K R A C K ¹ 【TAEJIN】

D O C E: F I N A L

Los siguientes días para Taehyung y Seokjin fueron de tórrido romance.

Desde aquella primera noche en que compartieron sus encuentros sexuales y emocionales, decidieron proseguir el experimento de Taehyung, el cual implicaba darle gotas de sangre diarias para controlar su repentino comportamiento primitivo, en éste caso, fue el mismo Seokjin quién se ofreció para ser el chivo expiatorio a sabiendas de lo mucho que arriesgaba en dado caso de que todo se fuera por la borda, por ejemplo, ser asesinado por su amado, como en la literatura de Romeo y Julieta.

Taehyung negó usar la sangre de Seokjin como prueba porque no confiaba en sí mismo, tenía acabar con su vida si de alguna menera lo atacaba mientras tenía la mente nublada, pero al final, cedió tras los lindos pucheros de su compañero, animándolo a seguir con el plan.

El primer día, Seokjin pinchó su dedo índice con un pequeño alfiler, apretó el dedo y en seguida brotó una pequeña esfera de sangre. Lo siguente que vieron sus ojos fue una mancha frente a sus ojos, un ventarrón agitando sus cabellos y las cortinas, para finalmente encontrarse solo en la habitación por al menos dos horas.

Taehyung volvió para la hora del almuerzo, Seokjin se encontraba preparando un pollo frito cuando casi tiene un infarto al sentir las manos frías de su compañero tomando su estrecha cintura, apoyando su frente en su hombro. Le tomó al menos unos minutos para tranquilizar el agitado corazón de su Krack para después tomar su rostro mortificado, con aspecto de haber llorado.

—¿Qué pasa grandulón?

Susurró mientras unía sus frentes haciendo que Taehyung tuviera que encurvarse un poco debido a la diferencia de estatura.

—¿Dónde te metiste?

El Krack mordió su labio inferior tratando de controlar el temblor antes de su llanto silencioso.

—El olor de tu sangre se apoderó de mi mente, así que huí de la habitación. Corrí lejos, al menos unos cien kilómetros lejos de ti con el temor creciente en mi interior de volver por ti y hacerte daño. Yo no... Yo no sé-

—Shht— Interrupió Seokjin dándole un pequeño beso en los labios. —Confío en ti y sé que si te hubieras quedado un minuto después de pincharme el dedo, no me harías daño porque eres fuerte y me amas ¿No es así?

Taehyung tragó saliva con pesar imaginando cómo pudo ser aquella escena si su cobardía no tomara lugar en ése momento.

—¿No es así?

Las manos cálidas de Seokjin le obligaron a mirar sus nuevos ojos esmeralda.

—Tienes toda la razón, ángel.

Seokjin sonrió.

—Bien. Ahora, ve a tomar una ducha porque el almuerzo está casi listo.

Dio un beso pequeño a sus labios y vió a su compañero marcharse junto a la estufa para seguir mezclando quién sabe qué, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Amaba que fuese esa parte razonable que lo obligaba a llenar su cuerpo de valentía.

Para cuando ambos se sentaron en la mesa, Taehyung notó la forma extraña de comer de su compañero, empezando porque se sirvió una ración doble de comida, metiendo los bocados a su boca con desesperación mientras a su lado descansaba un bote nuevo de Nutella, donde enterraba su cuchara para meterla a su boca. No es que le desagradara que fuese de los que tienen demasiado apetito por la comida, sino que le causaba curiosidad su cambio de alimentación, pues en su cena de año nuevo comprendió que mantenía una dieta de porción aún más pequeña que la suya propia. Más que escandalizarlo, le fascinaba ver que Seokjin se alimentaba muy bien, aún cuando en uno de sus bocados logró manchar parte de su mejilla con alguna mezcla de nutella y arroz.