendome detrás de la cortina.
Lo veía desaparecer a la distancia, vi hasta el ultimo segundo que estuviese visible. Una vez lo perdí en el horizonte cerré la cortina e inconcientemente sonreí.

Al día siguiente, el escandalo campanal me despertó al rededor de las 8 de la mañana. Desaliñada y confundida me asome discretamente por la ventana de mi habitación donde pude encontrar a Ciro y Levi apoyados en el coche de Melo. Me puse nerviosa, corrí al baño a arreglarme y me puseuna sudadera azul y unos pantalones de gimnasia. Bajé las escaleras a trote y abrí la puerta luego de abrir la cerradura.
Ciro se giró al escuchar el sonido de la puerta, una sonrisa de sincera alegría era la que me había regalado. Me abrazó como saludo. Detras de él pude notar la presencia de Levi, que se había mantenido apoyado sobre la puerta del coche. me miró un largo rato sin decirme nada y luego rió. Puse un gesto de confusión.

- Te quedaste totalmente dormida. Tus ojeras lo dicen todo.

Abri los ojos como platos y me voltee ruborizandome. Ciro rió, se acercó a Levi y le rodeo el cuello con un brazo.
- Anda Levi, no seas así de cruel.
- Sueltame.
Respondió Levi cortante. Una vez entramos a la casa Levi me explico la presencia de Ciro.
- Le dije a Ciro que al fin acsediste a que limpiasemos la casa y obviamente no se quiso quedar atras cuando le conté.
Dijo rodando los ojos hacia Ciro con algo de odio, pero Ciro no cambiaba su conrisa.
-Insistió en venir.
Continuo Levi.
- Metiendo la excusa de que la casa era demasiado grande como para que solo dos personas la limpiaran toda.
Bajamos al sotano donde guardaba todos los articulos de limpieza, ese lugar daba un miedo tremendo si nunca habías ido allí. Me imagino que haría Nadin en esta situación. Me reí para mi misma imaginandome la escena. Encendí la luz que estaba a mitad de la escalera y continue bajando. Siempre me resultó un pesimo lugar poner el interruptor allí, pero como no se nada de sistemas electricos prefiero no hacer nada por mi cuenta para cambiarlo. La habitación estaba tan llena de polvo y telas de arañas. Había muebles viejos y cajas a montones. Pilas de cajas que casi llegaban al techo.

- ¿Que hay en esas cajas? 
Preguntó Ciro. Me voltee a mirar hacia donde apuntaba.
- Oh, son viejos libros, tal vez haya tambien algun que otro album de fotos.
Ciro se acercó a revisar. Ya me comienza a ser fastidioso la cantidad de cosas que hacen creyendo tener mi aprobación. Pasó un dedo por la superficie de la caja mas alata que alcanzó a tomar y se observó la yema polvorienta de su dedo. No pareció importarle. Abrió la caja que dejó volar toneladas de polvo hacia su cara. Estornudo y se frotó la cara con su camiseta. Mientras tanto, abrí la puertita del armario de acero donde guardaba los elemento de limpieza. Saqué una escoba, una trapeador, unos trapos y algunos productos quimicos. Levi me ayudó a cargarlos.
- AWWWW ESTO ES TAN ADORABLE.
Gritó Ciro sosteniendo lo que parecía ser una fotografía en sus manos. Me acerqué por detrás intenado ver lo que sostenía. Era una imagen mía de pequeña. Ciro daba risitas de ternura sin poder quitar los ojos de la imagen. 
- ¡DAME ESO!
Traté de arrebatarle la imagen de las manos, pero al soltar una mano las cosas que cargaban comenzaron a caer. Recogí rapidamente las cosas y subí las escaleras con el ceño fruncido.
Pasamos horas y horas limpiando, la casa estaba hecha un desastre. Nos ocupamos de limpiar la primera planta que era lo mas importante. La cocina, el comedor, el baño, la entrada, las escaleras, los muebles y el gran salón. Nos dividmos las habitaciones para que fuese mas rapido. Gritabamos de una habitación a la otra para poder conversar y no aburrirnos.
Había acabado de barrer el suelo del gran salón, que era la ultima habitación que nos faltaba limpiar para acabar con la primera planta. Me puse derecha, me dolía la espalda de haber estado tanto tiempo agachada. Limpie el sudor de mi frente con la manga de mi sudadera ya que mis manos estaban sucias, aunque no debí hacerlo, porque mi ropa estaba casi igual de sucia que mis manos. Ciro se acercó a mi, arrastraba un balde con ruedas con un trapeador dentro.
- ¿Por qué no vas a a descansar un poco? Yo trapearé el suelo del salón, mientras ve a ver lo limpio que esta el resto de la planta. Luego de trapear podríamos tomarnos un descanso para almorzar.

Dijo regalandome una sonrisa al final de la frase. Este chico era muy alegre, me sentía bien cerca de él... Como si pudiese confiar en él mas que en cualquier otra persona justo ahora. Y sus ojos que eran de color miel transimitían dulzura...  Apoyé la escoba en una pared de la habitación  y fui a ver el resto de la planta. Las ventanas estaban abiertas para ventilar la habitación, todo olía tan bien, tan... Limpio.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2014 ⏰

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