{2} VIDA EN PALACIO

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Abro mis ojos lentamente, cerrándolos al darme los primeros rayos de luz en la cara. Me levanto de la cama apartando las sabanas y mirando hacia todos lados.

El lado de Jungkookie se ve vacío, en su lugar ha dejado una pequeña nota a plumilla en su almohada.



"Estoy en el pueblo arreglando algunos asuntos, si necesitas cualquier cosa, Nayeon te ayudará. Espero llegar a medio día.

Te quiere tu Jungkookie.


Pd: Mi madre te quiere en el jardín antes de las diez."





Sonrió acariciando con la punta de mis dedos los trazos de tinta del pequeño papelito, aunque la última parte no me haga gracia del todo.

Los recuerdos de la cena vuelven a mi cabeza como pequeñas diapositivas, resoplando, me echo de nuevo sobre las mantas queriendo que la tierra me trague. ¿Por qué le caigo tan mal a la madre de Jungkook? Ayer solo trataba de controlarme y evaluarme en todo momento sin dejarme explicarme, es mi segundo día en palacio y ya estoy odiando la falta de libertad que hay. Para una persona como yo, que nunca ha seguido las reglas esto es peor condena que acabar en Azkaban.

Miro el reloj de la mesilla, marcando las ocho y treinta y cinco de la mañana. Suspiro tratando de cerrar mis ojos de nuevo, hasta que den casi las diez para irme a preparar. Tal vez por ello siempre llego tarde a las clases...

Una cabeza asoma de repente por la puerta haciéndome sobresaltar. La chica de ayer me mira igualmente sorprendida para luego reírse un poco, pero en seguida serena su mirada y volver a esa aura de perfección impuesta que tienen todos los sirvientes de este palacio.

Cierra la puerta tras de sí, dejando una bandeja en la mesa del centro de la habitación, abre las cortinas de una dejando entrar por completo la luz a la habitación, a lo que me remuevo entre las sabanas tratando de taparme otra vez.


Nayeon: Buenos días, el joven Jeon me indico que le trajese el desayuno y le preparase para las diez.

Taehyung: Ah, sí.


Mi voz sale algo más ronca de lo normal dejando un silencio incomodo entre ambos. Me incorporo de la mullida cama refregando mis ojos mientras Nayeon me mira expectante.


Nayeon: ¿Quiere tomar un baño?

Taehyung: Si, por favor.


La chica se mete al baño mientras yo me acerco a la mesa oliendo desde la distancia el flamante desayuno.


Nayeon: Puede sentarse a tomar su desayuno tranquilo mientras se prepara el baño.


La repentina aparición de la chica me hace sobresaltarme de nuevo, sonrojándome por quedar como un crío delante de una desconocida.


Taehyung: ¿Esto es todo para mí?

Nayeon: Por supuesto.

Taehyung: ¿Y usted ha desayunado?


Me mira como si acabase de decir una autentica absurdez para después reírse, pero al ver mi mirada confundida vuelve a recomponerse en ese estado de rigidez.

KOYANG {3•PARTE} FIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora