—¡Hey! Arthur, contesta cuando te llamo, llevo mucho tiempo marcando a tu celular—habló enojado por el celular su amigo—¿qué respuesta tienes?
—Perdón Ethan, estaba adelantando las materias del semestre—respondió un poco perezoso—me toca entregar todos los trabajos el próximo mes y ya me siento muy cansado.
—cierto, cierto. ¿Qué te tocó hacer en la policía interna? ¿Verdad que te tocó ir a un refugio de mercenarios? —le preguntó Ethan.
—¡Hey! ¿Qué te he dicho de hablar de eso? Estos temas no los tocamos por celular, es cosa de seguridad, ya sabes. —respondió Arthur un poco alterado —hoy vamos a almorzar al mismo lugar, ahí te cuento, ¿Bueno?
—¿A qué horas sales de la escuela mayor? Ojalá sea temprano, ya tengo hambre.
—Ummmmm. —Arthur mientras miraba la hora en el celular y calculaba todo lo que tenía que entregar—Creo que, a las dos, ¿Vas por mí almuerzo? ¿Sí?
—¡A las dos! —gritó Ethan. —es muy...
—¡Auuu! Mí oído idiota—dijo Arthur con enojó, mientras se sobaba el oído y se ponía el celular en la otra oreja.
—Perdón, perdón. Creo que sí me pasé. Sí, sí, yo voy por tu almuerzo, carne de res, ¿Cierto?
—Exacto, ya estaba cansado de la comida para preparar de la policía. —lo dijo Arthur mientras se sobaba las cienes con cansancio—recógeme, ¿Bueno? Y hablamos un rato, a ver cómo van las cosas, estoy tan alejado del mundo, no sé que ha pasado en la escuela, ni con vos.
—Tienes razón... —se quedó callado un momento Ethan—llegaron clientes, después hablamos, Art.
—Atiende entonces, nos vemos en la tarde, cuídate ET—colgó Arthur.
Se quedó un momento quieto—"Bueno, tengo que hablar con el instructor de codificación y luego el de matemáticas"—pensó Arthur. Después de esto, suspiró con desgane y siguió su camino hacia los salones de la escuela mayor, un poco cabizbajo.***
Cuando por fin Arthur terminó su búsqueda, se sentó en el parque y se relajó un rato. Después de un momento le llegó un olor de perfume que ya reconocía de hace mucho, ese olor a sandía, tan dulce como le gustaba a Arthur.
—Tiempo sin verte niño genio, ni te comunicas con tus amigos, ahora me debes algo de comer. —le dijo la chica, una chica de cabello muy oscuro, que, con la luz del sol, parecía un color azul, sus labios rojizos y un poco mordidos por el estrés, lo estaba mirando con unos ojos de color café oscuro, pareciera que se combinaran con el color de las pupilas.
—Hola, Elizabeth, ¿Como estás? Está bien, te invito a una cena. —dijo Arthur con una sonrisa, mientras se volvía para mirarla, su cara delgada y terminando en punta lo atraía un poco, era una mujer muy bonita, sus cabellos eran un poco rizados que le caían sobre los hombros. —aún estás muy blanca, deberías broncearte un poco más para que consigas novio.
—No, sé que te gusta así—lo miro y le hizo una sonrisa pícara—¿Cómo te ha ido? ¿Cómo te fue en la interna? —preguntó Elizabeth, mientras se sentaba al lado de Arthur—Puedo preguntarte eso, ¿Verdad?
—Claro que puedes preguntar, pero no contar, ¿Bueno? Y claro que me gusta tu piel así—hizo una sonrisa Arthur—me fue bien, estoy un poco cansado, pero igual me toca seguir.
—¿Cómo? —se preguntó Elizabeth tocándose el pecho—¿Me estás diciendo "vieja chismosa”?
Arthur se rio —Claro que no, solo digo, Beth, sé que no eres así y bueno, cuando pueda te informaré.
—bueno, yo ya almorcé, al parecer tú no. Tienes que comer, si no lo haces tu cuerpo va a reaccionar de mala manera y nada de energizantes, ¿Okey? Sabes cómo daña tu organismo—le advirtió, mientras se levantaba y se sacudía el polvo de su cola—malditas sillas, me ensuciaron el uniforme.
—jejejejeje. Entiendo, entiendo. Ya voy a salir a almorzar con Ethan, vamos a hablar todo lo que hice con la policía interna, si quieres nos acompañas ¿Te parece?
—no, me encantaría, pero me toca hacer unos trabajos para mí especialización...—Elizabeth se quedó callada un momento, mirando hacía la nada con una cara graciosa—Por cierto, salúdame a ET, dile que toca reunirnos un día para adelantarnos de lo que nos ha sucedido.
—Sí, tienes razón Beth. Nos comunicaremos luego ¿Vale?
—Vale Arthur, pero sabes que odio que me digas Beth; —arrugó la nariz y lo vio un poco mal—suena como si fuera una anciana. — Elizabeth revisó su reloj — vete ya, niño genio, te va a hacer la tarde. Después hablamos.
—Je! Vale Beth, cuídate, cuidas tus ojeras—se rio Arthur, Elizabeth lo miraba con una cara cada vez más seria—Perdón, chiste malo Beth. Háblame cuando puedas. — le dio un pico—Por cierto, Beth, ¿En qué te vas a especializar?
—Cirugía general, Arthur. — lo abrazó con fuerza—Me visitas Arthur, por favor, vivimos en el mismo edificio.
—Cuando tenga tiempo, voy a comer papas en tu casa—le acarició la cabeza—y vemos una película.
—Buena idea, vete ya Arthur. Saludes, chao—se despidió con un gesto de la mano y se alejó.
—Chao Beth—le respondió la despedida con la mano.
Minutos después, Arthur se levantó y se fue dirigiendo a la salida. Con paso lento camino a la puerta de la escuela superior.
Tiempo después, sonó el celular de Arthur—aló—contestando la llamada—¿Que tal Ethan?
—Art, ya estoy en la salida, apúrate, tengo hambre. Ya tengo tu almuerzo, vamos, vamos.
—Voy, voy. Estaba hablando con Elizabeth un rato. Ya te vi. — aceleró el paso. Ethan lo vio, le saludo con la cabeza y cuando llego le abrió la puerta—gracias, Ethan, vamos, no tengo mucho tiempo.
—Vale, ya me apuro, toca adelantarnos mucho. ¿Como te fue esta mañana?
—Uffff, estoy muy cansado, ni te imaginas Ethan; trabajos aquí, trabajos allá, un poco estresado.
—calma Art, ya vamos a comer y a descansar un rato.
—Sííííííí... ah cierto, saludes de Elizabeth, que tenemos que reunirnos para adelantar los temas en común.
—Okey, tiene razón, hay que reunirnos, tiempo que no veo a Elizabeth y así hablamos todos.
—Sí, toca—se quedo mirando por la ventana del carro, mientras Ethan conducía—¿Sabes? Le dije a ella que la iba a invitar a cenar, que tal antes de la cena, por ahí a la hora del almuerzo nos reunimos a hablar.
—Ummmmm, tienes razón, hagámoslo un fin de semana para poder relajarnos y así tener más tiempo de amigos.
—Sí Ethan, mejor, yo hablo con ella y planeamos todo bien.
El viaje estuvo un poco callado, las cosas que hablaron en el camino no fueron tan importantes, todo iba muy tranquilo mientras se ponía el sol. Llegaron al muelle, donde descargan todas las mercancías.
—El mar me relaja demasiado—dijo Arthur mirando las pequeñas olas del océano, se sentía con más calma y la brisa le golpeaba la cara, aunque tuviera sal, le gustaba mucho y lo tranquilizaba. — y con estas ganas de comer, la mejor tarde hasta el momento.
—Tranquilo Arthur—dijo Ethan, mientras le ponía la mano en el hombro—vamos a comer en una de esas casetas a relajarnos un rato.
—Bueno, ¿Cómo te fue en la interna? ¿Qué casos te tocó? Me imagino que te pusieron hacer otras cosas más, además de servicio tecnológico.
—sí, me toco aprender a manejar un arma, no solo eso, me toco aprender defensa personal; gracias a eso me salve de morir... o bueno de casi morir... aunque no puedo superar este caso.
—!Ja! ¿Y eso? ¿Cuéntame la historia? —le preguntó Ethan mientras llegaban a la caseta
—La historia es un poco larga. Sentémonos ahí—señalando la caseta un poco oscura, mientras iban caminando un poco lento para no tropezarse—estábamos en una investigación de un asesino en serie. El tipo contactaba a chicas por redes sociales, eran chicas de color de cabello rojo, era una fascinación del tipo. Bueno, volviendo a lo principal, me dijeron que investigara dónde se conectaba el hombre, investigué, y relacionando donde encontramos los cuerpos, estaba cerca la casa de él.
» Ya estaba todo listo, teníamos una compañera que no le tenía miedo a nada, su cabello rojizo y sus ojos color avellana, una chica muy hermosa. Ella siempre estaba pendiente de mí, al ser el nuevo no entendía muchas cosas, pero ella me ayudaba… se preparó para el trabajo encubierto, valiente y fuerte como solo ella podía ser, contactándose con el tipo en las redes sociales para saber donde encontrarse o donde hacía sus asquerosos trabajos. Yo estaba cerca donde se iba a hacer la cita, pensamos que era en el edifico donde él dormía... —se quedó un momento callado—no podíamos estar más equivocados, el tipo se escondía en el sótano del edificio de al lado; perdimos todo el contacto con ella, nos preocupamos demasiado, el comandante mandó a todas las unidades disponibles para encontrarla. Cuando llegaron al cuarto... nada, ni ella, ni él.
» sospeché de eso, me fui alrededor para buscarla, me di cuenta de que el portón del suelo del sótano del edificio vecino estaba abierto, me dio curiosidad. Me estaba acercando sigilosamente, cuando la vi asomarse, pálida y un poco rasguñada, mi piel se congeló, verla así me espantó más de lo que pensaba, fui por ella, podía llamar a mis compañeros, pero el objetivo que me puse era no dejar que le hagan daño a mi amiga, si los llamaba hubiera sido muy tarde para ayudarla.
—¿Y ella como se llamaba? —preguntó un poco inseguro Ethan.
Katie, ¡se llama! Katie—resaltando que aun está viva su compañera, respondió Arthur—siguiendo, abrí las puertas del sótano, el desgraciado ése jalaba a Katie del pie, arrastrándola por las escaleras. No sabía que sentir, enojo, miedo, pero bajé a toda marcha, me tropecé... ¡Je! — hizo una risa de incredulidad y mofa—de una me tiré hacía el sujeto, rodamos un poco por las escaleras, me hice mucho daño, aunque el tipo tampoco salió muy bien. Fue el primero en levantarse, sacó una pistola, accionó el gatillo ¡Bam! Pensé que había muerto, pero sentí un peso encima mío... —volvió a quedarse callado pero esta vez un poco más triste, las palabras se le atoraban en la garganta quería gritar, quería maldecir. — Katie estaba encima mío, protegiéndome, vi sangre, mucha sangre. El tipo se volvió a acercar a ver si nos había matado a los dos del tiro, y claro, a rematarnos. No hice ruido, con Katie encima sin saber si estaba viva, intentando calmarme aunque mí corazón iba a cien, cuando estuvo lo suficientemente cerca, le pegué una patada en toda la entrepierna, aproveché ese momento para levantarme y coger su arma; como te dije, me enseñaron mucho, también a desarmar un arma de fuego, en menos de nada la desarme y con la parte de arriba del arma lo apuñale en un costado, el tipo se desestabilizó, ahí mismo le di otra patada, se cayó y se quedó ahí. Llegaron nuestros compañeros, levantaron a Katie, con mucho esfuerzo, estaba muy mal, ella... ella quedó inválida, el disparo entró directo a la columna, no se pudo hacer nada… más que eso, no pude hacer nada.
—Lo siento Art, eso debió lastimarte mucho, hermano tranquilo, no todo es perfecto, a veces las cosas fallan, es cosa de humanos y hay que aprender de nuestros errores. Mira Art, no has comido; sabes lo que diría Elizabeth de que no comiste. Vamos, relájate, ya pasó... —Ethan no sabía más que decir, se quedó pensando un buen rato—¿Aún tienes contacto con ella?
—Claro —respondió mientras cogía un pedazo de carne y se lo metía a la boca—aún tengo contacto con ella.
—Mira, planea con ella una salida y hablan un buen rato para que te desestreses, dile todo lo que quieres decirle, así te tranquilizas un poco más.
—Jummmm, sí, voy a hablar con ella cuando pueda, en estos días la llamo.
—Buena idea. Ahora come y dejemos de hablar un rato—señalándole la carne.
—Okey... ¿Sabes? Hace mucho que no toco un videojuego, un día de estos salimos a ju... —Arthur no volvió hablar, se quedó mirando a la chiquilla que tenía al frente, la pequeña tenía cara de miedo, más blanca que la leche. La muchacha apenas podía respirar, tenía un vestido rasguñado y estaba un poco golpeada, muy delgada también era la silueta de la niña, ojos de un color extraño, parecido al gris, cabello corto castaño rojizo y su cara terminando en uve.
La niña sin nada más se escondió detrás de ellos, en lo profundo de la caseta, temblando, no se movió de la esquina donde se había sentado.
***
No podía ni reaccionar, no sabía qué había sucedido unas horas atrás, Arthur entendió que se había metido en un gran problema.
—¿Qué estamos haciendo? No creo que sea buena idea, vamos a estar jodidos. — habló Arthur, muy acelerado, sin poder pensar bien.
—Calma Art, mira cómo está—intentando entender la situación mientras conducía.
Arthur se soltó el cinturón de seguridad, iban andando en el carro, se volteó y miro la niña abrigada con la chaqueta de él. Temblaba, pero no era frío, era el miedo, la niña se dio cuenta de la mirada de Arthur, trato de esconderse dentro de la chaqueta, y lo miraba con miedo.
—Está bien, creo que nos tiene mucho miedo, pero aun así... prefirió irse con nosotros. Hombre, necesito volver a la escuela, pero ya.
—Está bien Art, te llevo y… ¿y la niña? ¿Qué hacemos con ella? - dijo un poco alterado
—¿No la puedes cuidar? — respondió Arthur mientras miraba la carretera, pensando que alguien los observaba. Miraba de mala gana a todas las personas que se le quedaban mirando, su actitud había cambiado muchísimo.
—… ¡La puedo dejar en el apartamento! Puedo dejarla allá y que Daniel la cuide. Así yo voy a trabajar y no tenemos inconveniente.
ESTÁS LEYENDO
N.N: Sombras
Mystery / ThrillerN.N es una historia que muestra dos perspectivas muy diferentes, unidas por esa pequeña sombra, que les hará cambiar el rumbo de sus vidas... o volver a ellas. Arthur, quien desea solo una historia de vida cotidiana, es interrumpida por la inocencia...