La invasión de Yoongi. (Yoonmin)

15

La caminata de regreso a los garajes no parece tan larga hoy. Es como si tuviera un regalo dentro de mí, un pequeño resplandor cálido que mantiene alejada la penumbra y el frío. Jimin me hizo reír tanto.
Con su rudeza y rubor alternativo, es como ropa en un tendedero,
soplando de un lado a otro. Casi me hace reaccionar, pero soy mejor que eso.

Las reglas.

Según ellas, no debería hablar con él, ni mirarlo, porque él es peligroso, y me recuerda el dolor de vivir.

No le hablé realmente, no es como que le conté la historia de mi vida.
No hay necesidad de culpa, en realidad no, y de todos modos,
estoy tan cansado de las estúpidas reglas. Mi hogar está intacto de
nuevo. Ha sido un buen día.

Hay una caja en mi paquete.

Nunca tuve una caja en mi paquete antes. Se ve fuera de lugar
contra las mantas y capas de cartón. Tiene una cinta roja alrededor de
ella-- claramente ha habido algún error. Tengo tantas ganas de
abrirla.

Tal vez, si sólo la abro, y luego la devuelva-- ¿Nadie lo sabrá? Es la
cosa más hermosa que haya visto-- indolente, brillante y frívola. Qué
alentador que la gente gaste su dinero en tales cosas.
La pondré a un lado mientras decido qué hacer con ella. Sin embargo vuelvo a mirarla.

No hay nada en el garaje excepto yo y mis estructuras de papel. Me gusta mantenerla ordenada, pero hoy sigo mirando de vuelta a la caja.
Ha dejado una semilla en mi cerebro para las cosas malas-- para las
cosas que vienen en los cartones y paquetes que rechinan y se
arrugan; para algo nuevo.

No debería abrirla-- debe haber caído por error. Tal vez el chico la
dejó caer.
¡Tal vez le pertenezca a Jimin!
Una oleada de sentimientos prohibidos empujan las reglas
mientras escarbo para conseguirla. ¿Qué podría un chico así tener
aquí? Las reglas me perdonen, pero la estoy abriendo, con tanto cuidado, porque le pertenece a él. Mi nombre está escrito en el interior de la caja. Mi nombre. Se ha tomado el tiempo de escribir mi nombre en la preciosa caja negra, lo que significa que pensó en mí.

¿Mi nombre?

El contenido es tan desconcertante que mi cabeza duele tratando
de averiguar el significado. ¡La risa escapa de mí en un estallido de
aire! ¿Este chico está enviándome a comer con una foto de él? Los
calcetines llegan a algún lugar dentro de mí y hacen cosquillas en un
lugar oculto, y pronto me estoy riendo a punto de estallar. ¡Este chico
está loco!

Después de que la risa muere, estoy agotado y siento como que
una tormenta ha pasado. La tos es muy mala hoy duele y los
escalofríos y dolores están corriendo por todo mi cuerpo. Esta caja me
ha conmovido más de lo que puedo recordar. Cualesquiera que fueran
sus razones, Jimin pensó en mí. Aunque fuera para ser cruel-- él
pensó en mí. Durante cinco minutos no fui un anónimo. Y puedo
llegar a comprenderlo. Tuvo que dedicarle tiempo a juntar esta caja.

Nadie lo hace sólo para ser vengativo.
Él estaba nervioso, rojo y tan fácil. Probablemente, fue cruel de mí
reírme de él, pero ese puchero malhumorado suyo es tan gracioso,
simplemente no puedo evitarlo.

El es muy guapo, y me hace recordar ser muy joven y emocionado
antes de una fiesta en la escuela. Acaricio su cabello en la foto
suavemente --no quiero dejar marcas-- ¿será suave o grueso? Parece
el capitán de un equipo deportivo, sin embargo, es fácil de poner nervioso. Ojalá pudiera bromear con él más y frenarlo de su malicia y andar de chico popular.

No puedo dejar de mirar mi nombre en la caja. Estará allí en esa
caja mientras esa caja perdure. Se desintegrará con la caja, por lo que
estarán siempre vinculados.

Las reglas están tratando de hacerme prestar atención a ellas, pero
las ignoraré. No tiene sentido esta caja- quizás por eso me encanta.
Existir en este mundo cruel sin otra razón que impresionar.

Una vez, me habría burlado de tal pensamiento occidental, pero ahora creo que hay belleza e inocencia en tal opulencia, y me hace feliz y alegre.

Toda la noche la caja está en mis pensamientos. La coloco junto a
mi fila de construcciones de papel. No tiene poder como las reglas, pero es como comparar una bonita flor silvestre a un edificio de hormigón. Notaré esa flor cada vez que la pase, pero realmente no podría decir lo que el edificio parece.

La tos es tan mala esta noche que tiemblo y me sacudo, aunque no
tengo frío. Mi cabeza duele por la sacudida, y por la mañana me siento
demasiado débil para llegar al refugio. Las barras de proteína y esta
pequeña caja serán suficientes.

Alguien pensó en mí.