Quattuor

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Hoseok


-Si todo sale como lo planeamos, la mercancía debería ser entregada mañana- Miraba las expresiones del viejo asqueroso y sólo podía fingir que estaba complacido con su presencia pululando a mi alrededor pero lo cierto es que era una persona sumamente repulsiva y a quien deseaba ver hundido en la mas profunda miseria. Deseaba verlo destruido por mi propia mano pero aquí estaba haciendo negocios con él hasta que tuviera suficientes medios para aplastarlo como la vil sanguijuela que es.

-¿Esta vez quien se encargará de recogerla? ¿Tus hijos ya solucionaron sus disputas? No podemos tener mas pérdidas gracias a ellos- El veneno que había en mi voz era lo bastante palpable como para que el viejo supiera que estaba siendo advertido.

-Los tengo controlados a ambos por ahora, esta vez irá mi mano derecha a recibir el cargamento- Gracias al cielo, esos mocosos me sacarían canas verdes en algún momento. A veces sólo deseaba plantar una bala en medio de sus frentes y acabar con su patética existencia.

-¿Namjoon? Entonces me despreocuparé porque sé lo bueno que es en su trabajo. De lo contrario me hubiese visto obligado a tomar medidas en el asunto- Levantó sus ojos afilados hasta dar con los mios y en ellos tenía un brillo macabro que a mi no me intimidaba en lo absoluto.

-Amenazándome, Jung?- Le regresé la mirada afilada demostrando que no me doblegaba ante él.

-Protegiendo mi dinero- Murmuré sin un ápice de broma.

-También está el mio en ese negocio- El ambiente se tornó tenso y lo ultimo que necesitaba era crear mas asperezas con Myeong Suk, cuando en realidad debía ganarme enteramente su confianza para poder destruirlo desde adentro.

-En otros asuntos, ¿cuando me dejarás comprar a 714?- Soltó un bufido aburrido.

-Ya hemos hablado de esto, Hoseok y sabes que mi respuesta siempre será nunca, no está a la venta- Suspiré un poco estresado. No podía entender el apego de este imbécil por Jungkook cuando seguía teniendo miles de esclavos.

-Ofrecí pagar el doble de su deuda y aún así no quieres. ¿Que tal el triple?- Levantó la ceja derecha con atención al escuchar mi propuesta aunque igualmente ese interés se esfumó tan rápido como apareció y volvió a su máscara que no daba espacio para consideraciones.

-Seguiré diciendo que no, 714 es especial, no puedo dejarlo ir- Rodé apenas un poco los ojos, sin llegar a ser muy obvio.

-Estás perdiendo mas de lo que podrías obtener si lo vendes y desaprovechas un buen negocio- Sacó un tabaco de una caja de madera.

-Puedo vivir con eso- Tomó su encendedor, llevándose la droga hasta los labios.

Apreté la mandíbula con molestia al no conseguir lo que buscaba.

-Bueno entonces requeriré sus servicios por esta noche- Asintió mientras le daba una profunda calada.

-Inmediatamente lo mando a llamar- Me puse de pie, no queriendo permanecer mas en la oficina, ya que mi ropa agarraría un olor asqueroso del humo. Y en parte también porque ya no soportaba su maldita presencia.

-Nos veremos cuando llegue la mercancía, me pondré en contacto con Namjoon- Murmuré caminando hacia la puerta.

-Siempre es un placer hacer negocios contigo- Hice un pequeño movimiento de cabeza antes de salir de la oficina.

Al poner un pie fuera, di una gran bocanada de aire desintoxicado. Y dirigí mis pasos hacia la salida de aquella casa.

Sólo debía esperar por Kook para largarme de aquí. Me pregunto por que diablos Myeong Suk no quiere venderlo, ganaría mucho mas deshaciéndose de él que reteniéndolo durante años hasta cubrir su deuda.

T-714 - Jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora