Aries es un viajero ambulante que esta en la búsqueda de una persona a la que aprecia, en su aventura por encontrarlo conoce a personas interesantes que estarán con el, pero hay un problema todos aquellos tienen una mente muy malvada para el Ariano...
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Las riendas de los caballos se agitaban violentamente, mientras el carruaje muy apenas podía mantener el equilibrio por la velocidad en la que se movía por aquel bosque.
La mirada rojiza de Aries alertó a todo su grupo para que se mantuvieron en su posición antes de que diera otra orden a la cual seguir para mantener la seguridad de aquella futura Reyna. Miro a sus compañeros que cabalgan junto al carruaje.
—Va vienen— Menciono Sagitario que se encontraba junto al Ariano vigilando.
—Capricornio, Tauro a mi derecha— los mencionados asintieron —Acuario y Leo a la izquierda, cuiden en todo momento la seguridad del carruaje.
Todos se movieron según la orden pero eso no evito que la mayoría viera mal a su líder, algo que el habitante de Júpiter miro pero no mencionaría porque se había metido en un problema pequeño o eso había pensado.
—Por favor Sagitario entra al carruaje y cuida a la princesa, esto se pondrá feo.
—Lo dice tan pacíficamente que me altera— abrazo su libró y miro a Aries con fastidió —me parece más fácil matar a esta niñita mimada, así nos ahorramos problemas.
—Ni se te ocurra hacer tal barbaridad.
—Yo solo mencionaba— se levantó con cuidado de dónde estaba sentado —tal vez se iría al cielo santo de mi Dios, pero no usted es tan egoísta.
—Podrias callarte.
Suspiro el dueño del libro mágico y con cuidado abrió la puerta del carruaje al para notar el pánico en la cara de la dulce princesa.
—¿Qué pasa afuera?,¿Porque estos momentos tan bruscos?— interrogó la joven de cabello castaño al mirarme entrar.
—Nada de que preocuparse solo asesinos en busca de su cabeza— alce los hombros sin darle tanta importancia.
—¡¿me quieren matar?!.
—Por supuesto, usted es tan famosa que quieren hacer una obra maestra con su cadáver, imaginé su cuerpo colgado desde la cima de un castillo, sería encantador.
—¡ahh!
La joven grito alterada y Sagitario sonrió alegremente al lograr alterar a aquella futura Reina, además sino podía hacer nada divertido para su dios (matar pecadores) disfrutaría de engañar a idiotas.
—¡Sagitario, deja de espantar a la princesa o te golpearé!— bufo enfadado, Aries arruinada sus planes.
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