A.C.E One Shots

Ilusiones plasmadas

ᒍᥙᥒᖾᥱᥱ & Ƴᥙᥴᖾᥲᥒ❜

     Yuchan entraba a su habitación, seguido de Junhee, su amigo y a la vez el chico que le gusta, aunque este no lo sabe.

    Ambos dejaron sus mochilas en el suelo, al lado de la cama del menor, siempre después del Liceo venían a casa del pelinegro a jugar videojuegos. Era el momento sagrado del día para Yuchan.

  — Channie. — llamó Junhee, mientras seguía con su mirada en el juego. El nombrado sólo hizo un sonido, haciéndole saber que tenía su atención. — ¿Qué son esos dibujos en tu pared? — preguntó con curiosidad notable en su voz, hace algunas semanas notó que el menor había empezado a dibujar en su pared y, no le había hecho caso a su curiosidad hasta ahora.

    Las mejillas de Chan fueron invadidas por un leve tono rojizo, — Hmm, son pues, dibujos que hice. — sabía que eso no aclaraba nada, pero le avergonzaba contarlo.

  Junhee rodó los ojos, — Channie, eso no me dice nada. — y como el menor parecía querer evadir el tema, se acercó al Playstation y lo apagó, recibiendo gritos del menor, estaba por pasar el nivel que tanto le había costado. — Ahora que nada nos distrae, — y Yuchan lo fulminó con la mirada, — cuéntame sobre esos dibujos, son muy bonitos. — halagó.

   Yuchan desvió su mirada del castaño, hacia su pared, observó sus dibujos y lo que estos significaban para él. Tal vez y Jun no se daba cuenta a quien se refería si se lo contaba.

  — Me gusta mucho una persona, desde hace tiempo, — empezó diciendo, atrapando de inmediato toda la atención de Junhee. — Y, pues es muy importante para mí, me gustaría decirle lo mucho que lo quiero, lo mucho que me gusta, caminar de su mano, decirle lo bonito que se ve todos los días, poder abrazarlo cuando quiera... — a medida que el menor hablaba, pasaba su mano por cada uno de los dibujos, los cuales plasmaban cada una de sus ilusiones, ilusiones que quería con todas sus fuerzas hacer realidad junto al chico que le gustaba.

   Junhee observó mientras lo hacía, sintiendo cada palabra y dibujo introducirse en su interior,  se sentía tan identificado en todos ellos, si tan sólo pudiera decirlo.

   Yuchan no supo que más decir, había dicho todo indirectamente, no quiso darse vuelta para mirar a Junhee, la vergüenza no se lo permitía o tal vez, el miedo a que el mayor lo haya descubierto.

   — Ojalá pudiera decírselo, — se atrevió a decir el pelinegro, en medio del silencio que los había inundado. Junhee lo observó, Yuchan volvió a pasar su mano sobre  el último dibujo, donde había dicho que él se confesaba a la persona que le gusta.

  — Channie.

  El nombrado se asustó un poco al ser llamado, le daba miedo voltear a ver a Junhee, aún más cuando la voz de este al llamarlo no delataba nada.

  — Channie. — volvió a llamarlo.

  El menor se giró lentamente, mirando a los ojos a su amigo, cuando quedó frente a él. Ambos se miraron por unos segundos, con sus mejillas totalmente sonrojadas. — ¡M-me gustas! — confesó, haciendo que el menor abriera aún las sus ojos por la sorpresa.

  — ¡Oh por dios! ¡Tú también me gustas! — y se lanzó sobre él en un abrazo, riendo ambos a carcajadas por tan torpe y bonita confesión que llenó de felicidad a sus corazones que esperaban aquel anhelado momento desde que el primer dibujo fue plasmado en esa pared.