Ambos se habían quedado dormidos en lo que eran los restos de un barco de carga, después de explorar un rato aquel sitio, porque claro, no todos los días tenías la oportunidad de hacer una exploración en un barco hundido, decidieron descansar.
El primero en despertarse fue el hijo de Poseidón, se acurrucó un poco más antes de levantarse por completo sintiéndose pleno y cómodo, hasta que sintió que su almohada subía y bajaba lentamente. Abrió los ojos encontrándose con que estaba dormido sobre el pecho de Nico, se levantó rápidamente.
— ¡Ugh! ¡Maldición, no otra vez! — Se quejo el ojiaqua haciendo un berrinche, anteriormente también había tomado a Nico como almohada y por segunda vez tuvo la suerte de levantarse primero antes de que el menor lo golpeara.
Percy sobo el puente de su nariz entrando en un dilema, Nico,aún recostado en la blanca arena, tenía la camisa medio levantada, baba corría por su mejilla y su nariz se encontraba roja al igual que sus labios seguramente por el frío, pero parecía no molestarle en su profunda siesta.
— ¿Está vivo siquiera? — Se pregunto a sí mismo, suspiro decidido. Se arrepentiría luego, pero Nico se lo agradecería por levantarlo para que « No perdieran el tiempo » como solía decir el menor.
Lo pateo y Nico se levantó soltando un quejido.
— ¡¿Cuál es tu problema?!
— ¿De verdad preguntas eso? — Retrocedió con una sonrisa, Nico se tomaba las costillas aún sentado en la arena. — Parecías un cadáver así que solo quería asegurarme que siguieras respirando, por desgracia sigues aquí.
Nico gruñó molesto, si algo odiaba más que a Percy era que lo despertaran de sus siestas profundas y que Percy lo haya despertado de una...
— Eres un idiota muerto... — Se lanzo sobre el hijo de Poseidón hasta hacerlo caer en la arena, Percy con una sonrisa en el rostro y Nico con el ceño fruncido, comenzaron a rodar en la fría arena hasta que fue el turno del menor de quedar sobre Percy. — Di tus últimas palabras, sesos de algas.
Lo agarro del cuello de su camisa y con la otra mano levantó el puño, Percy le sonrió y este se detuvo.
— ¿Qué te da risa? ¿No te da miedo morir? — Arrugó la nariz y bajo su brazo hasta descansarlo en el pecho del ojiaqua.
— Oh, mi querido Nico. No me importaría morir entre tus voluptuosas piernas, grrrr. — Aquello fue suficiente para que el menor se levantara de inmediato, Percy jugaba con la información que tenían de ellos a su favor, Nico entre asqueado y sonrojado lo veía varios pasos lejos. — ¿Qué pasa? ¿No me ibas a matar, primor? — Bromeó Percy levantándose.
— Cierra la boca, eres un pervertido asqueroso. — Gruñó el menor sacudiendo la arena en su ropa. Percy se rió en silencio, le encantaba molestar a aquel pequeño. Sus mejillas ahora junto con la nariz, labios y orejas estaban rojas, de su respiración salía vapor. Oh, Nico se veía tan apetitoso.
— Bueno, no hay tiempo que perder, si queremos salir de aquí debemos continuar. — Nico no imagino que aquella vez Percy fuera la voz de la razón. Lo siguió alejado para acabar caminando uno detrás del otro, esta vez sin charla de por medio.
Nico aún cabeceaba agotado, Percy hacía muecas viendo por dónde iban y a dónde le decía su instinto que fuesen.
— ¡Ayuda! — Escucharon ambos y se alarmaron, la voz de una mujer que pedía por ayuda no se escuchaba lejos. Percy salió de la burbuja para ir rápidamente a ayudar dejando a Nico a su suerte.
Era un instinto, un estúpido instinto y una voz en su cabeza que le decía a Percy que ayudará a todo aquel que necesitará ayuda, sin pasarle por la mente haber dejado solo al menor.
Se detuvo cuando vio entre un montón de piedras a una Ninfa atascada, se detuvo a presenciar la escena. Cuando se acercaban a una ninfa estás solamente le decían malas noticias, como que tenía a su primo como novio u cosas extrañas de los dioses.
Así que dudo en ayudarla.
— ¡¿Te vas a quedar ahí parado?! ¡Tienes que ayudarme, este vestido me costó mucho! — Se quejo la mujer, Percy volvió a hacer una mueca al ver aquel vestido hecho de algas. Rodo los ojos y se acercó para ayudarla levantando las rocas con ayuda de sus poderes. — Ugh, que horror, pensé que me quedaría atascada por otro siglo.
— Uh... Vale, yo me voy. — Al darse la vuelta se encontró con un molesto Nico, cruzado de brazos, con las mejillas rojas y los ojos algo irritados seguramente por llorar. Se veía tan horriblemente tierno. Percy sonrió nervioso. — Hey...
— Suponiendo que somos pareja... — Nico comenzó a caminar hacia el mayor mirándolo con odio. — Terminamos, suponiendo que somos primos, siempre te voy a detestar y suponiendo que sigamos siendo un maldito equipo... ¡Eres un asco para trabajar en equipo!
— ¡¿Perdón?! ¡Tú eres el que no ha aportado nada, yo soy el de los poderes, yo he guiado, nos conseguí un lugar para dormir y sobre todo no te he abandonado teniendo todas las malditas oportunidades! — Explotó Percy. — ¡Eres un mocoso irritante, no me sorprendería que afuera no tengas amigos, mucho menos pareja, porque que quede claro, tu y yo no somos nada!
— Ejem... — Interrumpió la ninfa que estaba de espectadora. — ¿Terminaron?
Percy y Nico se miraron y luego volvieron a ver a la mujer, ahora mismo lo que menos querían eran ponerse mutua atención.
— Co-Como agradecimiento por tu ayuda... Los guíare hasta la Atlántida, dónde tu padre probablemente esté esperando. — Se dirigió a Percy, asombrado no pudo evitar mirar a Nico olvidando su enfado. El menor se sonrojo y desvío la mirada molesto, Percy bufo irritado.
— Te lo agradecería... Tenemos que terminar con este asunto en cuanto antes. — Se apuntó a el mismo y a Nico.
— Al menos en algo estamos de acuerdo. — Murmuró Nico comenzando a seguir a la Ninfa. Fue turno del mayor de caminar por detrás, estaba desanimado. No había querido gritar todas y cada una de sus anteriores palabras que al parecer sí habían herido a Nico.
Ni siquiera sabía que tanta verdad había en ellas, porque ni siquiera sabía su nombre.
Veía la espalda del menor queriendo abrazarlo y consolarlo, Percy no sabía si era solo el mismo, pero estaba seguro que Nico era alguien especial, antes y ahora.
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• Burbuja • [PERCICO]
FanfictionSu zona de confort había sido afectada con la llegada de una tercera persona. Hasta la burbuja más bonita se puede llegar a reventar y la de ellos estaba apunto de hacerlo. ✓ Percy x Nico