CAP 34: LAS CARTAS DE UN AMOR ROTO

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Narra Giselle:

Donde estoy?.....porque mi cabeza duele tanto?...

Me levante de donde estaba y vi que todavía me encontraba en mi habitación, con un pañuelo húmedo en mi cabeza y con mi pijama puesta

Cuánto tiempo pasó?...puede que ya sea el día siguiente...veo al sol atravesando su luz por las cortinas de mi balcón. Intenté levantarme de mi cama y apenas tenía la fuerza suficiente para hacerlo, tuve que apoyarme de las paredes y muebles para poder llegar a las cortinas, me mantuve firme y las abrí

Toda la luz me llegó de sorpresa y me cegó durante algunos instantes, cuando mi vista se adaptó, abrí las puertas y me recargué en el barandal del balcón para poder respirar aire fresco. Restregué mis ojos que ardían un poco por lo hinchados que estaban y mire bien el paisaje que se mostraba ante mi

Todo se veía bien, se podía ver a varios aldeanos caminando por las calles apenas saliendo a trabajar o abriendo y colocando sus tiendas o puestos para comenzar con las ventas

Todo estaba tan tranquilo, tan pacifico........que sentí envidia que esa paz no estuviera en mi interior, sentí un enorme nudo en la garganta de solo recordar algún pequeño fragmento de segundo de aquella horrible imagen que me invadía la cabeza

Porque tuvo que pasar todo esto?...si iban por mi, porque no atacarme directamente?...

Sentí lágrimas nuevamente corriendo por mis mejillas y pequeños sollozos comenzaron a salir de mis labios sin que los pudiera detener, caí lentamente al suelo mientras me recargaba en el barandal hasta quedar refugiándome en mis rodillas y cubierta por mis alas

Cada maldita memoria de felicidad invadía mi mente, momentos en donde Iván seguía con vida, cada desgraciado recuerdo llego a mi cabeza como si los dioses quisieran castigarme y que sufriera aún más de lo que ya lo hacía...

- princesa?..- Rosa entro por la puerta con mi pequeña bebe en brazos, intenté limpiar mis lágrimas y calmar mis sollozos lo mejor que pude para dirigirme hacia ella

- buenos días, Rosa- ella dio una leve reverencia hacia mí y me entregó a mi linda hija, tuve que retener las lágrimas al ver los cabellos pelirrojos de Catalina que me recordaban tanto a mi muchacho de ojos como el Jaspe

- se encuentra bien, su majestad? Necesita alguna cosa?- mientras que en sus labios mostraba una dulce sonrisa, en sus ojos se veía la preocupación y el nerviosismo que sentía en su interior, salió un momento de la habitación y volvió con una bandeja que tenía una cúpula de metal sobre un plato y con un jugo de naranja a un lado

La colocó en mi mesa y retiro la cúpula mostrando un plato de panqueques con miel, mantequilla y fresas, mi estomago rugió apenas vi aquella deliciosa pila de panqueques con mantequilla....y deliciosas fresas....en qué momento comencé a babear?

- Rosa, cuánto tiempo llevo dormida?- se giró a verme y respondió con una linda sonrisa algo nerviosa

- pues...em...3 días...- 3 DIAS?! Vaya! Estuve tanto tiempo dormida?! Tal vez por eso estoy tan hambrienta, me senté en mi mesa y me puse a comer mi desayuno, invite a Rosa a desayunar conmigo y ella aceptó alegremente, comenzamos a comer entre las dos la pila de panqueques

- lamento haberte hecho cuidar a Cata todo este tiempo- me disculpe al mismo tiempo en que metía algo de comida a mi vacio estomago, que deliciosos panqueques!!!

- no te preocupes, me encanta cuidarla- ella me veía nerviosa, como si quisiera decir algo pero no lo hacía, sabía lo que quería decir y apreciaba su preocupación de no tocar algo hiriente para mi, pero si estaba en lo correcto, el tema que tocaría me lastimaría aún con las palabras más pacíficas y tranquilas que existieran

✨AMOR DE FUEGO 12Donde viven las historias. Descúbrelo ahora