Loba en piel de cordero.

El malentendido.

Hasta que el desconocido impacto su puño en la cara de Daryl. Si, si, tal como leeis, de Daryl, MI MALDITO DARYL que iba del brazo de una maldita rubia oxigenada.

Él se tambaleó por el impacto, mientras la rubia intentaba parar al que supongo que sería su novio, éste la apartó con rabia y se lanzó hacia Daryl, por supuesto mi pronto maldito ex novio era mucho más grande que aquel chico y no dudó en devolverle el golpe al rubio, que al recibirlo por poco cae de espaldas.

En ese maldito momento mi cerebro comenzó a funcionar, me levanté bruscamente, tirando mi silla, produciendo un fuerte estruendo. Los ojos de Daryl se cruzaron con los míos, en ese instante la ira se apoderó de mi, sus ojos se abrieron con sorpresa.

Caminé a paso rápido hacia él, entonces ví miedo en sus ojos, los míos se cristalizaron por completo, aparté bruscamente al guapo desconocido y entonces fue mi puño el que impactó en la nariz de Daryl, arrancandole un fuerte gruñido de dolor.

-Cariño... escucha, esto no es lo que piensas.- me dijo aún sujetando su nariz que sangraba con ganas.- mi amor ella es...- le interrumpí con una patada, directa a sus costillas, el gritó, notaba como la gente me miraba horrorizada.

-¿Cariño?- preguntó la maldita rubia, a la que fulminé con la mirada. No la iba a golpear, ella no me debía nada, no la conocía, aun que su cara me resultaba familiar.- ¡Claro, tu debes de ser Lyla!- mi cara reflejaba confusión.

-¿Que?- fue lo único que alcancé a pronunciar.

-Cariño escucha...- suplicó Daryl, ganándose así otro golpe por mi parte.

-¡Callate!- levanté la voz, casi sin poder evitarlo.- Tu... tu... ¿cómo has podido? Se supone que ante todo... ¡eramos amigos!- lagrimas corrían por mis mejillas. El desconocido me miraba con confusión y miedo tal vez.

-Cariño... esto no es lo que parece ¡joder!- en su tono había dolor, supuse que por los golpes.- Cariño...- le corté con otro golpe, no soportaba que me llamase así después de su maldita traición.

-¡No vuelvas a llamarme asi! Joder Daryl... me das asco, no se... no se como has podido... hacerme esto...- le dije entre sollozos. La rubia se acercaba a mí.

-De acuerdo, esto es un malentendido.- dijo la chica mirándome a mí y al rubio. Mi ira iba creciendo.- tú.- lo señaló a él.- eres un jodido idiota por creer que te engaño. ¿Que demonios haces aquí?- se atrevió a decir ¿indignada? ¿pretendía que la golpeara, tal vez?

-¿Yo? ¿Yo soy el idiota? Te recuerdo que has sido tu.- la señaló con rabia.- quien me ha mentido para venirse de viajecito a estar con su puto amante.- mi ira iba creciendo cada vez mas y la de aquel chico también.

-Tu eres una zorra.- no pude evitar soltar esa frase.- y tú un infiel de mierda.- dije mirando a Daryl, claramente dolida.- Ahora lo entiendo, por eso nunca tenías tiempo ¡joder! No se como he sido tan estupida...- lágrimas volvieron a caer.

-Obviare que me has llamado zorra.- dijo la rubia con cierto tono de soberbia.- Supongo que es inseguridad todo este escándalo que veo.- sonrió con superioridad a la vez que sacaba una cajita roja de su bolso.