"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper"
Esta es mi historia ¿quieres ser parte de ella?
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Hice la misma rutina de todos los días, despertar, bañar, vestir y comer.
Al bajar para salir e irme a la escuela pensé en felicitar a mi hermano Henderson por ser el nuevo capitán del equipo de fútbol americano, es su sueño desde que nací tan solo 3 años antes que él.
Me sorprendió no verlo, mi padre y madre tampoco estaban supongo que cuando llegue estarán. Salí de la casa para dirigirme a la cárcel, lo siento, escuela.
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Desde la puerta de la escuela podía sentir unos gritos.
Entré y pude ver al equipo de fútbol como unos animales gritando y saltando mientras que los normales trataban de apartarse. Yo solo les dí una mirada de extraño, por qué estarán gritando?
Pasé ya sin darle mucha importancia para llegar a mi casillero, al llegar a este tomé mis libros y mi MP4 junto a los audífonos para esperar en paz la clase de las 8:40 am.
Caminé hasta llegar al pasillo más vacío y me senté en una silla que este tenía, me coloqué mis audífonos y empecé a escuchar la música, en paz, MUCHA PAZ...
Me quedé dormida.
Si, escuchando las canciones de Tom Odell me quedé dormida.
Rápidamente miré el reloj de mi teléfono y eran las 7:35, pensé que era más tarde.
Aún así que mi clase no esté por comenzar, ya estaba aburrida de solo estar en ese lugar así que me levanté y empecé a caminar.
Saqué una gran sonrisa al escuchar que se reprodució “Genius” la versión de Hugo de ot, es mi favorito en todo el programa.
“oh my god
Beby, beby
Don't you see-e-e
I can't everything you need”
Sin pena alguna empecé a cantar, ni siquiera escuchaba como lo hacía gracias a los audífonos.
Cantaba tranquilamente el coro mientras movía un poco mis brazos los cuales sostenían mis libros, y obvio, seguía caminando
Cada vez que escucho esa canción parece como si todos mis sentidos se apagasen, no veo, no escucho NADA
Y hoy lo confirme.
—aush! —me retorci de dolor gracias a que me choqué con alguien.
—lo siento— no podía mirar bien pero pude llegar a ver la sombra de quien me chocó y se agachó.
Me permití mirar bien a la persona
SHIT.
—Tú!? — dije en un tono cansado, ese chico me tiene en canas verdes.
—Si, yo— dijo mirándome hacia arriba gracias a que estaba agachado.
Rodé los ojos.
Con la misma actitud me agaché y empecé a recoger mis cosas.
A todas estas luego del impacto del choqué solo se me logró caer un audífono así que aun por el otro seguía escuchando a Hugo.
—Qué escuchas? — pregunta mientras recoge libros el hermanastro de Lilia
—Lo que no te importa — respondí seca
Él rodó los ojos.
Terminamos de recoger los libros y los dos nos levantamos.
—Soy Noah — levanta su mano para un apretón.
Ya no se notaba tan tarado.
Lo miré, no pienso decirle quién soy.
—um... Un gusto Noah — respondí con la misma sequedad de hace un rato.
Me iba a ir pero me detuvo.
—No piensas decirme tu nombre? — pregunta diría yo... Indignado
Negué.
—pues... —sacó su mano la cual estaba detrás de él y tenía uno de mis cuadernos.
—dame eso — me abalancé a él para tomar el cuaderno pero volteó
Pasó tan solo unos 2 segundos hasta que volvió a mirarme.
—toma... — me dió el cuaderno.
—Gra...
Me interrumpió.
—_______
MIERDA.
—HEY! — exclamé molesta
Él rió.
— eres un niño — me giré para irme.
—hey— me tomó la mano y jaló — no te molestes.
—¿Cómo quieres que no me moleste si tomaste mi cuaderno solo para saber mi nombre?
—te dije muy claro que lo descubriría.
Ya lo entiendo todo.
—espera— pausé— entonces tú — lo señalé— planificaste este choque
Volvió esa mirada entre sarcástica y dulce que no me dejaba dormir la otra noche.
