Min Yoon Gi es un híbrido que fue salvado por su actual dueña en la infancia, éstos dos crecieron juntos y un millón de sentimientos se encontrarán a medida que éstos dos noten que se atraen él uno al otro.
Pov YoonGi; Seguíamos esperando a Sun Hee y al molesto mocoso mientras veíamos una película. Habían salido hace treinta minutos por una tontería, por lo que él tiempo era demasiado como para tal cosa, y creo que JiMin lo notó.
JiMin: Hyung... deberian haber llegado hace rato, ¿no lo cree? –mirándome nervioso.–
— ¿Por qué te interesa tanto? –no evité sonreír ladino.– ¿te preocupa Sun Hee... O ese JangQuk?
JiMin: sabes que se llama JungKook, idiota. –se quejó mirando hacia otro lado.– te ves demasiado calmado, ah, pero si te metiera en la cabeza que –se acercó lentamente a mi cara, poniendome nervioso.– ¿quizás alguien le hizo algo a tu Sun Hee? –susurró–
En ese momento todo tuvo algo de sentido, miré a JiMin con mis ojos más abiertos de lo normal, segundos después él también me miró de esa forma. Desde las escaleras bajaron los padres de Sun Hee, por lo que tuvimos que transformaron rápidamente, escondiendonos cerca.
Jin: entendemos su angustia señora Jeon, pero mi hija estaba con él, ¿por qué me dice que no esta con su hijo? –desesperado mientras se movía de un lado para él otro con su celular, acompañado de su querido esposo.–
Nam Joon: q-quizás ella fue a buscar ayuda por ahí, o-o no lo sé, ¿donde esta nuestra hija? –llevó sus manos alrededor de su cabeza.–
Le hice señas con la cabeza a JiMin en dirección a la ventana para poder salir. Fue algo complicado, pero lo logramos. Llegamos hasta la casa de JiMin y sus dueños, convirtiéndonos en humanos en él patio trasero.
JiMin: ¡Oh dios mio, estamos desnudos! –volteó tapando sus partes.– ¡no me mires, no te atrevas!
YoonGi: cierra la maldita boca, lo último que quiero hacer es verte desnudo –hice una mueca de disgusto, mirando solo su cara– ahora abre la maldita puerta, necesitamos ropa.
JiMin: no usaremos la ropa de mis queridos amos. –puchereo cruzándose de brazos.–
YoonGi: oh, no fue una pregunta, bonito. –sonreí acercándome a él, viendo como se ponía nervioso ante mi presencia.–
Mirándolo a los ojos, tomé sus hombros con fuerza, escuchando un pequeño quejido de dolor salir por sus labios.
— si algo llegara a pasarle a Sun Hee, juró que jamas te lo perdonaré, no te dejaré vivir tranquilo, ni a ti, ni a tu "familia", asi que ahora mismo vas a entrar aprovechando que eres más pequeño y escurridizo que yo, y vas a abrirme la puta puerta, ¿entendido?
JiMin: s-si Hyung.
En él momento en él que lo solté se convirtió en gato, metiéndose en casa para luego abrirme. Ambos entramos, caminando hacia la habitación de los amos de JiMin, aprovechando que se habían ido de viaje, no me pareció un problema tomar su ropa.
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