K R A C K ¹ 【TAEJIN】

D I E Z

Observaba a través del cristal, la silueta dormida de Taehyung, quién estaba conectado a varias mangieras que le proporcionaban sedantes.

Hace un par de días cuando Seokjin despertó dentro de una de las instalaciones médicas del cuartel donde permanecía Taehyung. No recordaba mucho del como llegó a ése lugar. Las últimas memorias antes de perder la consciencia era sentir un dolor insoportable en el cuello y luego ver con ansiedad el rostro desfigurado de Taehyung. Aquella imagen invadía sus noches en forma de pesadillas.

Los ojos negros llameando con ferocidad, sus largos y filosos colmillos, la nariz arrugada, la piel blanca cubierta por líneas negras que amenazaban con cubrir su cuerpo, las garras en sus manos manchadas de sangre, el cabello rojo y desordenado, su enorme cuerpo encorvado y los músculos sobrepasando lo normal. La pesadilla comenzaba cuando se encontraba caminando por un lugar cubierto de oscuridad donde se sentía observado, luego ver la sangre tibia bañando su cuerpo desnudo, escurriendose por toda su piel hasta empaparlo y entre la desesperación de quitarse aquello, los ojos rojos brillaban y Taehyung saltaba en su caza. Despertaba en un grito y el sudor empapando su frente.

No supo cuántas veces la misma pesadilla se repetía, pero le sirvió pra diferenciar los sentimientos después de sus visitas nocturnas, llegando a la conclusión de que no era el temor de morir a manos del ser que amaba, sino de que todos a su alrededor creyeran que era un monstruo. No sabía mucho del porqué tuvo un cambio drástico aquél día, pero estaba seguro de que no lo hizo con el afán de matar a todo cuanto se moviera, sino porque quería salvarlo. Lo notó en un solo segundo antes de que ocurriera toda la tragedia. Sus pupilas esmeralda, diltatadas al encontrarse el uno al otro, aliviado de ver que tanto uno como el otro estaban bien, hasta que el dolor en su cuello llegó y arruinó todo.

Llevó una de sus manos a su cuello y sintió las vendas recién cambiadas.

Hyuna era muy buena en el ámbito de la medicina, así que fue quién se encargó de cuidar su herida. Mientras se encargaba de lo suyo, le contó como el Conde Liam se atrevió a morderlo directamente, acto considerado entre los Kracks como bajo; unos litros más de succión y Seokjin no hubiera sobrevivido. Le dejó una horrible marcha en la piel, no se atrevió a echar un vistazo en el espejo que le ofreció Hyuna con amabilidad, pero imaginó que no eran dos orificios como lo pintaban en las películas. Solo temía en que no le dejara una horrible cicatriz.

Hyuna también le contó un poco sobre el porqué de la transformación repentina de Taehyung. Era algo que llamó fases lunares, que no tenían nada que ver con la licantropía, sino por la forma en que la oscuridad pareciera devorar a la luna, de la misma manera en que la sangre se pintaba en un tono negro. Casi no entendió porqué Hyuna tampoco entendía del todo el por qué de la transformación de Taehyung.

Y para colmo, aquel suceso se derramó como agua entre todos los agentes de la base. Sí, era increíble, pero no entendía el afán de acercarse a la habitación donde Taehyung descansaba solo por morbo. Le molestaba encontrar a un par de agentes ahí y no dudaba ni un segundo en echarlos.

Desde que fue dado de alta, Seokjin se encargó de permanecer cerca de Taehyung mientras se recuperaba. Estaba prohibido ingresar a la habitación, así que solo se mantenía sentado afuera, mirando a través del cristal, como su cuerpo, poco a poco, tomaba su forma normal. El cabello rojo ahora solo permanecía en las raíces, las venas negras estaban volviendo a su lugar, a un costado de su cuello, su cuerpo tomó su tamaño y forma, solo sus garras parecían luchar y colmillos descansaban aún sibre su labio inferior. Tenía tantas ganas de entrar y tomar su mano solo para brindarle compañía, pero era peligroso, debido a que podría despertar y atacar naturalmente como un depredador.

—Deberías descansar.

Se volvió a la voz y encontró al jefe E'Dawn a su lado, con las manos dentro de sus pantalones, mirando hacia Taehyung con los ojos preocupados. Supuso que era como un hijo, prácticamente lo crió desde pequeño o al menos eso tenía entendido.