Lucifer - El engendro del diablo ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 17

Amenadiel miró fijamente a Lucifer y a su hija, esforzándose por no perder la cabeza por completo. Sabía por qué lo habían traído aquí. Su padre le había dicho la verdad a Lucifer o esperaba que lo hiciera. Supuso esto último porque, aunque Lucifer parecía ciertamente enfadado, aún no estaba atacando, lo que indicaba que aún no lo sabía, o al menos no conocía su parte.

"Genial, esta infernal reunión familiar se pone mejor. ¿Qué le está haciendo?"

"Buena pregunta", dijo Lucifer mientras fulminaba con la mirada a su hermano. Tenía claro que Amenadiel había sabido de su hija por la forma en que la miraba. No, de hecho, la conocía personalmente. Sapphire había sido criada por su padre en el Cielo. Sería imposible que Amenadiel no lo supiera. Por supuesto, supuso que era posible que Amenadiel no conociera toda la historia. Tal vez no sabía que su padre realmente le había robado a su hijo. Esperaba que no. "¿Cuánto sabías, hermano?"

Antes de que Amenadiel pudiera responder, Dios le habló. "Amenadiel, mírame".

Amenadiel hizo lo que se le dijo, y dirigió a su padre una mirada suplicante. "Padre..."

Dios levantó un solo dedo. "Tienes una oportunidad. Será mucho peor si no viene de ti, así que te sugiero que aproveches la oportunidad que te he dado. Te sincerarás. No pondrás excusas ni dirás mentiras o medias verdades. Admitirás lo que has hecho y afrontarás las consecuencias".

Amenadiel se volvió para mirar a su madre.

"¡No, no la mires a ella! No te esconderás más detrás de tu madre". Gritó Dios.

"Pero tú querías..."

"¡No quería! ¡Te dije lo que quería! Decidiste hacer que mis palabras significaran otra cosa. Ahora, no te demorarás más. Les dirás la verdad a Samael y a Grace o lo haré yo", dijo Dios con firmeza.

Lucifer se levantó de su asiento y miró furioso a ambos hombres. "¡¿Qué demonios está pasando?!"

"¿Qué verdad?" preguntó Sapphire.

Amenadiel sabía que tenía que decírselo, pero era lo último que quería hacer. Lucifer nunca iba a perdonarlo. Tendría suerte si su hermano no lo asesinaba. El odio que Lucifer sentía por su padre no iba a ser nada comparado con lo que sentiría por él.

"Amenadiel, si tienes algo que decir, será mejor que lo hagas ahora", advirtió Cloe en tono frío.

Amenadiel tragó saliva y trató de armarse de valor para decir la verdad. "Yo... lo siento, Luci".

Maze dirigió a Amenadiel una intensa mirada. "¡Pequeño bastardo! Todo el tiempo creí que había sido tu padre, pero fuiste tú, ¿no? ¡Te la llevaste!"

"¿A quién?" Sapphire preguntó mientras se levantaba.

"¡Amenadiel!" gruñó Lucifer, conteniendo a duras penas su rabia. Si Maze tenía razón, y dado lo que había oído tan justo, era muy probable, iba a asesinar a su hermano. No había mayor traición que ésa y, para colmo, Lucifer nunca sospechó de él. Ni una sola vez consideró que su propio hermano había estado involucrado. Debería haberlo hecho. Debería haberse dado cuenta de que Amenadiel haría cualquier cosa que su padre le pidiera.