Everything Stays

235 13 0
                                    

Emilio Osorio Marcos, veintiocho años. Vive con su hijo de nueve años, tras la separación de su exesposa a tenido un sentimiento familiar, acogedor, pero que le hace querer morirse.

En el jardín hay algo, que te está esperando.

Emilio una tarde entró a una habitación de su casa, estaba a rebozar de objetos y recuerdos, cosas que ya ni siquiera recordaba. No importaba, su adolescencia era un recuerdo constantemente confuso que prefería no evitar, nunca recordaba más allá de sus catorce años.

Tal cual lo dejaste, boca abajo quedó.

Suspiró, necesitaba su viejo micrófono y no lo encontraba. Se agachó para buscar bajo un mueble, viendo una caja que, al intentar sacarla, pesaba demasiado, quiso suponer que ahí lo encontraría.

Y cuando lo encuentres, se habrá descolorado.

"Emilio, adolescencia" rezaba la tapa de la caja. Emilio la abrió, viendo fotos instantáneas boca abajo, las tomó sin más preocupación, dándolas vuelta, notando la diferencia entre la parte blanca desgastada y el frente a todo color, como si se acabaran de tomar.

Más claro es el reverso, si lo haces girar.

El hombre sonrió, viendo fotos con su mamá, con sus hermanos, su padre, sus amigos... sus amigos. Ahí estaba Emmanuel, con la sonrisa tonta que siempre alegraba los días. Diego, cuando aún tenía sus risos largos. Joaquín...

Todo está, tal cual lo dejaste.

Estaban abrazados, ya ni siquiera recordaba quién había tomado la foto, pero jamás se le olvidaría lo que sintió en ese momento, lo mismo que sintió al ver la foto, contrastando rotundamente con el sentimiento de soledad y frío que sintió segundos después, recordando de golpe todas y cada una de las cosas que pasaron en su adolescencia, especialmente las malas.

Todo está, siempre cambiando.

Por fin podía ponerle nombre a aquella opresión que sentía en el pecho desde hacía años, con la que había aprendido a vivir. Aquella que no recordaba que tenía, y que en ese momento dolía más de lo que recordaba.

Ligeramente, de día y de noche.

— ¿Papá?

Un poco más.

— ¿Papá, qué pasó? ¿Por qué lloras?

Pero todo está.

Chats Aristemo/ Emiliaco 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora