02.

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– ¡Niall entiéndelo de una maldita vez! ¡Yo ya no amo a Harry y punto!

Jaló parte de su cabello castaño completamente molesto viendo al rubio delante de él, este le miraba con decepción y molestia sin entender como es que podía decir tal barbaridad.

– Louis, es tu bendito Omega, marcaste a Harry. ¿Qué demonios estás diciendo ahora? –Soltó con molestia el rubio sin poder creerlo.

– Detente un poco, mi Omega es Brianna, Harry es pasado, compréndelo de una maldita vez, yo estoy bien, Harry también, ya supérenlo. —Mentía, era lo único que siempre hacía últimamente.

Niall frunció su ceño al oírlo y sus mejillas se pusieron rojas de lo enojado que se sentía ahora, su aroma comenzó apestar y Louis le miró incrédulo inquieto por el aroma que desprendía.

– ¿Qué demonios estás diciendo Tomlinson? ¡Harry no está nada bien y es tu maldita culpa! ¡Ese pasado como le llamas, esta destrozado mientras tú, piensas con la cabeza del pene!

– Detente, amo a Brianna y eso debes aceptarlo, tú, Harry, Zayn, incluso mis fans ¿De acuerdo? Así que me haces el favor de marcharte y decirle a tu Alfa, y al torpe Omega de Harry que lo supere de una buena vez.

Soltó aquellas palabras con pesar, no era lo que quería decir, pero demonios ¿Que debía hacer? Su carrera estaba en juego.

Sin poder evitarlo gruñó saliendo de aquel lugar yendo directamente al estudio encerrándose allí.
¿Cómo no iba a saberlo? ¿Cómo demonios no iba a saber que Harry sufría, su Omega se encargaba de hacerle saber todos los días y a cada segundo a su Alfa lo mal que estaba... ¿Pero que podía hacer? Nada, absolutamente nada, su vida y carrera estaba en riesgo, pero hasta ese momento se preguntaba qué valía más... Si toda su carrera, o su Alfa y Harry.

Se sentó en el sofá que había en aquel cuarto pequeño, apoyo su cabeza en este y cerró sus ojos pensando y recordando al dulce ruloso, sus sonrisas, su mirada brillante, labios rojizos y mejillas sonrojadas a causa de él. ¿Por qué demonios no podía dejar todo atrás para ir por ese dulce chico? Gruñó nuevamente y su pecho se apretó suavemente, colocó su mano en él y se miró fijamente a un espejo que se encontraba frente a él, Harry debía estar limpiando la mordida, se había rehusado a marcar a Brianna por aquello, no quería marcar a nadie más, su Alfa se lo prohibía y él mismo, no quería matar a Harry, no deseaba causarle más daño del que ya le hacía.
Para distraerse tomó su celular y entró a Twitter observando las buenas cosas que decían del ultimo concierto del ruloso omega, hasta que uno llamó la atención.

"@loveslarry: Estoy tan preocupada por Harry, estoy segura que algo debió haber pasado con él, este último tiempo no sé a visto bien y en el concierto de hoy se le vio deprimido y su voz se rompía de vez en cuando. #youokayharry? "
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Lo sabía joder, él ya lo sabía, las veces que el omega de Harry lo llamaba, a su Alfa todos los días, todo el tiempo, dejo el celular a un lado, no quería seguir viendo más tweets similares. Se levantó y tomó las llaves de su carro dispuesto hacer algo, estaba decidido no quería que el ruloso estuviera así. Casi corrió al estacionamiento, encendió el carro y manejó hasta el hogar de Harry, sabía que el omega estaba allí, su Alfa se lo decía, su instinto lo sabía.

Una vez llegó al hogar del más alto salió casi volando del carro y con la llave que aún conservaba abrió la puerta, olfateó el lugar, tristeza, así olía el hogar de Harry, no a cerezas con crema como solía hacerlo cuando estaban juntos, subió corriendo a la habitación del menor y lo vio allí con una playera suya entre sus manos, el olor a tristeza era más que intenso justamente en la habitación, observó esta misma y su respiración se detuvo por unos segundos al ver lo que sucedía... Harry estaba haciendo un nido, un jodido nido.

— ¿Qué demonios te hice...? —Susurró suavemente mirándolo con arrepentimiento.

Se acercó en silencio hasta él y se sentó cerca del menor para acariciar aquellos rizos cortos, observando como el rostro de Harry estaba húmedo y con lágrimas secas también, su nariz estaba rojiza aún, había estado llorando recientemente.

— ¿Lou? —Abrió sus ojos y el pánico lo consumió sin embargo un suspiro de alivio salió de sus labios al verlo aún dormido.— Lou... No te vayas, no te vayas.

El corazón pesado se le cayo por fin a los pies por haber escuchado ese tono quebrado, asustado, triste y verlo ahí, sentirlo tan roto solo hizo que su Alfa se quejara, se recostó a su lado para acurrucarlo entre sus brazos y a pesar de que Harry era más grande que él, siempre fue la cuchara pequeña, siempre se escondió en su pecho buscando protección, su nariz se hundió en el cuello del Omega y observó la mordida maltratada, su lengua se paseó por allí, curando, cuidando de esta, y sus ojos se cristalizaron ligeramente.

¿Por qué el mundo estaba contra ellos? ¿Por qué su carrera algo que tanto amaba estaba en juego y el amor de su omega algo que amaba, también? ¿Qué ganaba Simón haciéndoles esto? Estaba sufriendo, Harry estaba sufriendo, sus fans sufrían al verlos sufrir.

Su atención fue nuevamente al menor y sonrió al ver cómo este ya descansaba en paz, su expresión dormida ya no era de dolor y angustia, ahora era de paz y tranquilidad, sonrió ampliamente ante eso, comenzó a sentir ese dulce aroma a cerezas con crema, su Alfa aulló y enloqueció completamente satisfecho, su omega, su Harry, su rizado, su mente estaba en paz otra vez y su corazón también, estaba con su otra mitad, con su felicidad.

¿Cómo es que ellos podían separar el azul del verde cuando estos ya se encontraban mezclados y amándose entre ambos? Era tan injusto. Sin embargo... Iba a luchar, iba a luchar por su Harry, por su omega y su felicidad, sin perder las dos cosas que más amaba, su carrera y el chico que dormía plácidamente a su lado soltando ese delicioso aroma que tanto le hacía sentir amado, completo, feliz y en casa.

Capítulo dos terminando.
Con mucho amor, Millie.

Falling. || Omega AU, Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora