Capítulo 19 : El décimo cachorro.

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Jojo se encontraba en la cocina de su cabaña, estaba preparando guisado de res para Jihoon y Jungkook que habían sido dados de alta, ambos debían seguir de reposo algunos días más así que Jojo los había acomodado a ambos en la habitación de Jihoon, solo había agregado un sillón cama para que Kooki estuviera cómodo mientras se recuperaba del todo.

Mientras revolvía el contenido de la olla que tenía en el fuego pensaba en como decirle a Jiyong sobre su embarazo, ya no podía ocultarlo más, en 3 meses nacería su cachorro y aún seguía sin tener la marca de apareamiento, además la ropa holgada que tomaba prestada de Yoongi ya no escondía tan bien su panza ni lograba camuflar tan bien su olor de mamá como al principio.

Una vez el guisado estuvo pronto dejó  dos porciones grandes en la heladera y en la mesa dejó también pan casero y jugo de bayas silvestres que había hecho ella misma y antes de irse dejó una nota para cuando Hooni y Kooki despertaran:

      Les dejé guisado en la heladera
      Solo tienen que calentarlo,
      Voy a estar durante el día en la
      Enfermería cuidando de Yooni.

                                     Jojo.

Estaba decidida a decirle la verdad a Jiyong así que dejó a los pequeños durmiendo solos, preparó una porción de su guisado para llevarle a Jimin y otra para Jiyong y salió decidida rumbo a la enfermería.

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Ya casi estaba amaneciendo, Jiyong se encontraba afuera de la enfermería, estaba sentado en el pasto, aún con su bata blanca puesta y con la mirada perdida, el día de ayer había sido una locura en la aldea, él todavía no había podido dormir ni comer nada y su cuerpo comenzaba a pasarle factura.
Todavía seguían Yoongi y Jimin allí y Yoongi no mostraba señales de mejoría y si ese alfa estúpido se moría nunca iba a poder vivir con su loba.
Jiyong suspiró profundo, metió la mano en el bolsillo de su túnica y sacó un paquete de cigarrillos, agradecía que Namjoon se los hubiera olvidado en la enfermería, le vendría bien fumarse uno y relajar un poco el cuerpo, así que sacó un cigarro del paquete, se lo puso en los labios, lo encendió y dio una larga y profunda bocanada, hacía años no fumaba, la última vez había sido en la Universidad cuando todavía era adolescente pero sin lugar a dudas este era el momento ideal para hacerlo.
Se quedó sentado en el césped, con los ojos cerrados y el cigarrillo en la boca sintiendo el calor del sol en su cara y dando de vez en cuando una bocanada de humo, su cuerpo estaba relajado y su mente en blanco.

Plaaaffff, una mano se había estampado contra su cara y le había hecho volar el cigarrillo de la boca, abrió los ojos y ahí estaba Jojo, una mano apoyada en la cadera, en la otra mano una canasta con comida y cara de homicida -¿Que carajo estabas haciendo Jiyong? ¿Desde cuando fumas a escondidas? Eso es malo para la salud, el padre de mi cachorro no puede ser un vicioso- plafff, la misma mano se había estampado en su otra mejilla pero del revés, sobandose la cara vio como Jojo caminaba hacia la enfermería.
¿Que carajos había dicho sobre ser padre? Él no tenía intención ninguna de criar a un cachorro ajeno, aunque ellos no tuvieran su lazo aún, el que Jojo estuviera embarazada de otro lobo para él era una infidelidad en toda regla.

Se levantó y estiró su cuerpo, debía volver a la enfermería y hablar con esa loba psicópata que tenía por mate, cuando estaba por entrar escuchó -Dr Jiyooooong, venga rápido-.

Salvando a mi mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora