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Lo observo por detrás de un arbusto. Se ve tan devastado y destruido que casi me rindo y voy a él. Su bonito rostro está herido y triste y me duele mirarla.

Las reglas me agolpan, señalando con el dedo y fulminándome y
recordándome por qué no puedo involucrarme. No puedo confiar en nadie nunca más
-¡mira lo que pasó la última vez!
Tengo que pensar sólo en mí.
No puedo permitirme sentir.

Pero.

Pero él se ve tan afectado y esperanzado. No se rinde con rapidez o facilidad. Hace frío y lleva sólo una chaqueta ligera. He arreglado que
Jimin se sienta mal consigo mismo. Ahora él realmente pensará que
le pedí salir sólo por venganza por todas las veces que trató de
rebajarme.

Mientras finalmente se va, comienza a nevar. El se ve como el último hombre en la Tierra dejando este blanco parque giratorio, mientras me acurruco detrás de un árbol y deseo que su sólida y áspera corteza fuera el terso y suave cuerpo de Jimin.

Mis pies encajan en sus huellas perfectamente. Cierro los ojos y
siento su presencia; aquí es donde él estuvo. Intento captar algo de su
esencia, pero no queda nada. No importa ahora si tengo frío y estoy
mojado, porque no puedo pensar en nada que esperar.

Al final de su nota de enojo, rayada en el banco para siempre, ha dibujado una cara sonriente, pero la boca está hacia abajo. Esa tonta cara parece tan condenadora y decepcionada por mí. Todo se bloquea hasta detenerse a mi alrededor hasta que sólo puedo sentir la nieve y la quietud, como si el mundo se hubiera detenido a causa de esta carita desdichada en la banca.

La nieve se desliza por mi cuello y espalda, pero no se pueden derretir lágrimas que ya caen. Me equivoqué al pensar que merecía una oportunidad con él.

No hay forma de que quiera verme ahora.

Es demasiado tarde y demasiado lejos para volver al garaje, así
que me siento en el banco con la carita y veo los copos que caen.
Tengo una manta conmigo del refugio, la cual necesitaré. El frío es
una fuerza mordaz, dolorosa que se apodera de todos mis miembros y
me hace inútil.

Ya no puedo molestarme con las reglas, eso está claro.

Ellas no me protegieron; simplemente me detuvieron de buscar
ayuda.
¿Cómo puedo confiar de nuevo, después de lo que pasó la última
vez que supe de amor y esperanza?
Pero de alguna manera sé que ya he ido más allá de esa decisión, y
que es demasiado tarde para volver a aquellos días en que todo se
sentía amargo y empañado porque Steve no me quiso lo suficiente
como para quedarse.
Tal vez sea desleal, pero parece que mi corazón ha seguido
adelante, a pesar de todo lo que dije sobre nunca de nuevo.

No quiero estar deprimido más, sólo quiero reírme de Jimin y
sostener su mano y hablarle sobre Dickens mientras juego con su
cabello y pierdo el bulto de dolor en mi pecho.

Algo extraño me sucede entonces. En lugar de hundirme en la
desesperación, me detengo y encuentro un lugar donde dejar de
caer- una plataforma donde puedo pensar. De alguna manera, me
quedo dormido.

La invasión de Yoongi. (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora