Eres Un Problema... [-Mina y Tú-]

Epílogo

Pues sí, Mina estaba embarazada de tres meses ya...

Ya sabía el sexo del bebé por una ecografía que se había hecho antes.

Obviamente me tomó por sorpresa, y aún más cuando se lo confesó a todos en la boda...

Sin importarle, fue directo al micrófono y empezó a hablar.

—Quiero agradecer a todos por haber venido, a mis padres, a mis suegros a nuestros amigos... les agradezco de todo corazón que hayan estado presentes en como mi ____ y yo nos unimos en matrimonio.— dijo mi esposa

—¡Te amo, preciosa!— le grité, lo que la hizo sonreír

—Y... ante todos ustedes, quiero confesar que... ¡estoy embarazada!— lo confesó

Inmediatamente, el salón se llenó de gritos de emoción de todos en aquel momento...

Ni hablar de nuestros padres...

Habíamos estado juntos por un largo tiempo, mi pequeña Sharon había nacido y... no podía ser más feliz.

Y, aunque teníamos muchos trabajo, disfrutar de esos momento con mi niña merecían completamente la pena el desvelarme para poder estar con ella...

—Hola preciosa.— saludé a mi esposa

—Buenos días.— saludó ella

—¿Todo está bien?— pregunté, acercándome por detrás para abrazarla

—Sí ____, todo está bien... es solo que... quiero que pases más tiempo con Sharon, no puedo cuidarla siempre, también tengo necesidades.— me reclamó

—También trabajo mi amor, sé que es muy exhausto todo esto pero... ambos disfrutamos de estar juntos los fines de semana, ¿no?— dije

—Sí ____... lo disfruto mucho pero... quiero... olvídalo.— me respondió

—Hey, ¿que sucede amor?— pregunté

—N-no es nada, v-voy al supermercado.— me dijo —¿Puedes cuidar a la niña?— me preguntó

—Claro yo me hago cargo.— acepté

—Gracias, nos vemos después.— me respondió

—Ten cuidado, te am-—

Cerró la puerta...

Solté un suspiro...

—¿Qué crees que pasa con mami, Sharon?— pregunté a mi niña —Sé que es cansado cuidar de una casa cuando trabajas pero... yo también trabajo y la ayudo con las necesidades de la casa, la entiendo perfectamente pero... agh, que demonios hago hablando contigo si no me entenderás.— dije

Mi niña me extendió un juguete, así que lo tomé.

Suspiré y decidí jugar con ella.

Al poco rato, el timbre sonó.

Sinceramente me emocioné, supuse que era mi esposa así que abrí emocionado.

Me llevé un par de sorpresas...

1° No era mi esposa