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No sabía que era lo que me pasaba. Desde que terminé con YoonGi todo había ido de mal en peor, empezando con que cualquier cosa que miraba me recordaba a él. En mi celular estaban guardadas miles de fotos suyas. Por más que lo odiara ahora no era capaz de borrarlas, y no creía que ni siquiera en un futuro estuviera preparado para hacerlo. A pesar de lo ocurrido seguían siendo muy buenos recuerdos. No lo negaría. Nos tuvimos el uno al otro en las peores situaciones, por lo que no podía mentir diciendo que él era por completo una horrible persona. Era simplemente alguien enamorado que no pensó antes lo que podrían provocar sus decisiones precipitadas.

O al menos eso quería creer.

Pero había algo extraño en todo esto. Semanas atrás me sentía de lo peor: devastado, deprimido  y vacío. En cambio actualmente... sí, me seguía sintiendo triste, pero no tanto como antes. No creí que sería tan sencillo de superar. Más que nada, mi parte Omega era quién ahora estaba como si nada, como si no hubiese sido la gran cosa. La parte humana era la más afectada, pero sin llegar al extremo.

¿O solo eran ideas mías?

De pronto, a cualquier hora del día me acuerdo de lo que sucedió en el tren, e inexplicadamente termino sonrojándome sin motivo alguno. Pero claro, también podría tratarse de un estúpido resfriado, o de mi celo que no estaba tan lejos. Probablemente eran a causa de esas estúpidas hormonas. Las odiaba. Se alborotaron mucho cuando Taehyung comenzó a decirme todos aquellos cumplidos de golpe. También su apariencia me había afectado demasiado, era excesivamente atractivo a mis ojos.

Decidí dejarme de absurdos pensamientos y salí de mi nuevo hogar para ir al super. Era muy temprano, por lo que ni siquiera me esforcé en lucir bien; mi pijama algo holgada y de color completamente blanco era más que suficiente para pasar por alguien decente. Lo único que había hecho fue cepillar con rapidez mi cabello rosado, el cual seguía pareciéndome malditamente infantil. Si iba a nacer con el pelo de color, ¿no pudo ser rubio? Quizás eso me habría hecho ver mejor.  

Dejando de lado ese tonto tema comencé a tomar las cosas necesarias para sobrevivir otra semana. Shampoo de coco, galletas de chocolate, huevos, leche, manzanas, fresas, carne, kimchi, etc... no necesitaba demasiadas cosas al vivir únicamente yo en esa espaciosa casa. La mayor parte de mi tiempo libre se iba en ella, ocupaba limpiarla a fondo, ya que nadie la había habitado desde el fallecimiento de mi madre. Mi papá murió dos años antes que ella, y mi único hermano se fue a américa para sabrá que cosa. 

Al tomar entre mis manos una caja de chicles de menta no pude evitar recordar a Taehyung. ¿Era legal que alguien tuviera esa apariencia y esa personalidad? De ahora en adelante ese sería mi nuevo concepto de perfección.

─Oh, eres tú.

Dí un salto en retroceso de donde antes me encontraba, mirando rápidamente al dueño de la voz que había resonado a mi lado izquierdo. Casi se me escapa el alma. Era Taehyung, pero en un traje completamente negro que sospechaba era su pijama. En una de sus mano sostenía un empaque de galletas con relleno de fresa, y en la otra llevaba la canasta.

─B-Buenos días, Kim ─dije lo primero que se me ocurrió contestarle.

─Buenos días, veo que también prefieres venir temprano por las compras. Te entiendo, no hay tanta gente y puedes elegir los productos que están en mejor estado.

─Exacto ─concedí─. Además, no necesito arreglarme mucho, las personas se concentran más en comprar sus cosas que en ver la ropa que llevan los otros.

─Pero tú eres muy lindo naturalmente ─dijo el Alfa. Su mano se posó sobre mi cabeza, desordenando parte del cabello que se encontraba allí─. ¿Te encuentras mejor?

⚜ ¦¦〘Alguien para amar » Vmin〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora