Desafíos literarios

19 - Lugar Secreto (RusMex vs UrssMex)

Notas del cap:

Err... está pensado para otro fandom pero... creo que queda bien con la ship...

Err... cierto, esta historia tiene saltos de tiempo porque no todo lo importante pasa al mismo tiempo obviamente...

¡A leer!

19 - Lugar Secreto (RusMex vs UrssMex)

Lagrimas cayeron por sus ojos cuando lo vio, de espaldas suyo, con algo entre sus brazos, cargándolo con cuidado y cantando una muy suave melodía para tranquilizar los pequeños soniditos que brotaban de aquello que el aun no había visto; un nudo se hizo en su garganta cuando vio a Urss, el hombre girar lentamente con una mirada que brillaba en alegría y un pequeño bulto de cobijas blancas envueltas entre sus brazos; en cuanto el de rojo y el tricolor se miraron a los ojos, Urss mostro la más grande y gloriosa sonrisa que México le hubiera podido ver jamás

-Es un barón- dijo emocionado, casi al punto de que le saltaban lagrimas de los ojos, México sonrió lo mejor que pudo, derramando lagrimas que el otro había tomado por completa felicidad que se hubiera quedado mudo, México carraspeo, dando un par de pasos y comenzando, enérgicamente a golpear sus hombros en señal de una eterna alegría

-¡No tienes ni idea de cuánto me alegro por ti Urss! ¡Mira nada más que niño mas adorable tienes!- grita el tricolor viendo al pequeño de ojos cerrados pero que se mueve al escuchar las voces de los otros, Urss sonríe, igual de enternecido ante su hijo, viendo a México quien mira a ambos alternadamente alegremente guardando en su corazón la alegría amarga que es ver a Urss y a su hijo...

=========5 años después========

La oscuridad lo había cubierto todo desde hacía mucho, México miro aquella enorme casa que hacía algún tiempo que no veía, suspiro suavemente notando como una bruma blanca salía desde su boca debido al frio que congelaba todo aquella noche nevada y más tranquila

Una suave sonrisa se poso en sus facciones, subió el cubre bocas negro y bajo mas el gorro cubriendo todo aquello que pudiera demostrar su verdadera apariencia; miro una vez más los alrededores; estaba más que seguro que se encontraba en un punto ciego para más de uno; estiro entonces una soga que dio directamente a la habitación por la que iba

Una vez vio que la cuerda estaba perfectamente afianzada para soportar su propio peso, comenzó a trepar con agilidad, lucho unos momentos con las enredaderas congeladas y acabo entrando por medio de la ventana a la habitación de quien estaba en esos momentos desamparados; se fijo antes de entrar que no hubieran cámaras de vigilancia, sabía que habría una gran posibilidad; su cuerpo se tenso cuando escucho a lo lejos el llorar de otro bebe, trago un poco y al escuchar que, al tiempo que él iba entrando lentamente en la habitación, unos pasos pesados y tranquilos pasaban de filo de la habitación y entraban en la de al lado donde pronto comenzó a escuchar una voz murmurar suavemente y el llanto del bebe deteniéndose...

Tomo un suave suspiro de alivio y volvió la mirada a la única persona que había en la habitación, dormido y bien tapado por una cobija, traga una vez más, sintiendo su cuerpo temblar entre el frio y los nervios de lo que sabía, era más que incorrecto pero, al escuchar la voz del único adulto dentro de la habitación fue suficiente para reforzar su determinación

Saco él un pañuelo que mojo rápidamente con cloroformo, con cuidado cubrió la boca del pequeño infante que rápidamente al sentirse empujado comenzó a patalear; fue por poco tiempo pues el paño hizo efecto demasiado rápido dejándolo inconsciente...

México suspiro aliviado cuando vio que volvió a caer dormido el pequeño country de dos colores en azul y rojo, trago de nuevo y, con cuidado cargo con el pequeño niño dejándolo amarrado a sus espaldas como las antiguas mujeres de Nueva España amarraban a sus hijos; tomo una nueva bocanada de aire y tomo el característico gorro (ushanka) del pequeño colocándosela en la cabeza y, con el mismo sigilo con que había entrado, salir dejando las almohadas del pequeño acomodadas a forma de hacer parecer que seguía durmiendo y, al salir, cerrar las ventanas negando a la idea de que alguien haya entrado en la habitación