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La campana había sonado y Alexander sabía que no llegaría a tiempo a clase, por culpa de "Dominik", por lo que, no se apresuró en llegar, de cualquier manera llegaría tarde. Al estar frente a su aula de clase, tocó la puerta, esperando respuesta.

Su profesor abrió y frunció el ceño al mirar al castaño frente a él, con una sonrisa cínica en su rostro.

— Señor Viktorek, nuevamente tarde, parece que es un reto personal.-

— Lo sé, por ello trato de mantener lo intacto.-

— ¿Puede explicarme por qué nuevamente llegó tarde? – Exigió el profesor, aún sin dejar entrar a Alexander al aula.-

— Está vez le aseguro que no fue culpa mía.-

— ¿En serio? –

— Si no piensa creerme, yo no haré nada para cambiar su opinión – Alexander alzó los hombros.-

— Es un caso perdido – Suspiro resignado – Puede entrar.-

— Que amabilidad – Dijo por último y entro al aula, yendo directamente a su espacio.-

— Retomemos la clase – Comentó el profesor y volvió a abrir el libro sobre historia que tenía en la mano.-

Alexander escucho algunos segundos lo que el profesor en turno decía, no escuchaba algo que realmente le interesará o llamara su atención, es más, la clase comenzaba a darle sueño. Se acomodo en el pupitre, metiendo su cabeza entre sus brazos, y cerro los ojos esperando quedarse dormido.

— Señor Viktorek, ¡DESPIERTE! – Alzó la voz el profesor, al ver aquella falta de respeto hacia la clase por parte de Alexander, y con toda razón, ya estaba hartó de aquellas niñadas.-

— Oh lo siento, me acurruco su voz.–

— Usted jamás aprende, esa falta de respeto e interese no le llevarán muy lejos, todo esto es únicamente por su bien y el de su futuro, debería considerar lo y tomar lo con más seriedad – Alexander escucho, se sabía aquel sermón de su profesor de memoria, siempre se lo decía.-

Antes de que Alexander pudiera replicar o decir algo, la puerta fue llamada otra vez, el profesor antes de entrar en cólera fue a atender está.

Un pelirrojo que llamo enseguida la atención de todos en aula, excepto la de Alexander pues volvió a recostarse en el pupitre, entro al aula detrás del profesor, después de haberle explicado el motivo de su visita.

— Muy bien todos pongan atención – El profesor dejo sus palabras a medias, pues noto nuevamente al castaño recostado – Señor Viktorek, nuevamente usted.-

Alexander se levantó de golpe, su mirada se colocó sobre su profesor y antes de excusarse, se quedó sin palabras al notar a Dominik frente a él, mirándolo con burla.

— ¿No dirá nada está vez? – Cuestionó el profesor, Alexander nego con la cabeza.-

— No.-

— Prosigo, el señor Grenger a partir de hoy será su nuevo compañero, espero le traten con amabilidad.-

Alexander lo miro confuso y Dominik sólo le sonrió, cosa que provoco que Alexander hiciera una mueca de desagrado.

— Muy bien señor Grenger, tome asiento junto – Reviso el salón buscando asientos libres – Oh, tome asiento junto al señor Viktorek – el profesora señaló al susodicho y Dominik amplió su sonrisa, para Alexander parecía bastante malvada, pero para las chicas del curso, se miraba bastante linda.-

— Está bien profesor, será un gusto – Camino hacía el lugar que había señalado el profesor, sin despegar su vista del castaño.-

— Qué gusto volver a vernos, ¿No lo crees? – Comenzó el pelirrojo.-

— Gusto sería que te cambiarán de aula – Giro su vista hacia otro lado, tratando de ignorarlo.-

— ¿Por qué el mal humor? ¿Arruinaron su siesta de belleza señor Viktorek? –

— Tu presencia arruina todo a mi alrededor.-

— Vamos, yo solo quiero ser tu amigo.-

Alexander se digno a mirarlo, aún su mirada no era precisamente amistosa.

— ¿Qué te hace creer que yo quiero ser tú amigo? – Lo miro disgustado.-

— Solo quiero llevar esto bien, después de todo seremos compañeros de aula y de asientos.-

— Podemos llevarlo bien, solo no me hables y listo.-

— Está bien señor Viktorek – Recargo su mejilla sobre la palma de su mano.-

— No me llames así – Musito el castaño con los brazos cruzados.-

— No sé tu nombre, no puedo llamarte de otra manera – Mencionó con ingenuidad fingida – señor Viktorek – susurro por último con diversión.-

— Llámame Alexander – Farfullo con la poca paciencia que le quedaba.-

— Pensé que jamás los dirías Alex – Sonrió con gracia.-

— No me digas Alex, me llamo Alexander – el semblante del mencionando era bastante serio, incluso Dominik pensó en dejar de molestarlo, pero era tan divertido hacerlo.-

— Está bien, está bien, Alexander, no te volveré a llamar "Alex" – Le guiñó un ojo, pues el castaño lo miro por el rabillo.-

Alexander tomo su libro de historia y lo colocó en el pupitre, acomodando lo para que pudiera cubrir su cabeza al momento de recostarse, Dominik lo miraba algo curioso y con una leve sonrisa, admirando lo que hacía, sin duda cada vez llamaba más su atención.

Editado: 1/Jul/2020
-kyoxnne

Amo a mi contrario © BL [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora