8.

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Se encontraban recostados en la cama de Alexander, abrazados. El más alto acariciaba la cabeza del castaño, mientras que este mantenía su cabeza sobre el hombro del pelirrojo.

— ¿Se lo dirás a tus padres? – Rompió Dominik el cómodo silencio que se había formado.

— Quizá – Soltó con suavidad y algo distraído el castaño.

— ¿Quizá? – Continúo Dominik con una sonrisa.

— Les dije que quería hablar con ellos, obvio no tenía planeado esto, así que posiblemente lo haga – Explico el castaño, separando se un poco del pelirrojo para poder tomar su celular, que se encontraba en la mesilla junto a su cama.

— Bien – Susurro Dominik, aún no lograba creer lo estaba pasando.

— ¿Y tú? – Fue ahora Alexander quién pregunto, sacando al más alto de sus pensamientos.

— Sí – Respondió rápido y sin complicaciones, tan natural.

— ¿Y qué piensas que dirán tus padres? – Alzó la mirada para ver el rostro del pelirrojo.

— Nada malo, posiblemente estén sorprendidos y quizá me regañen, me dirán algo como "te mandamos a estudiar, no a coquetear" – Fingió una voz aguda al decir aquello – Pero lo aceptarán, y no habrá mayor problema – Finalizó, se escuchaba calmado.

— ¿En serio? – Prosiguió el castaño com aquel interrogatorio , bastante curioso.

— Sí, ellos saben sobre mis preferencias, siempre me han apoyado, ambos siempre tratan de aprender sobre mi – Explicó al tiempo que bostezaba y cubría su boca con su mano libre.

— ¿Cómo fue cuando les dijiste?

— Pues, no te voy a mentir, al principio estaban confundidos, y me cuestionaron mucho, como tú ahora – Ambos soltaron una risilla – Pero al pasar los días, ellos abrían su mente cada día más, se informaban y daban cuenta que todo seguía exactamente igual, solo que yo me veía más liberado y eso los hacía feliz – Decía mirando al castaño.

— Mis padres... Realmente no sé como reaccionen, ni siquiera sé que esperan de mí, ellos solo me presionan para tener buenas calificaciones, por eso no quiero buenas calificaciones – Explicaba el castaño.

— Tienes que hablar con ellos, y decirles que necesitas saber que es lo que piensan.

— Lo sé – Bostezo el castaño, en realidad tenía mucho sueño ahora.

— ¿Y si dormimos? – Propuso el pelirrojo rodeando con brazos y piernas el cuerpo del castaño.

— ¿Y si mis padres llegan y nos ven? –  Cuestionó de vuelta con gracia.

— Bueno quizá podamos sacar beneficio de eso – Sonrió con diversión – De cualquier manera, le diré a tus padres que no pienso alejarme de ti, se los dejaré muy en claro.

— ¿Así? – Se separó el castaño para ver el rostro del pelirrojo – Pues mi padre dijo que llegaría temprano hoy.

La sonrisa del pelirrojo se desvaneció y trago en seco.

— ¿En serio? – Rió con nerviosismo.

— Sí, puede llegar en cualquier momento – El castaño lo molesto divertido.

— Pues entonces hay que aprovechar, ¿No lo creer? – Sonrió coqueto el pelirrojo y Alexander arqueo una ceja, mirándolo desconcertado – Y que se lleve la sorpresa de su vida – Comentó al tiempo que se acercaba al castaño.

— ¿De que hablas? – Susurro el más bajo, por la cercanía de sus rostros.

Pasaron unos segundos, dónde solo se miraban, el pelirrojo acariciaba las mejillas de Alexander, y esté, en un descuido de Dominik, comenzó a besarlo.

Amo a mi contrario © BL [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora