La pequeña Malfoy

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—Como que no vendéis cerveza de mantequilla —dice por tercera vez James al chico que hay detrás del mostrador

—James, es muggle, no sabe lo que es... —susurro en su oído

—Bien... Pues pone una botella de agua —tras pedir y darnos nuestro pedido comemos

—Vic... Mira... —susurra James señalando a mi derecha

—¿Eso es? —el asiente

—Es un mago... —susurra más bajo aún

Terminamos de cenar, porque ya eran las 20:45... Y fuimos a buscar de nuevo a los chicos.

—Oye —lo llamo

—Que —

—¿Y si usamos la cosa esa que nos ha dado Minerva para encontrar a los chicos? —pregunto

—¿Sabes usarlo? —niego

—No puede ser muy difícil —

—Victoria —me llama

—Igual es en esto que pone llamada... ¿No crees? —me lo enseña

—Probemos —

—¡GABRIEL! —grita

—¿Qué haces? —me alarmó, toda la calle nos mira

—Llamar a Gabriel —rio

—Creo que hay que pulsar —lo tocó y aparecieron el nombre de Gabriel, Daniela y el mío en la pantalla, pulsamos es de Gabriel, espero que sepa usarlo, es hijo de muggles

—¿Gabriel? ¿Dónde estais? —Gabriel nos da la dirección y nosotros le damos la nuestra, después de un cuarto de hora aparecen todos

—Por fin os encuentro, ¿dónde estabais? —pregunta

—¿Conociendo la ciudad? —reímos y volvemos a casa