Tomando entre sus pequeñas manos la suave prenda de algodón se quedó observándola por unos largos cuarenta segundos, reflexionando. La situación en que se encontraba era bastante irreal, digna de una buena película de romance. Encontrarse justo en ese instante en la casa de los padres de Taehyung era... ¿extraño? Al principio no estaba en sus planes acompañar al menor, pero su insistencia (y la buena sesión de besos que se dieron) terminó por convencerlo el día anterior. Ahora estaba sentado en una de las orillas del colchón, mirando a la nada pensando en todo. El Alfa había ido a comprar un par de cosas para la cena, pero él por tu parte tuvo que quedarse en aquella casa. Tenía miedo de bajar a la sala, ¿y si no era del agrado de sus suegros? No podría vivir con eso en su mente.Su cuerpo dio un pequeño salto cuando la puerta de la recámara se abrió de golpe, revelando tras de ella a Taehyung; los cabellos se pegaban a su frente, seguramente había corrido todo el camino de regreso, lo que inevitablemente causó que produjera algo de sudor.
- ¿Tae? -Musitó confundido el omega pelirosa mientras se ponía de pie, siendo casi al instante atrapado entre los fuertes brazos de su pareja-. ¿Sucedió algo?
- Jimin, Jimin, mi Jimin... -murmuró el castaño con la respiración agitada.
El mencionado estaba a punto de volver a preguntarle por su extraño comportamiento, al menos hasta que se percató de que el aroma del Alfa estaba más fuerte que nunca, podía llegar literalmente al punto de <<intoxicación>>. Su omega se revolvió inquieto en su interior, rasguñando por querer salir y complacer al Alfa que había entrado en su celo.
- T-tae -le llamó con nerviosismo, pero él tan solo lo ignoró y deslizó su nariz por la piel de su cuello, dejando una pequeña y suave mordida por encima de donde se encontraba la glándula de olor.
- Mío -gruñó con fuerza, causando que las piernas del pobre pelirosado temblaran.
Sin decir nada se dejó hacer, siendo llevado nuevamente hasta la única cama que decoraba el cuarto. En menos de lo esperado Taehyung ya se hallaba encima de Jimin, retirando con desesperación la sudadera que llevaba puesta. Inclinándose hasta los abultados labios del Omega comenzó a recorrer su esbelta figura con las palmas de las manos, prestando suma atención a la delgada cintura que poseía. El cuerpo debajo de él se estremecía, jadeando y gimoteando contra sus labios; las feromonas del mayor llenaban la habitación, mezclándose con las propias.
Fresas recién cortadas y vainilla... ese olor traería loco a cualquiera
Se separó momentáneamente de aquel agradable contacto, contemplando totalmente embobado el menudo cuerpo de su pareja. La piel blanca de su torso cubierta por una apenas visible capa de sudor, sus tiernos y rosados pezones que adornaban su pecho, y su rostro... Dios. Jimin abría la boca, necesitando llenar de oxígeno sus pulmones, aquel tono rojizo en sus mejillas y labios lo hacían ver malditamente adorable, al igual que deseable. No creía ser capaz de contenerse por más tiempo.
- E-espera Tae -se apresuró a decir el omega con un hilo de voz, empujando con una de sus manos rellenitas el hombro del menor para que se detuviera.
- Tú... ¿no quieres?
Taehyung preguntó aquello con un semblante lleno de preocupación y confusión, por el aroma de excitación que emanaba el mayor podía darse cuenta que por lo menos si lo había provocado con sus acciones, entonces, ¿por qué lo detenía tan de repente?
Con más tranquilidad de la que pensó tener en un momento como aquel Jimin se incorporó y sentó sobre el suave colchón, cubriéndose parcialmente el torso con la sudadera que minutos el Alfa le había quitado con un veloz movimiento. Sus acciones eran meticulosas, ya que se encontraba bajo la estricta y atenta mirada de su pareja. Necesitaba ser cuidadoso con lo que decía, ya que los Alfas en celo por lo general se tornaban un tanto agresivos y posesivos, aún más tratándose de su omega. Estiró sus piernas y conectó miradas con Taehyung, dejando que su olor disminuyera un poco antes de proceder a hablar.
- Sí quiero hacerlo contigo Tae -admitió con un adorable rubor cubriendo sus mofletes-, pero estamos en casa de tus padres, ¿no sería descortés o de cierta manera grosero que hagamos algo así estando bajo su mismo techo, y aún peor, con ellos aquí? Pueden escucharnos y-y....
Balbuceo la última pregunta con vergüenza, jugando nervioso con los pequeños dedos de sus manos. Pensó que recibiría un regaño, o quizás una burla por parte del Alfa, pero en cambio lo único que escuchó fue un suspiro. Un minuto después el colchón se elevó un poco. Alzando su mirada pudo notar que el menor había sacado una pastilla de la maleta que habían traído con ellos, pasándosela sin ningún liquido de por medio. Con duda se quedó inmóvil, esperando acciones que le indicaran que debía hacer o decir algo.
Tae volvió a él y se sentó a uno de sus costados. No decía nada, sólo lo miraba con una muy ligera sonrisa.
- ¿Estás enojado...? -cuestionó en un bajo murmuro. Temeroso por la respuesta bajó su vista, admirando sin sentido alguno la prenda que estaba en su regazo.
- ¿Debería de estarlo?
Confuso por haber recibido una nueva pregunta a su interrogante se quedó en silencio. No quería alzar el rostro, no al menos que estuviera seguro de que la expresión que le esperaba no era ninguna relacionada con el disgusto, molesta o irritación que su mente imaginaba que tendría el menor con tanta insistencia.
- No lo estoy, Minnie -aseguró con la voz más suave que poseía-. Pensándolo bien, esa idea era bastante alocada. ¿En qué estaba pensando? Mi madre me hubiera matado en cuanto bajáramos, y obviamente no quiero que tenga una mala impresión tuya. Eres una bolita de arroz adorable, sí le cayeras mal por mi culpa no podría perdonármelo nunca.
- Ni siquiera sé sí le caeré bien para empezar...
- Lo harás~
El más alto entre los dos tomó las manos del omega entre las suyas, acariciándolas delicadamente. Con sigilo ambos se pusieron de pie, el Alfa encargándose de volver a vestir al mayor con la ropa que traía anteriormente. El omega por su parte se dedicaba a admirar la manera tan cariñosa en que Taehyung le acomodaba el cabello, susurrándole pequeñas pero sinceras disculpas vinculadas a su arrepentimiento de haberse dejado llevar por el celo.
Al final Taehyung logró calmarse y disminuir los efectos del calor gracias al supresor que había tomado. Jimin tenía los nervios a flor de piel, pero aún así bajó junto a su pareja al primer piso para poder saludar formalmente a sus suegros.
- Oh, por fin bajan, pensé que se quedarían encerrados ahí todo el día.
06/04/2020
ESTÁS LEYENDO
⚜ ¦¦〘Alguien para amar » Vmin〙
Fanfic➴ A veces, olvidar a alguien es una buena elección. Es especial si eso te trae más beneficios que 'desgracias'. Aunque el amor no siempre es perfecto... ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ✿ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ ─ Taehyung ↝Alfa/Top JiMin ↝Omega/Botton ...