K R A C K ¹ 【TAEJIN】

U N O

La luna brillaba en todo su esplendor, las nubes de lluvia parecían marcharse para darle la bienvenida al otoño, la estación favorita de Seokjin.

Ataviado en un abrigo enorme color negro, bufanda roja, guantes y botas, esperaba en la entrada de la universidad a su mejor amigo, Namjoon, el profesor de artes visuales que conoció desde la carrera. Hicieron clic desde el día uno y con el tiempo desarrollaron un lazo inquebrantable de amistad donde con solo verse a los ojos sabían que estaba pensando el otro. Hasta el verano pasado.

Podía recordarlo tan bien como si hubiese sido el día anterior.

Recordaba el enorme árbol de cerezo que cubría sus cuerpos de los rayos solares, en viento corria despeinado sus cabellos, ambos mirándose a los ojos, Namjoon con adoración y Seokjin con demasiada pena.

"Tengo sentimientos por ti, más allá de la amistad. Te amo como el amor de mi vida. Por favor, sé mi novio".

Seokjin sintió que el estómago se le revolvió. Nunca creyó que Namjoon podría decirle algo como eso, lo consideraba un hermano mayor, el cual cuidaba de su bienestar, aunque ahora que lo pensaba bien, podía notar con claridad todos los detalles que pudieron advertirle a tiempo: cuando tomaba su mano al cruzar la calle, los regalos en San Valentín, la insistencia de acompañarlo a casa y la forma en que lo miraba, atento, como si fuera la cosa más hermosa del mundo.

"Yo... Lo siento, te considero como un hermano. Lo siento tanto"

Fue lo que le respondió esa vez y aún podía sentir la incomodidad hasta entonces.

Namjoon aceptó sus palabras y le prometió que aquella confesión no arruinaría su amistad, por lo que trataron de seguir sus vidas hasta que consiguieron trabajo en una de las universidades más prestigiosas de Seúl, Seokjin como profesor de cinematógrafía y Namjoon como profesor de artes visuales. Aunque sus vidas parecían ser las mismas desde aquel momento, Seokjin tenía una pizca de incomodidad cuando estaba junto a Namjoon. Se sentía mal al ver que su amigo todavía lo tratara como el amor de su vida, como si en algún momento lograría convencerlo de su amor y vivir juntos.

—¡Lo siento! ¿Te hice esperar mucho?

Namjoon llegó a su lado tras correr hasta él.

Seokjin negó mientras sonreía.

Después de todo, Namjoon lo cuidó mucho durante sus tiempos de estudio y seguía a su lado sin soltar su mano. Era lo menos que podía hacer por él.

—Vamos, se hace tarde.

Insistió Seokjin tomando su maletín.

Ambos caminaron por el mismo recorrido de siempre, pasando la librería y la tienda de golosinas donde solían comprar gomitas con forma de osos en su época de estudiantes. Ahora aquellos recuerdos quedaron en su memoria.

Bajaron para tomar el metro en la estación del Este y subieron a los vagones. A esa hora, siempre se llenaba de una multitud que más que odiarlo, le incomodaba porque lo obligaban a pegarse a la pared con Namjoon sobre él, apartado por un centímetro, observándolo y poniéndolo nervioso.

Ojos negros.

Por el rabillo del ojo logró verlo. Un tipo estaba observándolo o al menos, en la dirección donde se encontraba y ahora que lo recordaba, se dió cuenta de ello, siempre se sintió observado cuando estaba en lugares públicos como la cafetería de la universidad, en el centro o en el vagón. Pero ahora pudo verlo, solo era un reflejo en el vidrio, aunque ahí estaba, era algo siempre usando un abrigo con capucha, cubriendo parte de su rostro, usando unos auriculares blancos.