XV

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Corrió con pánico en su mirada y sus huesos temblando, su mente era un remolino absurdo de pensamientos autodestructivos y de condenas.

El alcohol aun inundaba su sistema y el poco razonamiento comenzaba a agotarse cuando segundo a segundo caía en cuenta sobre lo que había hecho.

Kim Taehyung nunca fue un chico violento, siempre se había caracterizado por ser un niño amable que deslumbraba con su encantadora sonrisa.

Pero desde que había entendido cuales eran, en realidad, sus sentimientos por Park Jimin, ya ni siquiera él mismo se reconocía.

Caminaba a zancadas alejándose de aquel lugar escuchando los gritos de Park Jimin a lo lejos cuando chocó contra el hombro de aquella mujer.

- ¿Que has hecho? ¿QUE HAS HECHO? - Hwasa lo había tomado del cuello de su chaqueta con desespero, la miró a los ojos unos segundos y bajo la vista saltándose de su agarre y continuó con su camino.

A unos metros más estaba aquel caballo color marrón esperándole, lo monto y se marchó lo más rápido posible, perdió la noción del tiempo y no supo si quiera en que momento había llegado a un campo inmenso de narcisoz, el cual, era famoso en muchos pueblos por ser el mayor proveedor de narcisoz de la mayoría de floristerias.

Supo así que había estado andando por más de u a hora y estaba lo suficientemente lejos para hacer lo que los fantasmas de su mente le pedían.

Bajo del caballo caminó entre las flores sintiendo su cuerpo doler, el peso de la culpa lo estaba matando lenta y simplemente.

- Asesino...- Se susurraba a sí mismo - Kim Taehyung eres un maldito asesino... ¿Con qué cara...? ¿Con qué cara ahora voy a ver a mis padres? ¿Como pretendo ahora continuar?

Con temblor en sus manos, sacó de su cinturón aquel revolver cargado y mientras las lágrimas humedecian su atribulada expresión, lo puso bajo su mentón tanteando con su índice el gatillo de hierro.

Fuertes sollozos fueron liberados mientras cerraba con fuerza sus ojos, intentaba conseguir en valor necesario para halar del gatillo.

Sin embargo, estando a punto de lograrlo, una voz detuvo su errada decisión.

- ¡Hey! - abrió sus ojos aún sin apartar el arma de su mentón cuando lo escuchó no muy lejos de él - ¡No lo haga!

Frente a él y con la respiración agitada y una expresión de preocupación, un joven chico de cabellos azabache y piel blanca le suplicaba con la mirada no continuar con aquello.

- No es esa la sedición correcta...- Insistió el joven de camisa blanca holgada y una boina negra apretada en su mano derecha - No lo haga señor... Por favor...

Lo miró anonadado unos segundos antes de bajar con lentitud el revolver.

- ¿Quien...- Susurró el Moreno tratándose su llanto - Quien es usted?











🌙












La morena corrió con todas sus fuerzas cuando aquella detonación se había escuchado, y sus sospechas fueron ciertas al ver unos cuantos minutos antes a Kim Taehyung salir del bar hecho un energúmeno.

Lo había seguido con una distancia considerable cuidando no ser vista, sin embargo, al verlo disparar al padre Min, no dudó ni un segundo en correr allí.

El Moreno le había evadido cuando lo intento detener, sin embargo, poco le importó al ver desde allí la mancha de sangre que se formaba entre las manos del Padre Min, y el pánico en el rostro de Park Jimin fue suficiente para correr a ellos.

Half Moon~ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora