Luminis: el origen

Capítulo seis

El sol comenzaba a iluminar el cielo, llevaban más de 5 horas caminando por el bosque y no habían parado más de tres veces debido a que Kyle insistía en que no estaban lo suficientemente lejos de su antiguo hogar. Charlotte y Melody renegaban con cada paso que daban, ellas no eran Lycans y a diferencia de Alec y Kyle quienes parecían muy a gusto caminando, sí se cansaban. Sin embargo, las constantes quejas no servían para que se detuvieran.

— ¿Podríamos parar ya? —Preguntó por décima vez Charlotte, ella al menos había intentado convencerlos mediante palabras, pero Melody se lanzó al suelo provocando que ambos chicos se giraran para ver qué había ocurrido y Charlotte al ver el resultado se sentó junto a ella.

—No es tiempo para hacer berrinches de niñas pequeñas. —Exclamó Kyle con el ceño fruncido.

—Entiendan que no estamos en las mismas condiciones físicas, estamos exhaustas. —Respondió Melody cruzándose de brazos, Kyle sólo rodó los ojos y resopló enojado.

—Solo queremos que estén a salvo. —Alec a diferencia de Kyle, parecía estar un poco más calmado.

—Lo entendemos, pero ya no podemos más chicos, estamos cansadas... —Las palabras y una mirada rápida de Charlotte a Kyle terminó de convencerlo.

—Pero no descansaremos aquí. —Kyle levantó a ambas chicas obligándolas a seguir caminando, lo que provocó que Melody soltara un quejido.

Finalmente, luego de unos 3 minutos llegaron a un pequeño pero hermoso lago que se encontraba escondido detrás de unos árboles. Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de Melody quién miró a Alec, con solo esa mirada ambos se pusieron de acuerdo y tomaron a Kyle y a Charlotte, en medio de gritos, quejas y risas Kyle y Charlotte terminaron dentro del lago siendo observados por Alec y Melody, quienes se encontraban tirados en el suelo riéndose de sus hermanos.

Esos momentos eran lo más valioso que tenían ahora y debían aprovechar sus segundos de felicidad, todos sabían que luego todo sería un caos, no tenían una casa a la cual llamar hogar, no tenían donde dormir o a dónde ir.

— ¿Qué haremos? —Pequeñas ondas de agua se creaban alrededor de Charlotte y Kyle.

—No lo sé, pero no dejaré que la pasemos mal. —A Kyle le preocupaba su hermano y también le preocupaban Charlotte y Melody, ya la habían pasado muy mal por sus padres y él no permitiría que eso sucediera otra vez, no quería verlas llorar, eso le rompía el corazón.

—No merecen pasarla mal. —Charlotte miraba a su hermana, quien estaba con Alec en la orilla del lago tirando piedras al agua y riendo— Quisiera que estuviesen así siempre.

—Igual yo. —Respondió Kyle.

— ¿Quieren comer algo? —Preguntó Alec en medio de gritos.

—No tenemos comida. —Respondió Charlotte obvia.

— ¿Quién dice que no? —Kyle y Charlotte salieron del agua rápidamente y cuando estuvieron completamente fuera del agua se percataron de la fogata que Melody y Alec habían hecho.

— ¿Cómo la encendieron? —Preguntó Kyle confundido.

— ¿Acaso se te olvidan con quiénes estamos? —Le respondió Alec pasando un brazo por los hombros de Melody, que tenía una pequeña llama de fuego danzando en sus manos.

— ¿Cuándo aprendiste a hacer eso? —La voz de Charlotte estaba inundada de orgullo lo cual provocó que una sonrisa apareciera en el rostro de Melody.

—Yo también puedo ser aplicada. —Las llamas que se encontraban en las manos de Melody se extinguieron.

Atraparon algunos peces que había allí y entre lamentos por parte de las dos chicas los mataron para poder comer algo y los cocinaron. Recolectaron algunas frutas que encontraron en el bosque, cuando comenzaba a caer la tarde continuaron caminando en busca de un lugar donde pudiesen vivir en paz.