19.

42 7 13
                                    

1 semana después.

—Eres un tonto.—Le digo y ambos reímos.

Caminamos sin dirección por el parque al que solíamos venir. Carlo fue dado de alta hace tres días, y desde que eso sucedió no nos separamos.

De repente, Carlo, para en seco y me toma de la muñeca para que también me detenga.

—¿Quieres salir esta noche?—Pregunta de repente.

Digo un “Si” y continuo caminando. Ya era normal que me lo preguntara, salíamos todos los días con los demás del grupo. ¿Que?, ¿Pensaban que era el “Salir” de los novios”, No, eso todavía está en mi mente.

Me vuelve a tomar de la muñeca y entrelaza nuestras manos.

—No. Venessa, te pregunto si quieres salir esta noche, quiero decir, ¿Quieres tener una cita conmigo esta noche?

Ok, creo que tengo problemas en los oidos. Él no pudo haber dicho eso ¿O si?. ¿Me estaba preguntando si queruia tener una cita con él? ¡Si!. Mi corazón comenzó a galopar rápidamente en mi pecho. Una sonrisa inevitablemente apareció en mi rostro. Asentí.

—Si Carlo. Si quiero tener una cita contigo.

Suelta un suspiro de alivio y comienza a caminar.

—Por un segundo creí que me dirías que no—Rio y yo lo imite.—Te buscaré hoy a las 8:00, ¿De acuerdo?.

—De acuerdo.

[...]

Me mire al espejo por una última vez dando una vueltita.

Me veo bien.

Había decidido ponerme un vestido de verano azul eléctrico y unos tacones negros. Cuando Carlo me dejó en mi casa me había dicho:

—“Iremos a un restaurante. Ponte algo lindo, aunque dudo que algo pueda ser más linda que tú”—Luego me beso en la mejilla y se fue caminando.

Obviamente me sonroje ante sus palabras, ¿Que le podía hacer?.

Mi teléfono vibro y lo revise. Un mensaje.

Estoy afuera de tu casa. Vamos.
8:05pm.

Tome mi pequeña cartera negra, salí del cuarto y bajé las escaleras.

En la sala mi mamá hablaba con Carlo.

Él estaba vestido con un blue jean y una camisa de botones blanca doblada un poco más abajo de el codo.

—Hola—Dijo él apenas notó mi precesencia—Te ves hermosa.

Bajé la miraba mientras mi rostro se tornaba rojo.

—Hola.

Me acerqué donde estan ellos y le di un abrazo.

—Bueno Carlo, espero que cuides a mi hija.

—Puede estar segura de que la cuídate Señora Blanco.

—Lo se. Vanessa, te quiero aquí a las 11:00 máximo.

—Esta bien mamá.—Me acerco a mi mamá y le doy un abrazo y un beso en la mejilla—Adiós

—Adiós chicos. Cuídense.

Carlo se despidió de mi madre y entrelazó su mano con la mía.

Salimos de la casa y nos subimos a su auto. Carlo se volteo en el asiento para poder verme y me sonrió.

El Chico de Ojos Color Gris.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora