El Chico de Ojos Color Gris.

20: Capítulo Final.

Desde pequeña había soñado con que un día, mi príncipe azul vendría a rescatarme, ¿Que niña no soñó eso alguna vez?, Todas queríamos un chico como en las películas Disney. Cuándo creces, te das cuenta que la búsqueda por tu príncipe es más difícil que como lo muestran las películas. Hay caídas, corazones rotos, lágrimas e ilusiones, pero, aunque esto suene horrible, no siempre lo es. En el amor no todo es bueno, pero tampoco todo es malo. Haciendo a un lado todos los momentos en que tuve que soportar ver a Carlo con otras chicas, el amor es increíble. Te puede elevar y hacerte sentir estar en una nube con tan solo una mirada de esa persona.

Hoy se cumplen cuatro años de nuestra relación. Cuatro años de subidas y bajadas. Aunque todo en nuestra relación no fue color rosa, aprendimos a superarlo y a pesar de todo por lo que pasamos seguimos juntos.

Esta carta es para ti, mi Chico De Ojos Color Gris.

Gracias por las sonrisas. Los buenos momentos. Los sonrrojos y todos esos días en los que me haces pensar "Me siento perfecta a su lado". Se que la felicidad no se encuentra en una persona, pero tú, eres el único chico que me hace reír como si no hubiera un mañana.

Sé que lo que voy a hacer no es muy tradicional. Pero no puedo seguir esperando más. Te amo. Y lo digo en serio. Muchas personas tienen un significado errado de esa palabra, la dicen sin siquiera sentirlo. Pero te aseguro que eso no es mi caso. Te amo y estoy segura que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Recuerdo como si fuera ayer cuando comenzamos esta aventura. Dijiste "Vanessa, ¿Quieres ser mi novia? Y tal vez en unos años ¿Ser mi esposa?, En ese momento mi vida cambió y ahora yo espero cambiar tu vida.

Hoy Carlo, mi Chico De Ojos Color Gris, estoy de rodillas ante ti. Sosteniendo el anillo que dure horas en encontrar. Con el corazón acelerado y el miedo invadiendome te pregunto:

¿Quieres casarte conmigo?

Termino de escribir la carta y me miro en el espejo. Tengo una falda de cuero ceñida y una blusa gris oscuro. Mi cabello está suelto con sus ondas naturales.

-Toc. Toc. ¿Que estás haciendo ahí que tardas tanto?

Tomo la carta y rápidamente la doblo y guardo en mi cartera marrón junto a la cajita roja.

-Me estaba arreglando. Ya te abro.

Corro hasta la puerta, le quito el cerrojo y la abro.

Apenas abro la puerta me toma de la cintura y besa mis labios.

-¿Por qué me sacaste de mi propio cuarto?-Preguntó cuando nos separamos.

-Me estaba arreglando y no querías que vieras por ahora-Miento y doy una vuelta para que pueda verme-¿Que tal?

Coloca una mano en mi mejilla y la acaricia con su pulgar.

-Hermosa. Todavía no creo que ya sean cuatro años. El tiempo pasa muy rápido.

-Si lo hace. Pero hay que difrutarlo para no perderlo, y contigo a mi lado disfruto cada segundo, aunque aveces te canses de verme las 24 horas del día.

-Primero-Dice y rie-, no te veo las 24 hora del día, tenemos que estudiar y trabajar. Segundo, aunque lo hiciera no me cansaría.

Carlo y yo decidimos vivir juntos cuando cumplimos tres años de novios, osea, el año pasado. Desde que paso eso todo a ido muy bien. Tenemos trabajos de medio tiempo y vivimos a dos calles de la universidad. Nuestra vida a mejorado desde que estamos juntos.

-¿Ya nos vamos?-Pregunte ansiosa y el asintió.

-Ya nos vamos.

Salimos de la casa y entramos al auto. Carlo toma mi mano y ambos cantamos la canción que se escucha en la radio a todo pulmón. Mientras llegamos me dispongo a repasar el plan en mi cabeza.