"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"
Esta es mi historia ¿quieres ser parte de ella?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La alarma sonó y por primera vez me desperté a la primera y no la pospuse.
Me levanté y por como ya es común, sentí el piso frío. Tomé el control del aire acondicionado y lo apagué, no conseguía mis pantuflas así que con rapidez entré a mi baño.
Me bañé, vestí y tomé mi mochila.
Mi rutina de siempre, bueno, la de ayer.
Salí al pasillo y todo estaba en silencio, que raro.
Iba bajando por las escaleras y asomé un poco mi cabeza mientras lo hacía miré a Lilia, y... MILLIE!?
Cuando la miré bajé con rapidez hasta llegar a donde estaban ellas
—Millie?
—Noah? — me sonrió —¿Cómo estás? — me dió un abrazo
—muy bien y tú?
—bien— rió
—se conocen? —Lilia hizo una mueca
—Si, ella me dijo donde estaba mi horario
—estaba muy perdido
Millie y yo reímos.
Mi padre estaba sentado en el comedor leyendo el periódico como todas las mañanas...
—chicas... —bajaban las escaleras —Hoy entro a las 7:30
Era la chica, la chica de ayer
—que mal... Nosotras entramos a las 9:00 am—respondió Lilia
—yo entro a las 7:30...—respondí
Todos se quedaron en silencio
—pues acompaña a _____ a la escuela —como la otra vez, habló mi padre
Los dos nos dimos una mirada
—pues vamos — dije para luego dirigirme a la puerta y esperarla para salir
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estábamos a unas 4 cuadras de la escuela, todo lo que hemos caminado hasta ahora a estado en silencio, ella tenía sus brazos cruzados y cuando me miraba de reojo era la misma mirada con la que me veía Lilia