Mamá

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Capítulo 9.

MADELEINE.

Me dolía la garganta de tanto gritar, pero no hubo caso, Erick no me oía. Agarré mi celular y vi que tenía varias llamadas de Be, asique le contesté un mensaje, y le dije que me fui porque mi madre me llamaba de urgencia, y que Erick se había ofrecido a llevarme, se quedó más tranquilo, y me dijo que cando pueda lo llame de nuevo.

No tenía idea de a dónde nos dirigíamos, Erick manejaba a toda velocidad, y ni se preocupaba en mirarme. Luego de unos minutos, fue bajando la velocidad, hasta que se detuvo. El lugar era gris y sombrío. Lo único en lo que pensaba era que Erick, me violaría y me mataría, me tiraría en este lugar, y nunca nadie, jamás, me encontraría.

Bajamos del auto, pero yo tenía el miedo a flor de piel.

-Madeleine, discúlpame, solo necesitaba hablar con alguien...-dijo en un tono bajo, pero me negaba a confiar en él.

-¿Y por eso me secuestraste? ¿Por eso dejaste a Ben allá, sin que pudiéramos explicarle?...-dije enojada.

-Madeleine cállate, te dije que quiero hablar con vos, y vos tan a la defensiva. Perdón por dejar a tu querido Ben solo. Ya volverás con él, ahora te necesito conmigo...-dijo y me quedé impactada.

Erick era una idiota, nunca se había comportado bien, con nadie, y menos conmigo. Nos sentamos con él en una piedra, y se puso a hablarme de su vida, se abrió conmigo, se puso a contarme sus problemas con Katherine, su vida con su familia, su vida como hijo único, pero sentía que de cada cosa que me contaba, algo me ocultaba.

Charlamos un buen rato, y de un momento a otro se paró y me dijo que nos íbamos. Pensé que nos íbamos, cuando estaba casi entrando dentro de auto, me agarró por la cintura, y me besó. El beso era deseado, necesitado, me agarró de la cintura, y me atrajo más a él, yo lo agarré de la nuca, y me negaba a soltarlo.

-Eres tan fácil cuando quieres, besas a Ben, y luego a mí...-dijo Erick en un tono burlista, pero no dudé en contestarle.

-Tú eres peor, te piensas que porque sigo tu juego, caigo en tus redes, peo no, a veces las mujeres también sentimos lastima...-le dije con una sonrisa ganadora, pero erré en mis palabras, ya que se subió a su auto, y se fue, dejándome ahí, sola.

Empecé a caminar, y el cielo se estaba poniendo gris, varias gotas empezaron a caer sobre mi rostro, la gente pasaba y me ignoraba, trataba de llamar a Ben o a mi madre, pero mi celular se había quedado sin batería. Caminaba y caminaba, en un bar me pareció ver el auto de Erick, y si, era él, que de adentro me miraba y me sonreía, mientras disfrutaba del baile que una rubia le hacía semidesnuda. Me sentí una tonta por creer en él, y seguirle su beso, pero eso no volvería a ocurrir. Me faltaban un par de cuadras para llegar a casa, cuando de repente, alguien me toca de atrás, me volteo, y era Katherine.

-Hola, disculpa que te agarre así, pero es urgente que te advierta esto, no confíes en Erick, él no es bueno, le gusta jugar on las chicas, y si caes en su juego, sufrirás, te lo digo por experiencia, nada más...-dijo avergonzada la morocha.

-Tú debes ser Katherine, gracias por tu consejo y sé que debe ser así, me secuestro, me besó, y luego me dejó sola, desamparada. Caminé y lo vi en un bar con una rubia semidesnuda. No entiendo como es capaz de hacerte esto...-le dije angustiada.

-Yo ya sé cómo es él, y ya estoy acostumbrada, no lo amo ni el amí, solo es por obligación que estamos, pero no quiero que te lastime, no quiero que siga coleccionando corazones rotos...-y con esas últimas palabras se fue.

Llegué a casa toda mojada, mamá estaba preocupada por mí, empezó a decirme muchas cosas, pero yo solo la abracé, y me puse a llorar. Los brazos de mi mamá, siempre era el mejor refugio. 

365 Días..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora