Lucifer - El engendro del diablo ✔️

23

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

-:/

-/:

Capítulo 23

Lucifer estaba solo en Lux preparándose para salir por la noche. Pronto oyó la puerta abrirse y cerrarse. Suspiró. "Ya cerramos. Son las tres de la mañana".

"Vamos. Puedes darme unos minutos, ¿verdad hermano mayor?"

Lucifer se volvió para ver a Azrael. Se puso un poco rígido, no estaba seguro de cómo se sentía con su presencia. La había visto no mucho después de la muerte de Pierce, y había terminado relativamente bien, pero entonces se le reveló Zafiro. No tenía ni idea de cuánto sabían sus hermanos, aparte de Amenadiel.

"Probablemente no quieras verme ahora. Lo entiendo. Por eso esperé a venir. Quería darte tiempo para que te calmaras un poco".

Lucifer resopló. "¿En serio? ¿Así que dos meses es tiempo suficiente para superar una traición a tus ojos?".

"No lo sabía, Lucifer. Te lo juro", le dijo Azrael.

"¿No?" dijo Lucifer antes de acercarse a la barra para servirse un trago. "Me cuesta creerlo. Sé que, como Ángel de la Muerte, no vas a la Ciudad Plateada tan a menudo como el resto, pero me cuesta creer que no hayas estado allí en los últimos dieciséis años, y que no supieras nada de mi hijo cuando estuviste allí."

"No me refería a eso. Claro que sabía que Grace existía", dijo Azrael.

"Llámala Sapphire. Se respetará su elección sobre cómo desea que se dirijan a ella", dijo Lucifer con firmeza.

"Cierto, lo siento. Empezó a usarlo justo antes de la última vez que la vi, así que es difícil acostumbrarse. De todos modos, lo que quería decir es que no sabía lo que Amenadiel había hecho.

"¿Así que creías que abandonaría a mi propio hijo? Me doy cuenta de que habían pasado varios milenios desde que hablamos, pero sabías cómo me sentía al ser abandonada. ¿Pensaste que le haría eso a mi hijo?" preguntó Lucifer con resentimiento. Suponía que era mejor que complicarse en quitarle a su hijo, pero seguía siendo hiriente, sobre todo cuando venía de Azrael.

Azrael hizo una mueca. Sabía que él iba a enojarse por eso, y tenía razón de estarlo. Ella debería haberlo cuestionado. Lo había hecho un poco, pero no lo suficiente. "Sé que no debí creerlo tan rápido, pero hacía mucho que no te veía".

"¿De quién es la culpa?" Preguntó Lucifer con amargura.

"Lo sé. Sólo trato de decir que no sabía cuánto podrías haber cambiado, además, la situación era completamente única. No sabía cómo te sentías acerca de tener un hijo. ¿Cómo iba a saberlo? Antes de tu hija, nadie sabía que era posible que tuviéramos hijos. Sin embargo, al principio era escéptica, no quería creer que lo harías, pero papá y Amenadiel fueron convincentes. Papá me contó lo que le pidió a Amenadiel y Amenadiel dijo que la habías entregado voluntariamente -explicó Azrael-.

"Mintió", dijo Lucifer fríamente antes de dar un sorbo a su bebida.

"Lo sé, pero entonces no veía ninguna razón para que lo hiciera. Por otra parte, nunca pensé que iría así contra papá", dijo Azrael. Amenadiel siempre había sido el más leal a su padre. Siempre hacía lo que se le pedía sin rechistar y nunca se tomaba libertades, al menos ellos no lo habían pensado así. No fue hasta que Amenadiel se había encargado de intentar obligar a Lucifer a volver al Infierno que alguno de ellos supo que Amenadiel se había vuelto tan arrogante.