9.

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Alexander miraba a aquel chico frente a él, estaba bastante furioso y molesto, además sentía una enorme repulsión por él. Dominik por otra parte sentía un malestar en sus adentros, después de lo que Alexander le había contado sobre aquel chico, no podía sentir más que asco por él.

— Responde, ¿Qué haces aquí? - Persistió una vez más al no obtener respuesta por parte de Alex.

 — A mi en verdad me gustaría hablar contigo, ¿Sabes? - Exclamo Alex, acercándose cauteloso al castaño.

— Pues a mi no - Rechazo Alexander aquella propuesta algo alterado.

— Creo que es obvio que Alexander no quiere hablar contigo, es mejor que te vayas - Intervino el pelirrojo con un tono mesurado.

— Estoy hablando con Alexander - Por primera vez desde su llegada, Alex coloco su mirada en Dominik, era frívola. 

— Pero yo contigo no, y la conversación termina aquí - Alexander sentencio con claro desdén hacia Alex - Vete de mi casa.

— Alexander, en verdad necesito hablar contigo.

— ¿Sobre qué? - Lo miró con indiferencia - ¿Ah?, Déjame pensar, quizá sobre como le arruinaste la infancia a un niño, o, quizá, sobre como intentaste en más de una ocasión, lastimarme más allá de unos golpes - Soltó el castaño sobresaltado con la voz rota - Lo diré una vez más, vete de mi casa.

Alex dio un paso mas en dirección a Alexander, pero se detuvo al ver que Dominik también había avanzado.

 — ¿No te gustaría una explicación? - Alex sonrió internamente ante la expresión de Alexander.

— Habla entonces y vete - Fue lo ultimo que el castaño dijo antes de que Alex comenzara a hablar. 

— Al principio yo solo quería molestarte como diversión, persuadí en mis amigos y en los demás para que me hicieran segunda, y al ver que no hacías nada y que todos lo veían como algo sin importancia, continúe... Fue así durante algunos meses realmente, pero poco a poco, eso cambió... Me molestaba pensar que alguien te brindara ayuda o se te acercara, y a mi... A mi me gustaba verte indefenso, causaba algo dentro de mi, porque además sabia que si yo continuaba molestándote, tu siempre me tendrías presente - Se detuvo, Alexander lo miraba con horror.

Prosiguió — Las veces que yo... Intente lastimarte en aquellas ocasiones, era porque me molestaba pensar que podías andar en cualquier otro sitio donde yo no estuviera presente, y no quería eso...

Alexander se sentía asqueado ante cada una de las palabras de Alex.

— Lo hice porque... Me gustabas en ese momento y ahora - La expresión de Alexander cambió por completo, ahora solo tenía rabia. Dominik también parecía, no solo desconcertado, sino también furioso.  

— Qué asco - Susurro Alexander, incrédulo de la razón por las que Alex le hizo la vida imposible.

— Perdóname Alexander, yo, estoy muy arrepentido ahora, por eso me aleje - Musito con  una especie de arrepentimiento que el castaño no notaba sincero

— ¿Es una broma cierto? - Cuestionó atónito - Jamás voy a perdonar lo que tu me hiciste, porque no se trata de algo que hiciste sin saber, no es algo sin gravedad. Tu pudiste detener todo, tuviste la posibilidad, pero preferiste ser un egoísta y por ello casi pude... - Paro en seco, Dominik lo tomo de los hombros, a manera de protegerlo.

— Se que me equivoque, que todo fue una locura pero...

Alexander negó con la cabeza — No me interesa saber más de ti, dijiste lo que tenias que decir, así que vete - Su voz estaba afligida, le indico con la mano la salida, Alex miraba con recelo el como el pelirrojo sujetaba a Alexander.

Amo a mi contrario © BL [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora