Capitulo 6

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¡HOLA!

Perdón la tardanza, no tuve mucho tiempo para ponerme a escribir. Bueno, he leído algunas críticas (Por supuesto, ninguna con mala intencion, por lo tanto se las agradezco) Y las destacadas son sobre la trama, que aún no se entiende bien por donde va, y por la narración en diferentes tiempos. La trama, la van a entender, espero, en estos capítulos. Y sobre la narración, trataré que no haya fallas y más confusiones. Al ser esta la primera vez que escribo desde el punto de vista de los personajes, se me hace complicado, por lo que a partir del próximo capítulo (Este no, porque ya lo había preparado) empezaré a narrar desde un personaje externo, porque no esta quedando como yo quería, además de crear confusiones. Muchas gracias por los votos y comentarios.

¡Ya los dejo leer! Besos :)

Abrí lentamente los ojos. Aún me dolía la cabeza, así que me quede inmóvil. Estaba en una cama matrimonial, de color rosa pastel. La habitación era cómo de una adolescente mimada: pufs de terciopelo rosa oscuro, armario lleno de ropa extravagante, peluches gigantes por todas partes, y un espejo lleno de flores de colores y algunas fotos. Obviamente, no podía estar en casa de un asesino en serie...oh, espera, esto podría ser para que no levante sospechas, y ahora me van a dejar encerrado aquí y cuando yo crea necesario salir, me van a matar y cortar en pedacitos...

_ ¡Despertaste al fin! -Exclamó una voz. Miré en dirección de la puerta, allí se encontraba la chica esa...de nombre impronunciable. Llevaba su cabello rosa en una cola de caballo alta, vestía un overol rojo con lentejuelas y unas medias hasta el muslo rayadas, de color azul y blanco. Llevaba sus típicos tacones altos rojos. Lo que me alivió, fue que no tenía esas alas de decoración, lo malo es que si llevaba esas orejas y cola de lobo-

_ ¿Por qué me tiraste un palo? -Pregunté lo primero que se me vino a la cabeza, mientras me sentaba cuidadosamente-

_ ¿Eh? ¿Un palo?-Ella me miro sorprendida, luego se largó a reír de manera exagerada. Me había olvidado de su frágil sentido del humor- No, no, cuando te saqué del lugar donde estaba ese condenado Ángel, yo saque mi espada para atravesarlo, estaba muy lejos así que se la tire, pero mi puntería fallo y te di en la cabeza...

_ Y te llamaste idiota a ti, claro -Asentí. Luego reparé en algo- ¿Me lanzaste una espada a la cabeza?

_ Uf, si y lo siento ¿Ok? -Se acercó y se sentó en el piso cómo un indio, frente a mi- Ahora que has visto a ese Ángel, ¿Creerás en mi?

_  ¿Creer qué? -Pregunté distraídamente, mientras me paraba, tambaleándome un poco-

_ En que soy un Ángel Guardián, tú Ángel Guardián -Me tropecé y casi caigo de bruces, pero ella fue más rápida y me sostuvo el pie desde su posición, empujándome hacia la cama. Me miro con sus penetrantes ojos cafés- ¿Me crees, verdad?

_ Eh, mira...a tres cuadras de aquí hay un psicólogo si quieres lo llamo y...-Me callé, ya que ella había tirado un grito de frustración-

Empezó a caminar por la habitación con nerviosismo, con una mano en la cintura y la otra dándose golpecitos en la frente. Yo encontré mi oportunidad de huir, por lo que lentamente me fui deslizando hasta la puerta. Estaba en cuatro patas retrocediendo, hasta que ella se giró en seco con una sonrisa espeluznante. Me caí de culo al verla.

_ ¿Si te enseño algo que demuestre que si soy un Ángel Guardián, me creerás? -Preguntó de repente. Yo alcé una ceja, pero igual asentí- Bien

Dio saltitos emocionada hacia mí, mientras que yo retrocedía cada vez más.  Me topé con la puerta y Maldecí en voz baja. La chica me tomo de la camisa con una fuerza impresionante y me paró de un jalón.

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