{5} CULPABILIDAD

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(POV JUNGKOOK)


Entro a la habitación de nuevo tras haber dado una vuelta tratando de refrescarme un poco. Lo que menos quiero ahora es discutir con Taehyung.

Abro lentamente la puerta, observando como Tae se encuentra dormido, así que voy directo al baño a ducharme y ponerme el pijama tras tan desastroso día.

Las tropas enemigas están cada vez más cerca de la frontera y por ende de palacio. Temo que lleguen hasta aquí cuando yo no este y que ataquen este lugar.

Una vez puesto el pijama, me dirijo a la cama, rodeándola con cuidado para apagar la pequeña lamparita del lado de Taehyung, pero lo que encuentro no es lo que me esperaba.

Sostiene una carta arrugada y bastante vieja, junto a un collar de oro, tan pequeño que parece ser de un bebé.

Mi príncipe tiene las mejillas sonrosadas y las pestañas pegadas con lágrimas secas en su carita. Duerme con una mueca de incomodidad soltando pequeños suspiros por el llanto.

Le quito la carta y el collar, dejándolos en la mesilla, después le arropo por completo, asegurándome que no pase frió. Trato de limpiar un poco sus mejillas y dejo un beso sobre su frente haciendo cambiar su mueca a una más tranquila. Apago la luz dirigiéndome hacia mi lado, no sin antes coger la carta y leer lo que ponía.

Perdonarme, pero la curiosidad me carcome en estos momentos.

Tras leerla por completo miro a Taehyung, quien ahora duerme como un ángel. Vuelvo a dejar la carta en su sitio y subo a la cama con cuidado apagando la lamparilla de mi lado. Me acerco de poco a poco a él, tratando de abrazarle, sintiéndome culpable por quererle hacer volver a Koyang.

Porque sé, que echa de menos a sus padres, su hermano, los chicos... en incluso me atrevería a decir a los profesores y clases. Yo en cambio, estoy siendo egoísta, sabiendo que se ha venido por su propia voluntad para ayudarme y yo solo lo aparto, dejando que mi madre lo manipule a sus anchas.

Porque no es la primera vez que he escuchado a algún empleado hablar de las maldades que le hace mi madre a Tae, pero las paso por alto pensando que no debe de ser para tanto.

Y lo peor de todo esto, es que ni siquiera se ha quejado y siempre va con una sonrisa a todos lados.


Jungkook: Perdóname.


Al final termino por dejar una de mis manos sobre su cintura sin acercarme mucho. He de aclarar que tampoco nos habíamos acercado en demasía en todo el tiempo que llevábamos en palacio.




[...]




A la mañana siguiente me despierto con los cantos de los pájaros y los rayos de luz de plena mañana.

¿Cuánto he dormido?

Taehyung no se encuentra en la cama por lo que supongo que se habrá levantado hace ya tiempo. El reloj marca las once y media de la maña y me maldigo por no haberme puesto un despertador o algo.

Aunque, pensándolo mejor, hoy no tengo ninguna junta, por lo tanto, puedo demorarme todo lo que quiera.

Me sumerjo en las aguas tranquilamente, añoraba tanto la sensación de los baños calientes cuando estaba en Koyang, eso y la comida de palacio era de lo poco que echaba de menos.

KOYANG {3•PARTE} FIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora