Abrí los ojos y noté dos cosas.
Uno: Me quedé dormida. Dos: Había algo escondido entre las sombras.
Mi sueño fue uno de esos tan reales que sientes que podrías morir si mueres en él. Un lago se abrió oscuro e intrigante frente a mí y el reflejo tenue de la luna brillaba siendo la única fuente de luz del lugar. Detrás, la entrada a un bosque negro e intimidante, donde si observaba detenidamente me parecía ver ojos rojos mirando directamente a los míos, un miedo inexplicable se instalo en mi pecho haciendo que mi corazón se acelerara, lo único que me mantenía cuerda era saber que estaba en un sueño, todo tenia un tono sepia, de esos que aparecen en las películas antiguas.
Unas mariposas salieron volando desperdigadas por los aires desde los árboles. En el momento en que una de ellas intentó posarse en mi mano, desperté.
—¿Estás bien? —Noah, a mi lado, me observaba con los ojos muy abiertos. En realidad, cuatro pares de ojos me veían esperando una respuesta.
Tragué saliva y me arreglé el cabello. Qué vergüenza con todos, en especial con Nick. Mis mejillas se llenaron de un color rojo y noté que había estado sudando.
—Estoy bien, solo fue una pesadilla.
Solo una pesadilla, es por eso que no quería dormir, esa es la razón por la que debajo de mis ojos había dos surcos negros. Disimuladamente saqué una de mis pastillas para mantenerme despierta y, junto con una bebida energética, la tomé. Sentí que Noah me observaba, pero él disimuló cuando volteé.
La señora Roxane tomó el mando nuevamente en la mañana. Cuando nos detuvimos a desayunar en un restaurante de carretera, yo utilicé el baño para lavarme los dientes y la cara, y llevé a mi hermanita conmigo para que ella hiciera lo mismo. A pesar de ser una niña, había estado muy callada y tranquila en la parte de atrás de ese auto.
—¿Qué te tiene tan tranquila, cariño? —La ayudé a que se viera en el espejo.
Sonrió a mi reflejo.
—Sé que te gusta Nick —susurró.
Me quedé congelada en el acto. Me atrapó, pero ¿cómo?
—¿Cómo lo descubriste, Sherlock? —bromeé con ella.
Esta vez quería intentar ser una buena hermana.
—Tus ojos brillan cuando lo ves —chilló—. Es tan romántico.
Me reí y la bajé. Me agaché un poco para quedar a su altura y mirarla a los ojos.
—Escucha —suspiré—. El amor es una cuestión extraña. Él me gusta, pero creo que yo a él no. Así que este será nuestro secreto.
Hizo un gesto gracioso, pero parecio entender de lo que hablaba, al menos no diría nada.
—Bien —susurro.
—Además, no creo que lo veamos mucho, ellos estarán del otro lado del lago, ¿no?
Se encogió de hombros y se dio la vuelta para entrar a un cubículo.
—No te sientes —le advertí.
Me coloqué un poco de maquillaje, quince minutos después salimos del baño y comimos el desayuno. Seguimos el resto del camino hasta el mediodía. La señora Roxane manejó todo el día hasta sentirse cansada y cambiar de puesto, pero esta vez con Nick. El chico de mis sueños encendió el estéreo al momento de sentarse en el asiento del conductor.
—No te excedas en volumen —lo reprendió su madre.
Dio un largo y sonoro suspiro, pero aun así puso la música. Mi canción favorita de su banda sonó e instintivamente comencé a cantar. Me observó detenidamente por un momento, despegando la mirada del camino y ladeando un poco el auto.
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Secretos (Editando)
FantasyLos sueños son fragmentos de las situaciones vividas durante el día o eso es lo que nos quieren hacer creer. Zoey descubre que no es así, que su vida esta fielmente ligada a los sueños que empieza a tener cuando su abuela muere. ¿La herencia de su...