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ME DIRIGÍA A LA CAFETERÍA CUANDO vi a Eric.
—Hey Eric—Saludé.
—Hola Venus, ¿vienes?—Dijo apuntando hacia la cafetería.
—Claro.—Dije mientras
—Chicos, ella es Venus William, Venus ellos son Ángela, Mike, Jessica y Bella—Dijo mientras apuntaba a cada uno respectivamente.
—Encantada de conocerlos chicos—Dije sonriendo.
—¿De dónde eres?—Preguntó Jessica.
Me aclaré la garganta—Siempre he vivido aquí, pero me tuve que ir por un tiempo—Mentí.
—¿Y qué has estado haciendo durante todos estos años? ¿Has estudiado fuera, o estudiabas en casa?—Preguntó de nuevo.
Frunci el ceño. ¿A ella que le importaba?
—Son cosas personales—Dije.
Ella hizo una mueca pero no dijo nada. La mesa se quedo en un incómodo silencio.
—Y bueno....¿Cómo está siendo tu primer día de instituto?—Preguntó Ángela.
—Bastante bien—Dije—Creí que sería peor, ya saben, típico de película—Dije rodando los ojos.
Ellos rieron.
Las puertas de la cafetería fueron abiertas y por ellas entró una pareja. Las observe mientras pasaban, ellos eran realmente perfectos.
—Son los Cullen—Dijo Jessica.
—¿Los Cullen?—Pregunté confundida.
—Sí, hijos adoptados del doctor Cullen, ella es Rosalie y el es Emmet, tienen un rollo o algo, ni si quiera estoy segura de que sea legal—Dijo.
—No están emparentados—Dijo Ángela.
—Si, pero es raro, viven en la misma casa. Ella es Alice, es muy rara, y el es Jasper, siempre parece que está tenso—Dijo.
—He conocido a Alice en Álgebra, parece una buena chica—Dije encogiendome de hombros.
Mire a Alice de nuevo, viendo que ella también me observaba sonriendo, como si acabara de escuchar mi comentario, pero eso es prácticamente imposible.
Miré hacia la puerta de nuevo.
—¿Quién es el?—Preguntó Bella.
—Edward Cullen, es guapísimo, salta a la vista, pero ninguna es suficiente para el, ¿a quien le importa?—Dijo Jessica mientras bufaba.
Alce una ceja. ¿Tantas veces le habría rechazado?
—Tampoco es para tanto—Susurré para mi misma.
Ángela río por lo bajo mientras me miraba divertida.
—En serio, no pierdas el tiempo—Le dijo Jessica a Bella al ver que no paraba de mirar a la mesa de los Cullen.
—No lo pensaba hacer—Dijo ella.
Giré y mire la mesa de los Cullen. El chico de cabello cobrizo me observaba mientras fruncía el ceño. Le mire mal, y eso hizo que su ceño se frunciera aun más. Parecía que quería descifrar algo en mi y eso no me gustaba para nada. Giré de nuevo sintiendo su mirada en mi espalda, cansada y enfadada gire de nuevo y vi que seguía mirándome de la misma forma, así que le saque el dedo, sí, muy infantil, pero al parecer sirvió, ya que aparto la mirada. Vi como el grandullón y el rubio reían al ver que le había sacado el dedo a su hermano.
[...]
Mi siguiente clase era biología, Bella y Mike también tenían esa clase, por lo tanto fuimos juntos.
—Aquí traigo a las nuevas—Dijo Mike entrando.
El aire del ventilador me dio de lleno en la cara, haciendo que el pelo se me fuera a la boca.
—Que puto asco—Susurré para mi misma.
Miré hacia los lados para ver si alguien había visto eso, pero nadie se encontraba mirándome, menos Cullen, y Dios tenia la misma cara de mierda de antes.
Bufé.
—Bien, la señorita Swan se puede sentar con el señor Newton, y usted se puede sentar con el señor Cullen—Dijo el profesor.
—Oh, debe estar de broma—Dije.
—¿Tiene algún problema con eso?—Preguntó.
—No—Dije mientras sonreía falsamente—Ninguno en lo absoluto—
Fui hacia el único sitio que había y me senté en el.
¿Qué manía tienen los profesores con ponerme con los Cullen?
Miré al frente escuchando la explicación del profesor. Escuché el pequeño chirrido que hacia la silla al moverse.
Miré a un lado viendo que Cullen se alejaba como si tuviera un virus o algo parecido. Miré al frente de nuevo mientras negaba. Segundos después volví a girar viendo que se estaba tapando parte de la boca y la nariz.
—¿Huelo mal?—Pregunté directa.
El solo me miró.
—Rarito—Susurré. En ese momento, me sentí hipócrita, ¿saben? Yo era mas rara aún, era un maldito fénix. Decidí simplemente ignorarlo. Y así paso toda la hora, el haciendo cosas extrañas y yo intentando ignorarlo. El se levantó con prisa y un segundo después tocó el timbre.
