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Había cuatro habitaciones, una para cada uno, dos baños, un salón y una cocina.

—Me pido la habitación que tiene terraza —dice Daniela corriendo por las escaleras

—Hay dos con terraza —dice Gabriel

—Para mí la otra —subí corriendo yo

Oí a los chicos reírse y cerré la puerta, vi una cama grande, con un armario igual o más grande, un escritorio y una mesilla de noche. Salí a la terraza y pude oír a unos niños, bueno, no tan niños gritando por la calle.

—¡Victoria! —me gritaron desde la ventana de al lado

—Hola Daniela —saludé mirándola

—¿Sois nuevas? —preguntaron desde la calle

—Si, ¿como os llamáis? —preguntó Dani

—Alex, Cristian y Mateo, ¿vosotras como os llamais? —preguntó el tal Mateo

—Yo Daniela y ella Victoria —gritó

—Que bonitos nombres —entré a la casa ya que Daniela estaba ligando... Para no variar

—¿Y esos gritos? —me pregunta James cuando cierro la puerta de la terraza

—Daniela, que ha conocido a tres chavales, ¿qué tal? —pregunto sentándome en sus piernas

—Bien, ¿y tu? —me da un beso en la mejilla y sonríe

—Bien —sonrió y el hace un puchero

—¿Qué te pasa? —me rio

—Quiero un beso —dice con voz de bebé, la cual es súper tierna

Lo beso y el nos tumba en la cama, sigue dándole el beso hasta que llaman a la puerta.

—¿QUIÉN COÑO ES? —grita separándose James

—Los chicos de la calle dicen que nos invitan a ver la ciudad a los cuatro, ¿venís? —dice Daniela, yo digo que si y James que no

—Pero... —se queja

—Cuando volvamos a casa —digo dándole un pequeño beso y levantándome

La pequeña MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora