Celos..

6 1 0
                                    

Capítulo 6.

ERICK.

¿Por qué el idiota la besaba? ¿Por qué me molestaba? Ella parecía disfrutarlo, pero no entendía porqué me miraba amí mientras besaba a mi querido cuñado. Tampoco entendía porqué me molestaba tanto que se besaran. No sabía que me estaba pasando, pero desde que le di ese beso a esa mocosa no sale de mi mente, lo único que ha hecho es reírse de mí, ni cuando la besé cayó, era dura, pero sería mía, aunque en el fondo sabía que lo mejor era que ella se alejara de mí, yo le causaría más dolor que otra cosa, y presentía que ella no se lo merecía, pero en el fondo sabía qe la quería conmigo. 

Katherine estaba enojada conmigo, no era para menos, no quitaba mi vista de Madeleine, y cómo podría hacerlo, si lucia hermosa, además, era porque había tomado unos tragos de más y estaba algo ebrio. Kathy tampoco se merecía esto, ella sólo quería ser feliz y estudiar, estuvo conmigo en los momentos más duros, y aun así yo sigo siendo un idiota con ella, no la merezco, y sé que seguimos juntos por el acuerdo entre nuestros padres, pero en algún momento la dejaré en libertad, que haga con su vida lo que merece, merece a alguien que la ame, alguien que la escuche y alguien que se sienta más que orgulloso de salír a caminar con ella tomados de la mano; ella aún es joven y es una chica realmente linda y de un corazón enorme, y yo solo soy tonto que no valoro lo que tengo, que no puedo enamorarme de ella, por más que quisiera, solo sirvo para lastimar, al fin y al cabo, lo llevo en las venas.

Veo como Katherine charla con chico y me ignora, mientas John habla con una de las que anda con Madeleine, ignoro su nombre, asique no me queda más que buscarme una distracción para un rato, aunque no puedo evitar ver a Ben y Madeleine bailar tan pegados, mirarse de esa manera excitante, y de vez en cuando darse uno que otro beso, eso me está enfureciendo. Una morocha de ojos claros me toma la mano, y me lleva hasta un lugar alejado y oscuro.

-Me llamo Tamara, te vi muy tenso, y decidí buscarte para relajarte-habló la morocha, mientras empezaba a darme besos suaves. Admito que la chica no estaba para nada mal, me empezaba a gustar la manera en la que me besaba y me tocaba. La levanté y la senté en una piedra que había cerca, mientras desabotonaba mi camisa. Cuando veo a Tamara, se había quitado la blusa, y dejado sus pechos al descubierto, quise tomarla y besarla, pero no pude, era incapaz de tocarle un pelo. La chica se intimidó un poco al principio, pero estaba decidida a buscar acción. Se quitó su sostén, y la falda, hasta que quedó completamente desnuda. Empezó a besarme y a quitarme la ropa, siguió tocándome hasta que no se aguantó y se tiró encima de mí. Fue un momento breve, le di lo que quería, fui brusco, grosero, y una vez que terminé, me vestí y me fui. Tamara me gritaba cosas, pero la ignoré. La cara de decepción de Katherine me quebró.

-Me alegra que hayas vuelto Erick, John tuvo un incidente y te necesitaba-me dijo y me quedé pensando en mi amigo, y ella continuó-yo, yo lo siento, pero no puedo seguir así contigo, he hablado con mi padre, y no hay trato, no me casaré contigo, ni seguiré este juego de una pareja bonita y feliz, tú ve y haz tu vida, que yo haré la mía, si no quieres volver, puedes quedarte…-me dijo y se marchó. Sus palabras me agarraron de sorpresa, de alguna manera no quería perderla, pero a la vez, me hacía feliz. 

Fuimos juntos a ver a Jonathan al hospital, al parecer durante el tiempo que me ausenté, alguien le lo golpeó, hasta el punto de terminar en este asqueroso hospital.

Primero Kathy termina conmigo, y luego Ben llega con su amiguita, todo giraba en mi contra al parecer. A John lo dejarían hasta mañana en el hospital, y como no quería estar en ningún lado, decidí quedarme con él. Sé que se molestaría por lo que había pasado en la noche y más porque terminamos con Kath, pero también me entendería, era un muy buen amigo.

-Por tu cara estoy seguro de que nada bueno ha pasado, siéntate y cuéntame…-dijo en un tono serio.

Me senté, y por primera vez sentía vergüenza, me sentí avergonzado cuando le conté me hecho con la morocha, cuando le mencioné de mis celos hacia Ben, y de mi rompimiento con su hermana. Su cara no tenía expresión, no estaba enojado, estaba decepcionado de mí. Y eso era lo peor. Él era el único que conocía todo mi pasado, y el único que apuesta a que yo algún día podré cambiar.

365 Días..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora