Medusa Effect

87 4 6
                                    

Mi cuerpo se queda rígido como piedra, mi corazón se acelera como si el peligro estuviese próximo, mi sudor fluye de los nervios gracias a esa amenaza: el efecto Medusa.

Ya está, intenté mantener el control, ser más fuerte, pero el efecto Medusa... es más poderoso que yo. Otra vez mi cuerpo no quiere hacerme caso, y él parece ni siquiera estar al tanto de lo peligroso que es para mí.

Emilio caminaba por el set de grabación, Imagen Televisión lo había contactado para una novela que estaban produciendo, saludaba a unos cuantos conocidos, pero se quedó hablando con Azul Guaita, desde su aparición en Mi Marido Tiene Más Familia se habían vuelto muy cercanos.

—Te extrañaba, tonto —Exclamó la chica, dándole un abrazo al más alto, quien correspondió de inmediato.

Comenzaron a hablar, el llamado había sido temprano, pero aún no estaban rodando las escenas que les tocaban, por lo que pudieron ponerse al día con todo lo que les había pasado y no ponían en redes sociales. Emilio sentía las mejillas adoloridas, no había dejado de sonreír desde que había visto a su amiga; en un par de segundos volteó la mirada, enfocando a un chico, Joaquín Bondoni para ser exactos, que caminaba hacía el set donde estaban grabando las primeras escenas, segundos, eso fue todo lo que necesitó para quedarse estático y dejar de sonreír. El menor se había detenido, volteó para un lado y después a donde estaban Emilio y Azul, con una gran sonrisa lo saludó, pero el pelinegro no pudo corresponder.

— ¿Qué pasa? —Preguntó la de cabello cenizo, notando el cambio de Emilio y volteando hacia donde el chico veía—. ¡Joaco! —Gritó ella, alarmando a unos cuantos que estaban cerca y corriendo a abrazar al chico, pero Emilio no se pudo mover. Su respiración estaba agitada, su corazón estaba acelerado y sus palmas estaban sudorosas.

Azul se separó del chico, poniéndose frente a él, cubriendo la mayor parte de su cara, y por fin Emilio pudo respirar, se dió la vuelta, buscando algo que no sabía qué era y parpadeando más rápido que de costumbre; alcanzó a ver a Gaby Platas a lo lejos, e inmediatamente corrió con ella, abrazándola y tomándola por sorpresa.

— ¡Cachorro!

Y comenzó a hablar con ella. Minutos después Guaita se les unió, cuestionando a Emilio por qué no había saludado a Joaquín, Osorio excusándose con que había visto a Gaby; ni loco le diría que no se pudo mover, aunque tampoco estaba muy seguro de que le creyera.

~•~

Esa noche Emilio había ido a la casa de Azul, era su cumpleaños, y a pesar de la pandemia la chica quería dar una fiesta, al menos pasarla bien un rato con sus amigos más cercanos. Osorio no podía estar más feliz con ello, haber estado encerrado tanto tiempo ya lo tenía mal, y la idea de alcohol, otro ambiente y los amigos que hacía bastante no veía, no le parecía mal en absoluto; se alegró de ver a Diego y comenzó a hablar con él, de cómo ambos en cierto punto terminaron lingando por internet y de lo idiotas que se habían sentido cuando la persona les dejó de hablar.

El sonido de alguien tocando la puerta de entrada lo desconcentró, y le dio curiosidad hasta cierto punto, después de no haber tenido más contacto humano que el de su familia, parecía un perro emocionado cada vez que veía a una nueva persona entrar por el umbral de la sala. Esa persona que había entrado era Joaquín, junto a su hermana Renata quien había ido directo a abrazar a Diego; a Osorio no le importó mucho el hecho de que su mejor amigo había dejado inconclusa su charla por ponerle atención a la chica, directamente había dejado de pensar.

Una vez más se había quedado completamente estático, su pecho era lo único de él que se movía debido a su rápida respiración, había comenzado a sentir calor y cómo la lata de cerveza quería caer de sus manos por el sudor que empezaba a salir de sus palmas. Joaquín sonreía a Azul, sin prestar si quiera atención a lo que pasaba con Emilio, pero él seguía sin poder moverse.

Chats Aristemo/ Emiliaco 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora