La invasión de Yoongi. (Yoonmin)

6

Está cerrado otra vez.

¿Cómo puedo seguir las reglas cuando no hay escaleras y no hay
paredes para protegerme? ¿Cómo puedo dormir? La puerta se
tambalea precariamente mientras la agito, pero no hay forma de
entrar sin el código. Anoche probé todas las combinaciones en las que
pude pensar hasta que mis manos estaban tan adormecidas que se
sentían como bultos de carne muerta colgando allí.

En un momento tonto y débil, inclino mi cabeza en la puerta y un doloroso sollozo pelea su cruda salida. Esto desencadena mi tos y durante un tiempo no puedo parar.

Regla: no traer la atención sobre ti mismo.

-¡Jódanse, reglas! Estoy hambriento. ¡Váyanse a la mierda!-No puedo dar marcha atrás. Estoy demasiado cansado y hambriento. Me hundo en el suelo y tiro mi miseria.

Las reglas sabrán esto, pero quiero que la gente mala me encuentre... que me hagan daño y me degraden y terminen esta... Esta espera. Quiero que vengan y me lleven y lo terminen. No puedo luchar más.

Quiero que alguien me escuche ¿Cómo puede el mundo a mi
alrededor seguir tan inconsciente cuando me siento tan mal? ¿Cómo es que no hay una explosión por la fuerza de mi soledad?

No hay reglas y las paredes no importan. Soy sólo una persona y no hay nada ni nadie más. Bien podría pensar en la palabra muerte.

-¡MUERTE!

Un grupo de niños aparece mientras mis gritos disparan por el aire, haciéndoles saltar hacia atrás y luego reírse y señalar. Me levanto y corro por la colina bajo la lluvia, corriendo sin rumbo fijo ahora que el edificio está cerrado.

Es sólo cuando me detengo bajo un árbol que me doy cuenta de que he dejado mi mochila. No hay mucho en ella, pero es todo lo que tengo.

Tal vez este sea mi castigo por no seguir las reglas. No puedo volver a correr por esa colina, simplemente no puedo.

Siempre me preguntaba cuándo llegaría a esto --cuándo yo estaría
totalmente libre-- apenas un puñado de células flotando en un universo ciego. Pero tal vez esto es lo que he estado esperando todo el tiempo-- llegar finalmente al fondo.

He estado cayendo tanto tiempo, que había olvidado que alguna vez tuve un destino, pero ahora recuerdo. Me dolerá dejar la mochila y por eso lo haré. Me dolerá y me entristecerá y eso es bueno.

La noche hace que el mundo se vea más bonito. Más aterrador, pero lleno de posibilidades y secretos. Solía preguntarme sobre todas las vidas en las casas, pero ahora sólo quiero un lugar para dormir.

No está lejos de la entrada de la tienda que descubrí después de huir de la estación, así que me dirijo allí con cansancio. Mi viaje me lleva más allá del refugio donde fui e ignoré todas las reglas. Ahora mi mochila está perdida y estoy sin hogar y sin suerte.

El refugio está iluminado por la noche como mil luciérnagas. Hay un árbol de Navidad y canto, pero estoy tan lejos que no tienen ningún interés para mí. Tal vez lo vea por unos instantes. Hay algo mágico en los villancicos y las lindas luces centelleantes, aunque ya es demasiado tarde para que yo sea absorbido por ello.

En realidad, no tengo interés en semejante bobada. Es sólo que las
luces son tan brillantes que parecen el último lugar que queda en la Tierra después de una catástrofe. No puedo dejar de mirar.

Él está en el extremo de los cantantes, justo en la parte posterior.
Está tratando de agacharse y sigue rodando los ojos y maldiciendo. A pesar de todo, me hace reír. El chico del lugar de la comida tiene tanta actitud y espíritu que se destaca más que el árbol de Navidad.

Él es alto, rubio y encantador --probablemente practica deportes y es el capitán de varios equipos. No me había dado cuenta, pero es muy guapo.

Obviamente lo odio. No me importa que tenga un cuerpo tan firme.