Pasó un día, y el sacerdote Patrick acudió a nuestra casa con el miedo y la predisposición en sus ojos. Pero no encontró nada maligno, ni diabólico. Mucho menos maldito.
La chimenea humeaba desde hacía un buen rato, la comida que Mel se encontraba preparando despedía un delicioso olor, y mientras yo cosía un cobertor para nuestras camas —que luego multiplicaría con magia—, los chicos traían leña. No importaba que estuviera húmeda, el fuego mágico podía encender cualquier cosa.
Llegó hasta donde me encontraba y saludó con amabilidad, quitándose el sombrero que traía puesto.
—Saludos, jovencitas.
—¡Padre! Qué alegría verlo en nuestro hogar.
—¿Nos trae buenas noticias? —Preguntó Mel, saliendo de la cabaña con la cara ennegrecida por la ceniza, a lo que todos reímos con gracia, ahí me di cuenta de que Kyle y Alec ya habían vuelto.
—Me alegra decirles que sí. La señora Platt requiere doncellas en su casa para asear las instalaciones y para confeccionar sus vestidos. Es un poco ostentosa, pero eso sí, una buena mujer y fiel devota a la santa iglesia. Vive con sus hijos y su esposo es un reconocido comerciante que usualmente se ausenta del pueblo para comerciar con la sal. Él será quien les dé un oficio, chicos. —Dijo mirando a los dos que lo miraban con mucha atención—, tendrán un puesto en la mina, donde podrán conocer a los demás habitantes del pueblo. Estoy seguro de que este lugar será muy beneficioso para ustedes. ¿Qué les parece?
—Es magnífico, ¡más que eso! —Dijo Mel con una emoción que no podía esconder.
—Le agradezco mucho todo lo que ha hecho por nosotros, padre. —Hice una pequeña reverencia y él devolvió el gesto.
—No se preocupen, es mi deber con los feligreses. Ahora prepárense, comenzarán mañana.
—Así será, muchas gracias.
—¡Esperen! —Gritó mi hermana con emoción— Mm... —Soltó una risa nerviosa—¿No quiere quedarse a cenar, padre? Hay suficiente para todos.
—Pequeña traviesa, me asustaste con ese grito. —Dije riendo a lo último de la frase— No es una mala idea, ¿qué dice padre?
—Bueno, está por anochecer y...
—Oh, vamos padre, acéptelo en agradecimiento por ser tan bueno con nosotros. —Dijo Alec mientras le daba una palmada en la espalda que para él había sido suave, pero no para el sacerdote.
—Bueno... No puedo negarme ante eso. —Dijo recobrando el aire y haciendo que todos volviéramos a reír.
Cenamos con tranquilidad y apenas terminamos, el padre se despidió de nosotros de forma alegre, se colocó su sombrero y comenzó a caminar hacia su iglesia a buen paso.
Kyle.
—¿En qué piensas? —Le pregunté a Alec mientras mirábamos la luna creciente.
—Las chicas pronto cumplirán 18 años... ¿Recuerdas lo que decía Zet?
—Su ascensión... —Dije recordando las palabras de nuestro antiguo Alfa.
—Sí. Pero también decía que ellas no lo sabrían hasta el momento exacto.
—Espero que puedan llevarlo...
—También yo. Vamos a ayudarlas en todo lo que esté a nuestro alcance. Para mí, perder a Mel no es una opción.
—Yo tampoco pienso perder a Lotte.
Y en eso pensamos de forma constante antes de volver a entrar a la cabaña.
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Luminis: el origen
خيال (فانتازيا)"Elementa tueri potestate haec, et cognoscat mundus quia hic discutere ubi ceperunt." *** Bienvenidos. Magia, fantasía y lo más importante: la historia de las poderos...