CAPITULO 16

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Hola buena noches antes que nada quiero pedir una disculpa a todas esas bellas personas que me regalan parte de su valioso tiempo para leer mi historia, por mi demora en publicar un nuevo capítulo.  Espero sea de su agrado. Saludos y bendiciones.

Victoria comenzó a embalar su equipaje con ayuda de su nana

-Mi niña está segura de que es conveniente que viajes a casa de Alondra- dijo Matilde con preocupación.

-Nana no te preocupes todo estará bien- dijo Victoria

Su nana no hizo nada más que abrazarla pues ella quería tanto a Victoria como Alondra como si fueran sus  propias hijas.

Cuando llegó el momento en que Victoria partiera a casa de Alondra, estaban en la sala cuando anunciaron la llegada del Coronel Domínguez justo cuando Victoria se despedía de sus padres. Este entró y saludó a toda la familia.

-Buenos días, espero que mi visita repentina no sea inoportuna, pues veo que alguien saldrá de viaje, ya que me encontré el carruaje listo para partir- el coronel se encontraba algo temeroso pues lo primero que vino a su mente fue que quizás Victoria ya había sido admitida de nuevo en el convento y que se disponía a partir, pero no quería ser tan osado en hacer esa pregunta de forma directa. Su curiosidad pronto fue saciada.

-Buen día coronel- dijo don Ignacio- así es Victoria partirá para ir a visitar a mi hija Alondra quien la ha invitado a pasar unos días en su casa antes de que ella vuelva al convento.

A lo que este presuroso preguntó:

-Entonces ¿Ya le ha llegado la notificación de que puede volver al convento?

-No, aun no coronel- Respondió Victoria- por eso he decidido visitar a mi hermana unos días.

El coronel encontró consuelo al escuchar esa respuesta, pues él tenía aun una oportunidad de confesarle a Victoria los sentimientos que ella había despertado en él. Más en este momento no habría tiempo de hacerlo y no quería esperar a que ella volviera pues quizás en ese tiempo ella recibiera noticias del convento y eso sí sería un gran obstáculo para sus planes. De modo que trazo un plan de emergencia esperando que este diera el mejor resultado posible; y así fue que se atrevió a decir:

-Disculpe don Ignacio pero no sé si sea un atrevimiento de mi parte pedirle que me permita usted escoltar a la señorita Victoria hasta su destino, desde luego no iría solo vengo con dos soldados y estos me acompañarían a escoltarla, si usted así lo permite.

-Gracias coronel, creo que se lo agradecería mucho que pudiera escoltar a mi hija en su viaje eso me daría mucha tranquilidad sabiendo que no se encuentra sola en estos caminos tan peligrosos, yo pensaba enviarla con varios de mis empleados, pero considero que su custodia sería mucho más benéfica, y por supuesto que acepto, porque e que ante todo es usted un caballero – Dijo esto último con un tomo de advertencia que no dejaba duda alguna.

-Por supuesto que lo soy – le respondió el coronel- De eso no le quepa la menor duda don Ignacio.

Para aminorar la tensión Victoria dijo:

-Le agradezco su atención Coronel, solo espero no estarlo distrayendo de sus deberes.

_De ninguna manera señorita Victoria, para mi será un placer escoltarla a casa de su hermana para asegurarme que llegue usted sana y salva.

También doña Sofía intervino en la conversación diciendo:

-Le agradezco Coronel todas las molestias que se está tomando con la intención de que Victoria este a salvo duran su viaje.

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