TERCER ACTO - SEGUNDO CUADRO (13 minutos)

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(El escenario es ahora la vivienda del Ignacio de Loyola, en el barrio de los estudiantes en París. La pared tiene un recubrimiento burdo y sucio, muebles de madera robustos y negruscos por la mugre, Ignacio de Loyola está encamisado en paño café, y se muestra desaliñado y con el pelo lacio de grasa por falta de baño. María Xipahuatzin en cambio se ve recién bañada y pulcra de ropajes).

IGNACIO DE LOYOLA

(Se encuentra sentado leyendo a la luz de un candelabro de cuatro velas, cuando se escuchan ruidos de una carreta y varios jinetes que se detienen al frente de la casa, escucha toquidos a la puerta y se apresura a tomar un sable que está adosado a la pared, para acudir a abrir la puerta ocultando el sable tras su espalda).

(Renguea ligeramente de la pierna derecha a causa de una antigua herida de guerra)

VOZ MASCULINA.

(Se escucha cuando Ignacio de Loyola abre la puerta).

¿Don Iñigo López de Loyola?

IGNACIO DE LOYOLA

Soy yo, ¿quién me busca y que asunto trae?

VOZ MASCULINA.

(Sigue sin mostrarse)

La Condesa de Toloriu Doña María de Moctezuma. ¿Puedo decirle que es bien recibida?

IGNACIO DE LOYOLA

(Sorprendido) Sí, sí, claro, dígale que pase.

(Coloca el sable horizontal sobre un mueble tras la puerta, ocultando su acción a María)

MARÍA XIPAHUATZIN.

(Entra con lentitud y saluda con una breve reverencia que Ignacio de Loyola responde con una profunda caravana para después tomar su mano derecha para besarla).

(Se yergue y con un ademán invita a María a pasar).

Pase su alteza a mi humilde morada de estudiante parisino, y sírvase tomar asiento.

(María se deja conducir a la silla que Ignacio de Loyola le señala y que está junto con otras tres en torno de la mesa)

IGNACIO DE LOYOLA

Señora, su visita es para mí un honor que me llena a la par de gusto e intriga, ¿en que puedo servirle.

MARÍA XIPAHUATZIN.

(Se detiene junto a la silla sin sentarse) Don Iñigo, vine a Paris con la esperanza de alcanzar a Fray Juan de Zumárraga y sumarme a su comitiva, pero fuimos informados que dejó la ciudad hace tres días, y como su majestad imperial la reina doña Isabel me indicó que Fray Juan tenía previsto reunirse con usted en su paso por París, decidí conveniente venir a rogarle me indique si Fray Juan le comentó sobre la ruta que seguiría, y así mejorar la oportunidad de darle alcance.

IGNACIO DE LOYOLA

(Sosteniendo con ambas manos la silla por el respaldo, esperando que María tome asiento) Efectivamente me reuní con Fray Juan durante su estancia, y lo único que puedo comentarle respecto de su ruta es que salió con rumbo a Linchenstein y que de ahí el jefe de su escolta mandaría una avanzada a Innsbruck para recibir instrucciones respecto de un lugar de pernocta seguro.

MARÍA XIPAHUATZIN

(Alejándose de la silla para caminar hacia el extremo de la mesa) ¿No es Innsbruck un lugar seguro para un portador de un salvoconducto de la reina?

IGNACIO DE LOYOLA

(Erguido tras la silla que ofrecía) Yo considero que sí, pero como hubo un intento de atentado aquí en París en contra de Fray Juan, el capitán de su escolta consideró conveniente evitar meterse a "la boca del lobo", como él llama a Innsbruck, dado que el hermano de su majestad imperial, quien gobierna Austria, ha sido muy tolerante con los seguidores de Lutero.

LA PRINCESA XIPAHUATZIN (Obra de teatro)Where stories live. Discover now